“Ella solo responde a lo que le diga (Javier) Milei”, dijeron a este medio bien temprano este jueves en el entorno de Sandra Pettovello, la ministra de Capital Humano que, por el faltazo presencial a la reunión de gabinete del martes, despertó una catarata de versiones que, a última hora de ayer, el propio presidente buscó cortar de cuajo. “Es amiga mía hace 15 años. Ese llanto es mentira, es una operación”, aseguró primero Javier Milei en declaraciones televisivas. Y agregó: “Se llevan bárbaro con ‘Toto’ y con (Nicolás) Posse”, en alusión al ministro de Economía, Luis Caputo, y al jefe de Gabinete.
Es que Pettovello, que por pedido de su jefe y amigo, el presidente, se hizo cargo en diciembre pasado de una súper estructura, altamente sensible, que concentró cultura, desarrollo social, educación y trabajo bajo el paraguas del Ministerio de Capital Humano, está hace rato en el centro de la escena, por una gestión plagada de trascendidos. Pero los rumores de esta semana, que llegaron a los diarios y que incluyeron un supuesto llanto desconsolado, un eventual amague de renuncia y una hipotética pelea con su colega Caputo, llevaron a la funcionaria al tope de la agenda pública, y a que el mismísimo jefe de Estado la respaldara en televisión, a pesar de que, por la íntima relación que arrastran desde hace más de una década, no hiciera falta.
“Le tiran de todos lados porque tiene casi media docena de ministerios, y muchas cajas. Es inflexible, cree en su amigo, y no tiene la lógica de la política. Y muchos no lo entienden”, remarcaron este jueves cerca de la ministra, después de que volviera, tras la ausencia del martes, a la tradicional reunión de gabinete de los jueves.
Hasta diciembre, Pettovello no tenía experiencia en la función pública, pero a Milei no le importó: le creó una mega estructura, y adelantó, antes de asumir el gobierno, que sería la única que tendría cierta flexibilidad en la billetera para tratar de avanzar con una suerte de contención social que ayude a suavizar el brutal ajuste que el ministro de Economía Caputo lleva adelante desde diciembre. Una ayuda escasa, según los movimientos sociales que este jueves empezaron a implementar un plan de acción a nivel nacional.
El presidente repitió el mismo esquema de poder con Posse, otro funcionario que nunca había tenido responsabilidad pública y al que le dio un rol muy influyente sobre la administración de la gestión. Tanto que, el mes pasado, se cobró su primera víctima: el ex ministro Guillermo Ferraro.
En Casa Rosada reconocen algunos “desencuentros” entre el jefe de ministros y la ministra de Capital Humano.
Lo cierto es que el martes, en la primera de las dos reuniones de gabinete que se realizan semanalmente, Pettovello participó desde su casa. Según sus colaboradores, lo hizo de manera virtual por una severa congestión que originó los rumores. Cuando el diario Clarín publicó que habría discutido con Caputo y que, entre llantos, habría amagado con dejar su cargo, desde el Gobierno lo desmintieron tajantemente, y el ministro mostró su teléfono y sus conversaciones con la funcionaria para disipar las versiones. Después, fue Milei el que se hizo eco del tema.
“Es casi imposible”, respondieron en Capital Humano cuando Infobae consultó si existía alguna posibilidad de que la ministra pensara en su renuncia. Circuló, por caso, el nombre de Joaquín de la Torre, pero tanto cerca del senador bonaerense como desde el ministerio lo atribuyeron a una “operación”. Aunque, según fuentes internas, existe cierto recelo entre colaboradores de la funcionaria y el hermano del ex ministro provincial, Pablo de la Torre, secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, es decir, de Desarrollo Social. Hasta ayer, en esa área todavía no se habían designado formalmente a buena parte del equipo después de que, por chispazos puertas adentro, se fueran algunos de los asesores que desembarcaron con el secretario cuando se hizo cargo de la gestión social.
Con Omar Yasín, de Trabajo, también trascienden cortocircuitos. No así con Carlos Torrendell, de Educación, que sí está fastidiado con la desautorización que recibió desde la Casa Rosada por la paritaria nacional docente.
Pettovello no está acostumbrada a las rencillas de la política y a las internas palaciegas. Es vehemente, como su amigo, el presidente. Cuando decenas de personas hicieron fila en el ministerio para ser recibidos por ella -según el gobierno, incitados adrede-, la tuvieron que frenar para que no saliera a enfrentarse con ellas. Suele fastidiarse. Pero juran que no fue lo que pasó en la semana, a pesar de las insistentes versiones. Y de que la propia ministra insistiera sistemáticamente con la necesidad de formalizar a Mariano de los Heros, un abogado que estudió en el CEMA y en la UCA, en la ANSES, como reemplazo de Osvaldo Giordano, un destacadísimo cuadro técnico a quien Milei obligó a renunciar después de que el peronismo cordobés -fue ministro de Economía de Juan Schiaretti- rechazara los principales trazos de la fallida Ley Ómnibus en el Congreso.
La oficialización de De los Heros en el organismo confirma no solo la estrechez del vínculo entre la ministra y el jefe de Estado, sino el hecho de que Mauricio Macri no logra tener por ahora toda la influencia que, según fuentes libertarias, quisiera tener: el ex presidente pidió la jefatura de la administración de la seguridad social, pero le darían la subdirección para un dirigente del PRO.
Macri ya sabe del estrechísimo vínculo entre Pettovello y el Presidente. En su círculo de relaciones, no es vital como su hermana Karina o el estratega Caputo. Pero casi.