El economista cordobés Osvaldo Giordano, que fue echado de la conducción de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) por el presidente Javier Milei porque su esposa votó en contra de la “Ley Ómnibus”, continúa en su cargo doce días después del anuncio de su despido y fue el responsable de firmar el último aumento a los jubilados que se oficializó este miércoles.
El desplazamiento del ex ministro de Finanzas de Córdoba del organismo previsional como la definición de su sucesión está cruzada de la política, las lealtades y traiciones. Anses es el organismo público que maneja el presupuesto más voluminoso del Estado y tiene a su cargo asistir de manera directa a millones de argentinos, no sólo por los pagos a la clase pasiva, sino también por el pago de asignaciones familiares y múltiples beneficios sociales a ocupados formales y desocupados.
Fuentes oficiales aclararon que el funcionario continúa porque todavía no está definido su reemplazante. “Es por una cuestión de firmas”, explicaron.
Giordano fue echado tras la crisis política que generó la caída de la “Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, que el oficialismo presentó con el objetivo de desregular la economía y liberalizar y eliminar restricciones en múltiples dimensiones. Fue la “víctima política” de una batalla que no lo tuvo a él en primer línea. Todo se originó en la oposición que lideró el gobernador de su provincia, el peronista Martín Llaryora, en contra de la norma. Por esa ofensiva, la diputada Alejandra Torres, esposa de Giordano, votó en contra y a partir de eso la suerte del funcionario quedó echada.
El 9 de febrero, por esa situación, el titular del Ejecutivo tomó la decisión -desde Roma, donde viajó para ver al papa Francisco- que eyectó al cordobés del cargo. “La Oficina del Presidente de la República Argentina comunica que el presidente Javier Milei la solicitado la renuncia del Titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Osvaldo Giordano, y de la Secretaría de Minería de la Nación, Flavia Royón”, publicó la cuenta oficial de X.
Y agregó: “La crisis económica heredada y el momento histórico actual requieren funcionarios públicos comprometidos con la modernización, simplificación y desburocratización del Estado. Quienes asumen la responsabilidad de un cargo público deben comprender la dura realidad que enfrentan los argentinos, y defenderlos del constante ataque de aquellos que pretenden sostener sus privilegios a costa del hambre del pueblo”.
Días atrás, el propio Milei en una entrevista radial fue más explícito: “¿Acaso la mujer de Giordano no votó en contra de la ley? ¿Cómo votó la mujer? Votó en contra. Bueno, es un problema de él si duerme con el enemigo, está durmiendo con un traidor. Es la vida”, contó sin ambages ni medias tintas. Y así como el despido fue una decisión tomada al calor de la política, la definición de la sucesión no quedó exenta de esas mismas lógicas.
Es que el presidente tiene intenciones de nombrar allí un cuadro técnico, desprovisto de identificaciones políticas. Su idea es que el organismo previsional tenga un experto formado que no termine tironeado por los vaivenes partidarios o electorales. Es una mirada en la que coincide Mauricio Macri, con quien está pendiente una charla para definir un acuerdo que, en primer lugar, tendrá traducción parlamentaria, más allá de que la administración de La Libertad Avanza pueda incorporar cuadros y profesionales con pasado en el gestión del 2015 al 2019. Un nombre que surgió como posible “candidato” es el de Mariano De los Heros, pero ni en Gobierno ni en el PRO confirmaron ni desmintieron su nombramiento.