Senado: Villarruel volvió a no convocar la sesión pedida por el kirchnerismo para rechazar el mega DNU

La oposición dialoguista insiste en no quedar vinculada a la estrategia del cristinismo ni a exponerse a no dar quórum. Pidió frenar las críticas de Javier Milei y la disputa con gobernadores

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La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel (EFE)
La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel (EFE)

La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, no convalidó este miércoles el nuevo pedido de sesión especial solicitado la semana pasada por el kirchnerismo, que tenía como objetivo ir al recinto este jueves y rechazar el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregula la economía.

De esta manera, la presidenta de la Cámara alta volverá a pagar un costo político para blindar a una oposición no cristinista que, si el Ejecutivo prorroga las sesiones extraordinarias, días atrás se comprometió a ayudarla en dos cuestiones.

La primera está relacionada con la sanción de la ley que mejora la legislación vigente sobre la prevención y represión del lavado de activos, la financiación del terrorismo y el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva.

El segundo punto, en caso de un eventual encuentro en el recinto, es no habilitar con dos tercios de los votos una casi segura solicitud del Frente de Todos para incorporar el mega DNU al temario.

Infobae contó el miércoles pasado, cuando se dictaminó la ley contra el lavado de activos, que la intención del oficialismo es esperar la prórroga del período extraordinario en el Congreso para llamar a dos sesiones el viernes 23: la preparatoria -el reglamento marca el 24, pero puede realizarse un día hábil antes- y, una especial, para sancionar la iniciativa el mencionado proyecto. Otras voces libertarias hablan del lunes 26 como plan “b”.

La inhabilitación del tema en la sesión especial representaría un traspié para el interbloque kirchnerista comandado por el formoseño José Mayans, que aún no tuvo éxito en otros acompañamientos para rechazar el DNU. Ayer, la bancada se reunió y deslizó a este medio que tiene al menos un par de argumentos para que la discusión en el recinto tenga que ser resuelta por el propio Cuerpo y por mayoría simple, sin interpretación de la titular del Senado.

El jefe del kirchnerismo en el Senado, José Mayans (NA)
El jefe del kirchnerismo en el Senado, José Mayans (NA)

Por su parte, la oposición no cristinista insiste en no quedar pegada a la estrategia del Frente de Todos y tampoco exponerse a no dar quorum. De ahí la promesa para desactivar los dos tercios. Y sólo exige un par de cuestiones casi básicas a esta altura: que Javier Milei frene los ataques discursivos contra legisladores a favor de la gobernabilidad, y que el Ejecutivo frene la disputa contra los gobernadores.

“Los senadores y las senadoras de Unión por la Patria -en realidad, el interbloque es Frente de Todos en la Cámara alta- insistimos en reclamar la citación a una sesión especial para abocarnos ‘al expreso e inmediato tratamiento’ del DNU 70/23, como establece el artículo 20 de la ley 26.122. Al no hacerlo, la vicepresidenta de la Nación incumple con la Constitución Nacional, la ley y el Reglamento de la Cámara”, aseguró ayer el kirchnerismo.

En las últimas horas, el Frente de Todos apuntó con su comunicado a la Unión Cívica Radical, que mantiene desde hace largos días una fuerte puja con el Gobierno luego del fracaso de la ley ómnibus. Tras acusar al centenario partido de realizar una “maniobra dilatoria” por solicitar la conformación de la comisión bicameral de Trámite Legislativo -trata los DNU-, le hizo un favor a Villarruel. Sin embargo, un experimentado legislador cristinista reconoció a Infobae que “al exponerlos de esa manera, los radicales nos llamaron rápido”.

Bajo este escenario, una de las mejores posibilidades que tiene La Libertad Avanza es prorrogar las extraordinarias; sancionar la ley contra el lavado de activos para sumar al menos una victoria y mostrar avances al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), ante una inminente evaluación del organismo; apurar para los próximos días la bicameral -o dejarla para el inicio de las sesiones ordinarias- y estirar la discusión de las medidas del Gobierno anterior durante largas semanas o meses, para recién ahí analizar el mega DNU.

La finalidad real es darle tiempo a la Justicia para que defina sobre la normativa en cuestión y evitar una guerra en el Poder Legislativo. No obstante, estas cuestiones estarán atravesadas por una situación que podría convertirse en determinante. El 1 de marzo, Milei tiene que ir al Congreso para abrir el nuevo período de sesiones ordinarias. Sobre el modo y la forma del Presidente en esa jornada estará la lupa de la oposición y de gobernadores no kirchneristas. También la inflación y el inicio de clases.

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