Desde hace algunos días el presidente Javier Milei viene cuestionando la participación directa o indirecta de los gobiernos provinciales en la realización de festivales y eventos culturales; en otro apartado de la diatriba y contrapunto que mantiene con los gobernadores y que tuvo su pico más alto con la caída de la Ley Ómnibus. Sin embargo, en el gobierno de la provincia de Buenos Aires aseguran que la industria cultural es superavitaria y que su desarrollo aumentó cerca de un 20% en 2022; en una estimación que se sostendrá para la medición del 2023.
La semana pasada el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, mantuvo un encuentro con representantes de la industria cultural en el que planteó que “mientras intentan avanzar con un programa de ajuste convencional, el gobierno nacional apunta contra la cultura: es muy grave que acusen a los artistas de vivir de prebendas y ser parte de la casta”.
Este jueves y en medio de las críticas que el presidente redobló en las últimas horas contra la artista Lali Espósito, la presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout, remarcó que “el problema no es la cultura ni los artistas, es la crisis de deuda que dejó Macri y que Milei vino a profundizar con una dolarización”.
La funcionaria encargada de la política cultural de la provincia de Buenos Aires detalló que “la cultura es un sector productivo y superavitario; no es un gasto, es una inversión. Las expresiones artísticas fomentan a las economías locales y regionales, al turismo, generan miles de puestos de trabajo y construyen identidad”.
Según datos del Instituto Cultural bonaerense, en la provincia el sector cultural creció al 22,1% durante el año 2022, que es el último año medido. Fuentes del área de cultura, aclararon que el dato correspondiente al 2023 está en proceso de cálculo y se conocerá a la brevedad. El crecimiento, aseguran en la cartera que conduce Saintout, refiere a casi $100 mil millones con impacto directo en el Producto Bruto Geográfico Provincial. “Significa más puestos de trabajo, aumento de la cadena de valor, consumos complementarios y aumento sostenido de públicos y audiencias”, explicó Saintout.
“Macri, Caputo, Bullrich y Sturzenegger fueron responsables de un gobierno que recortó en áreas de cultura y ese dinero no fue destinado a la construcción de jardines, escuelas, hospitales, ni tampoco al salario de los docentes, policías o médicos. Fueron estos personajes los que utilizaron ese dinero y endeudaron al país con el préstamo más grande de la historia con el FMI y la fugaron con la timba financiera. Que no busquen esconder detrás de argumentos económicos lo que es, en el fondo, una profunda decisión ideológica”, agregó la titular del Instituto Cultural.
Días atrás, Kicillof recibió a autoridades de cámaras y asociaciones que agrupan a empresarios de la industria cinematográfica, de videojuegos y del sector del libro, así como también productores de espectáculos teatrales y musicales. También hubo presencia de dramaturgos, directores y representantes de cines, librerías y productoras creadoras de contenidos. El escenario que le transmitieron a las autoridades provinciales es que son generadores de trabajo y actores esenciales de la producción y que en algunos casos genera una riqueza que supera 9 veces lo que se invierte. También plantearon que necesitan del Estado y que en el caso de los productores de espectáculos esta temporada estuvo lejos de las proyecciones.
En contraposición a los dichos de Milei, Kicillof había planteado en ese encuentro: “Nosotros vamos a defender al sector con todos los instrumentos que tengamos disponibles, ya que sabemos que nuestra sociedad no votó pensando en destruir el cine, el teatro y la cultura en general”.
El contrapunto por los recursos destinados a la promoción de actividades culturales tuvo un nuevo capítulo este jueves cuando el presidente cuestionó nuevamente a Lali Espósito por los recitales que realiza en distintos festivales. “¿Quién empezó con esto? ¿Yo? Ella empezó. Si te gusta el durazno, bancate la pelusa. ¿Querés hacerte el guapo? Bancate que te responda. ¿Me podés agredir y no se puede contestar? ¿Querés jugar conmigo? Te voy a contestar, no me voy a quedar callado”, aseguró el presidente.
Las críticas del presidente y el referirse a Lali como Lali Déposito, despertó una oleada de reproches de parte de artistas y también políticos contra el posicionamiento de Milei; quizás el más sorpresivo fue el de la diputada nacional y candidata a gobernadora bonaerense por su propia fuerza política -La Libertad Avanza- Carolina Píparo, quien en su cuenta de X tuiteó: “Personalizar y atacar a una artista por decisiones que tomaron otros políticos es erróneo. Personalizar y atacar a una artista desde el poder del Estado es asimétrico. No es por ahí”.
En el plano político, el presidente también sostiene una fuerte disputa con el gobernador de Córdoba Martín Llaryola; en el que también se incluyó las políticas del gobierno cordobés destinado al fomento y exención impositiva para productoras artísticas; tomando como objeto de discusión el festival privado Cosquín Rock. Además, Llaryola, es apuntado por la Casa Rosada como uno de los gobernadores que terminó de frenar la Ley Ómnibus.
En línea con Kicillof, el gobernador cordobés advirtió que Milei “tiene un concepto de la industria pequeño, no está entendiendo lo que es la industria cultural. Él cree que la cultura no genera trabajo, no mueve actividad. Y nosotros creemos que la cultura es un punto de apoyo, que genera miles de puestos de trabajo y que en Córdoba hace un diferencial, acompañando el turismo”.