Miguel Ángel Pichetto se erigió como referente de la oposición dialoguista en medio del debate por la Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados. Tras el fracaso del proyecto y la salida de algunos funcionarios, el legislador de Hacemos Coalición Federal se refirió al posible desembarco del PRO en el Gobierno de Javier Milei.
Luego de los dos primeros meses de gestión libertaria, Pichetto definió el “liderazgo” del presidente como “de coerción” y, parafraseando a Henry Kissinger, señaló que ese tipo de conducción “encierra una debilidad”. “Es importante un liderazgo persuasivo. Eso también convoca a la sociedad a acompañar al líder. La Argentina necesita ese tipo de liderazgo y diálogo, la construcción de un acuerdo, con gobernadores, fiscal, con el Congreso....”, planteó y remarcó que el jefe de Estado “debe mirar muy detenidamente los 144 votos que determinaron el triunfo en general de la ley”.
Al recordar la fallida sesión, manifestó que le “preocupaba mucho” el capítulo de las privatizaciones de la Ley Ómnibus: “Si hubiese habido algo de flexibilidad, el Gobierno hubiera podido tener una mayoría importante, la ley hubiera salido y simbólicamente para el presidente hubiera sido muy valioso”.
“Había un listado grande de empresas que nosotros entendemos que había que excluir: YPF, Banco Nación, Arsat, activos fundamentales para la Argentina. Atucha tampoco se la puede dar a un privado, hay que tener un control estatal mayoritario”, explicó.
“Si se hubiera planteado que el Estado mandaba el listado de empresas, y después el envío de cada privatización al Congreso para su análisis, yo no hubiera visto ningún tipo de impedimento. Se hubiera dado un salto cualitativo, se hubiera avanzado”, consideró.
Además, puso el foco en “el ataque al Congreso y a algunos diputados” desde La Libertad Avanza como otro de los factores que dinamitan acuerdos. “El caso de la diputada de Córdoba (Alejandra Torres) que votó un inciso negativamente y su esposo pagó con el cargo (Osvaldo Giordano tuvo que renunciar a Anses)”, ejemplificó.
“El Gobierno siempre supo que el problema estaba en los gobiernos provinciales. Siempre se lo informé que tienen que dialogar con los gobernadores de Santa Fe, Salta, Córdoba… Ahí hay un núcleo de diputados que tienen pertenencia con las provincias. Una convocatoria a un acuerdo fiscal hubiera sido un camino inteligente que hubiera flexibilizado el tratamiento particular”, señaló.
En declaraciones a Todo Noticias (TN), Pichetto destacó que el ministro de Economía, Luis Caputo, se comunicó con los gobernadores, “pero tal vez hacía falta más”. “Haber dialogado no era una debilidad del presidente, es importante que más temprano que tarde lo haga”, le sugirió a Milei. “No hay que despreciar lo público. No tengo desprecio por la política tampoco. Sin política no hay democracia. Hay que volver a empezar. El presidente tiene todavía un crédito muy importante”, expresó.
El diputado de Hacemos Coalición Federal espera que “la visita al Vaticano” de parte de Javier Milei le haya “servido”. “Estoy seguro que el Papa (Francisco) debe tener una mirada de cierta preocupación en orden a lo que él siempre sostuvo como algo negativo para el país: los enfrentamientos. Los enfrentamientos con los gobiernos provinciales y el Congreso tampoco son bien vistos por los inversores”, advirtió.
En su análisis, Pichetto contextualizó que “Argentina tiene una debilidad en el sistema de partidos”. “Hay más armados de coaliciones y esta (La Libertad Avanza) es una propuesta nueva, disruptiva, novedosa, que tiene fragilidades en el plano parlamentario”. En ese sentido, manifestó que “es posible” un acuerdo con el PRO, partiendo de la base que “desde el propio proceso electoral (Mauricio) Macri y (Patricia) Bullrich respaldaron fuertemente la figura de Milei y le dieron una solidez a la propuesta electoral”. “No es extraño que pueda darse, le daría una base parlamentaria un poco más alta, pero también le falta”, agregó.
Independientemente del desembarco del macrismo en las filas libertarias, Pichetto insistió con que Milei debe apuntar hacia un “diálogo amplio con los gobernadores que permita terminar con la incertidumbre fiscal que tienen las provincias, consolidar un camino de ordenamiento fiscal para la Nación. Acuerdos recíprocos, que también implican gobernabilidad, es el camino que el presidente tiene que transitar. Sería inteligente”.
A su vez, si bien coincide en la visión de “un Estado más chico y más eficaz”, y que “tiene que haber desregulaciones”, advirtió que “la inexistencia” del Estado que pregona Milei puede ser “muy peligroso” porque lo terminan abarcando “las mafias, los empresarios amigos que quieren hacer negocios, el narco...”.
Por último, puso el foco en el impacto de las medidas de ajuste en la sociedad: “Hay un golpe muy duro en la clase media. La situación social es compleja”. Tras enumerar los aumentos en el “supermercado, la prepaga, y las escuelas”, alertó que “todavía no entraron las universidades y los docentes”. “Hay un ajuste que se está desarrollando y hay que tener sostenibilidad política”, sentenció.