Después de un mes de frenéticas negociaciones por la Ley Ómnibus, la Cámara de Diputados entró en un limbo. Tanto los miembros del bloque oficialista, como los diputados “dialoguistas” esperan señales de la Casa Rosada. Sin embargo, por el momento el presidente Javier Milei y sus voceros se concentraron en dejar en evidencia a través de las redes sociales a los legisladores que no apoyaron el cambio. Incluso los marcaron como “traidores”.
Según explicó Oscar Zago a Infobae al término de una reunión del bloque libertario, entre este jueves y el viernes el Gobierno definirá cuáles serán los pasos a seguir. Una opción, que la mayoría de los diputados de La Libertad Avanza ve lejana, es empezar el tratamiento del mismo proyecto desde cero en comisión, tal como manda el artículo del reglamento (el 155) que se utilizó para levantar la sesión este martes.
Por otro lado, Zago reconoció que se está evaluando la posibilidad de “dividir” la ley, para que cada nuevo proyecto vaya a diferentes comisiones y haya mejores chances de lograr consensos con sectores de la oposición.
“Una autocrítica que se le puede hacer al proyecto es que era demasiado amplio”, reconoció una diputada libertaria del norte del país que ve con buenos ojos la posibilidad de dividir la Ley Ómnibus. “Si el Gobierno no lo define yo ya tengo ocho proyectos para mandar, lo vamos a hacer nosotros”, dijo desafiante otro diputado.
Por su parte, desde la Casa Rosada dejaron trascender que analizan la convocatoria a una consulta popular, una jugada de gran impacto político que, sin embargo, no puede repetirse asiduamente para compensar la debilidad legislativa.
La reunión de bloque, según explicaron, fue para analizar lo que ocurrió el martes, cuando una serie de votaciones adversas en los primeros artículos del proyecto terminó en la vuelta a foja cero. No estuvieron presentes todos los miembros de la bancada, solo unos 25 ya que el resto volvió a sus provincias. “Algunos estaban instalados acá hace más de un mes y aprovecharon que estos días no iba a haber actividad”, explicaron.
Aunque el bloque se muestra cohesionado, por lo bajo algunos legisladores esbozan algunas críticas. Principalmente a la forma que eligió el Poder Ejecutivo de negociar con los gobernadores y a las fuertes críticas a la oposición por no haber garantizado los votos. “Esos tuits no contribuyen a que haya puentes, es demasiado fuerte decir traidor; a Píparo la están matando por dos incisos”, sintetizaron.
Más allá de algunas pequeñas tensiones internas, todo el bloque coincidió en que los principales responsables del traspié legislativo fueron los gobernadores, que no habrían respetado los acuerdos alcanzados con la Casa Rosada.
“Va a llevar un tiempo hasta que entiendan que la gente votó un cambio”, se lamentó otro legislador que debuta en la Cámara baja. Sin embargo, destacaron que “la parte positiva” de lo que ocurrió es que “quedó demostrado quiénes quieren que cambie el país y quiénes no”.
Hasta el momento los puentes con la oposición están rotos. A través de diferentes comunicados y declaraciones, los gobernadores dejaron en claro que quieren retomar el diálogo y también avanzar con un nuevo pacto fiscal. “No corresponde que nos responsabilicen a todos por igual ni que nos falten el respeto”, señalaron los mandatarios de JxC.
Por su parte, desde la UCR y Hacemos Coalición Federal, el bloque que lidera Miguel Ángel Pichetto, aseguran que no hubo nuevos contactos con la Casa Rosada. Si bien insistieron en que están predispuestos a retomar las negociaciones, aclararon su malestar con las agresiones.
“La pelota la tienen ellos, hay que ver qué quieren hacer”, explicaron con pocas esperanzas de que se retome el trabajo durante el período de sesiones extraordinarias que termina el 15 de febrero.