(Enviado especial a Jerusalén, Israel) - El apoyo de Javier Milei a Israel es completo, ideológico, religioso y espontáneo: apenas había aterrizado en el aeropuerto de Ben Gurion -Tel Aviv- se acercó un funcionario argentino con una sencilla medalla de chapa que pide por los rehenes secuestrados por Hamas. El presidente agradeció con una mueca de tristeza y en un movimiento reflejo se colgó la medalla que dice Bring Them Home (”Tráiganlos a casa”). Milei no titubeo para explicitar qué piensa de la tragedia que ahora sufre Israel, un Estado que se creó en 1948 tras el asesinato de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
La actitud del Presidente ante el simple recordatorio de los actos salvajes que ejecuta Hamas todos los días demostró que no tiene cálculo político cuando condena a la organización terrorista que opera desde Gaza y es financiada por Irán.
En este contexto, el presidente fue recibido hoy por Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, encuentro en el cual ratificó su condena a Hamas por los actos terroristas cometidos el 7 de octubre, reivindicó la legítima defensa de Israel ante la agresión de las organizaciones fundamentalistas y confirmó su decisión de mover la embajada de Argentina desde Tel Aviv a Jerusalén.
El presidente colocó a la Argentina en un casillero del tablero internacional y no tiene intenciones de cambiar de posición geopolítica. Esa definición del mundo implica que su gobierno estará al lado de Occidente -con sus matices causados por el concepto de realpolitik- y enfrentado a los regímenes totalitarios que se ejercen en Cuba, Nicaragua, Venezuela, Irán, Siria, Irak, Rusia, China y Yemen.
La agenda global de Milei no implica solo visitar Israel en plena guerra con Hamas, sino también aparecer vinculado a una entente de países que libra una batalla ideológica y por los recursos económicos que tiene final abierto.
El mundo árabe se resiste a la intención israelí de convertir a Jerusalén en su ciudad capital, y esa postura determina que países como Alemania, Francia, Canadá y actualmente Estados Unidos aún mantengan su estructura burocrática-política en Tel Aviv.
Milei condenó a Hamas durante la campaña electoral, en la transición hacia Balcarce 50 y durante estos casi dos meses de mandato presidencial. Sin embargo, la organización terrorista optó por el silencio para soslayar la posición pública del jefe de Estado.
Pero Milei pisó Tierra Santa y ratificó el adelanto de Infobae: la embajada de Argentina en Tel Aviv sería trasladada a Jerusalén, como en su momento definió Donald Trump cuando ocupaba la Casa Blanca.
Esa definición política -que no tiene expediente abierto en Cancillería ni partidas previstas para 2024- causó la inmediata reacción de Hamas, que es financiada por Irán, maneja inteligencia aportada por el Kremlin y recibe armamento de Corea del Norte.
“Condenamos y deploramos enérgicamente el anuncio del presidente de Argentina sobre su intención de trasladar la embajada de su país en la entidad nazi-sionista (Israel) a Jerusalén”, dijo Hamas en un comunicado.
El grupo islamista añadió que este paso supondría “una violación de los derechos del pueblo palestino a su tierra, y una vulneración de las normas del derecho internacional”, e instó al presidente argentino “a que revierta una decisión injusta y equivocada que coloca a Argentina como socio del ocupante sionista”.
Milei se enteró del comunicado público de Hamas cuando ya había concluido su encuentro con Isaac Herzog, presidente de Israel, adonde había reiterado su posición respecto al terrorismo global y al traslado de la embajada desde Tel Aviv a Jerusalén.
El jefe de Estado comentó a su delegación que no cambiará una sola coma de su discurso público ante las amenazas de Hamas. Y hoy insistirá con su posición en política exterior: a la tarde visitará Jerusalén, y esa recorrida por la Ciudad Antigua le servirá para demostrar que su apoyo a Israel va más allá de una agenda de coyuntura global.
Milei lloró ante el Muro de los Lamentos, una reacción espontánea que impacto en una sociedad acostumbrada a llorar todos los días y todas las noches, mientras aguarda que estén con vida los rehenes secuestrados por Hamas el 7 de octubre de 2023.