“Viejo, ponganse las pilas y sáquennos a nosotros del medio”, renegó un legislador de los bloques aliados al Gobierno nacional en el Congreso. Fue luego de una de las tantas reuniones entre emisarios de La Libertad Avanza con diputados “dialoguistas” para buscar acuerdos sobre puntos clave de la Ley de Bases y Puntos de Partida Para la Libertad de los Argentinos (Ley Ómnibus). A minutos de reiniciar la sesión, tras la aprobación el viernes pasado del proyecto en general, la Casa Rosada mueve hilos con el objetivo de acercar posiciones con la oposición. Por estas horas, los gobernadores relojean sus celulares a la espera de contactos desde Buenos Aires para avanzar en la negociación.
Minutos antes de las 11, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, recibió en su despacho a los jefes de las bancadas aliadas. Se acercaron Cristian Ritondo (PRO), Miguel Ángel Pichetto (Hacemos Coalición Federal), Rodrigo De Loredo (Unión Cívica Radical), Pamela Calletti (Innovación), así como Oscar Zago (La Libertad Avanza) y José Luis Espert (Avanza Libertad). No fue una reunión “productiva”, según detallaron a Infobae. El propósito de la misma fue oficiar de una especie de Labor Parlamentaria ad hoc. Es decir, un espacio para coordinar el desarrollo de la sesión que tratará artículo por artículo de proyecto de Ley.
“Tienen lista de oradores”, preguntó un legislador oficialista a un colega del bloque de Pichetto. “Qué lista de oradores si no hay acuerdo político sobre un montón de temas”, le respondió, seco, el diputado opositor. Menem buscó convencer a los legisladores en su despacho para que se avance en el tratamiento de a capítulos. Porque si el debate es artículo por artículo, la sesión pude ser eterna. Son 368 artículos, de los 664 originales, y por reglamento, todos los diputados tienen derecho a mocionar sobre cada punto que consideren. Es la idea que tienen en Unión por la Patria (UxP). Conducidos por Germán Martínez, la bancada de la oposición más dura cuenta con 99 diputados dispuestos a rechazar todos los artículos, pero a expedirse durante la sesión sobre varios puntos para fijar una posición política.
Menem conoce que deberá tener paciencia y pericia parlamentaria. Se apoyó en diputados aliados como Pichetto y Ritondo, experimentados en la ingeniería legislativa, para darle dinámica a la sesión. Pero la forma no logrará tener éxito sin un acuerdo político entre el oficialismo y la oposición sobre temas centrales. Con ese objetivo, a la misma hora que el riojano estaba reunido con los presidentes de los bloques, Guillermo Francos, ministro del Interior de la Nación, ingresó al palacio del Congreso.
El funcionario es el brazo político del Gobierno, que articula puentes con las provincias y el Poder Legislativo. “Por qué no empiezan a llamar a los gobernadores y hablar punto por punto los temas trabados”, propuso Pichetto en un momento de la conversación. Sin posibilidad de garantizar acuerdos, Francos recogió el guante. Los jefes provinciales esperan la comunicación de Balcarce 50 para definir temas sensibles.
Hasta anoche, los gobernadores no habían recibido contactos formales del gobierno. La situación tensiona el diálogo político y genera un clima caldeado para retomar el debate en el recinto. Privatizaciones, Impuesto PAÍS, facultades delegadas y emergencias, Fondo de Garantía de Sustentabilidad, el capítulo de seguridad, la Ley de Glaciares, el apartado sobre la deuda pública son los temas de alto voltaje, sobre los que no hay acuerdos.
Desde Hacemos Coalición Federal y la UCR espetaron a los emisarios del Gobierno para que se contactaran con las provincias. “Hablá con Toto (Luis Caputo, ministro de Economía), para que llame a los gobernadores”, insistió uno de los dirigentes testigos de la reunión entre los bloques. Al terminar ese cónclave, Pichetto reunió a su tropa para unificar criterios. Sin acuerdo con los gobernadores, HCF presenta una heterogeneidad difícil de unificar en el parlamento a la hora de votar el articulado.
Mientras tanto, De Loredo ingresó a una cumbre con los gobernadores de lo que fue Juntos por el Cambio (JxC) para transmitirles lo conversado con Menem y los operadores políticos de la Casa Rosada. Participaron también Ritondo, Pichetto y un grupo de legisladores de las bancadas al oficialismo. En estos momentos, la atención está puesta en los pasillos, por fuera del recinto, donde se avanza en negociaciones a máxima velocidad para lograr consenso en torno a los temas más disputados.
Según pudo conocer Infobae, se conectaron al cónclave de gobernadores Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Nacho Torres, (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdés (Corrientes), Marcelo Orrego (San Juan). En esa liga también se agrupan Leandro Zdero (Chaco), Claudio Poggi (San Luis), y Jorge Macri, (jefe de Gobierno porteño). Desde el peronismo no kirchnerista, también articulan de forma satelital con esa entente Martín Llaryora (Córdoba), Raúl Jalil (Catamarca) y Olsvaldo Jaldo (Tucumán).
La reunión se extendió por cerca de 40 minutos y no hubo acuerdos certeros. Aunque la idea de los jefes territoriales es que el Gobierno los contacte para buscar acuerdos. En el fondo, es una disputa por la caja, para acercar posiciones respecto de aquellos artículos de la Ley Ómnibus que afectan la recaudación de las provincias.
Los mandatarios exigen que los atiendan Francos y Caputo. Sospechan que el ministro del Interior puede ser desautorizado por Javier Milei y sus colaboradores más cercanos, como Nicolás Posse, y el propio ministro de Economía.
Desde la Casa Rosada insisten en que el capítulo fiscal fue retirado de la Ley y que se discutirá “más adelante”. En cambio, los gobernadores presionan con que hay artículos sensibles, como los del Impuesto PAÍS, que permanecen en el dictamen. Para sustraerlo del articulado, el oficialismo deberá reunir consenso. Desde las provincias presionan con no apoyar temas centrales como las privatizaciones o el alcance de las facultades delegadas, en caso de no haber acercamiento sobre los aspectos que exigen.