La ley de “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, más conocida como “Ómnibus”, comenzará a ser votada de manera particular por Diputados este martes desde las 14, tras su aprobación en general y el cuarto intermedio activado el viernes pasado. El Gobierno se expondrá en las próximas horas a dos situaciones determinantes: sufrir un desguace aún mayor de la iniciativa y digerir, en el balance del Ministerio de Economía, lo que perderá del Producto Bruto Interno (PBI) si cede ante el espacio dialoguista, que sigue con sus propias internas y dificulta un -lejano- entendimiento final con el Gobierno libertario.
En el recinto se espera una discusión tediosa. El oficialismo apunta a un debate por capítulos del texto en cuestión. No obstante, la desorganización de las propias bancadas que apuestan al curioso “consenso”, sumada a la oposición kirchnerista y la izquierda, derivaría en una definición caótica de artículo por artículo. De hecho, los legisladores más experimentados estimaban anoche, como mínimo, la continuación de la votación en particular para el miércoles. Siempre y cuando no aparezca un escenario traumático que obligue a otro tipo de decisión.
Durante la jornada de ayer, el oficialismo de la Cámara baja realizó llamadas y mantuvo reuniones informales con referentes de las bancadas opositoras, incluido el kirchnerismo. El inconveniente es que las negociaciones estuvieron empantanadas este lunes por el tironeo entre una Casa Rosada con fusibles ya quemados y los gobernadores. Bajo estos parámetros el jefe libertario, Oscar Zago, estará desde temprano en Diputados para un último escaneo previo al recinto. En tanto, a las 12.30 reunirá a su bloque.
El inmenso proyecto enviado por Javier Milei tendrá eliminados desde el vamos decenas de artículos, tras el anuncio que hizo antes de la votación en general por el miembro informante y presidente de la comisión -cabecera- de Legislación General, Gabriel Bornoroni. En los primeros a tratar aparecen las emergencias y delegaciones, donde la oposición acuerdista amenaza con achurar la ley desde el inicio. A esta altura, el tema casi que excede al Congreso y definirá el pleno en el recinto, con todo lo que ello involucrará.
La discusión en comisiones de la iniciativa fue la primera muestra de la oposición amigable a Milei para arañar alguna cuota de poder desde el Congreso y recuperar terreno perdido, tras lo ocurrido en las elecciones de 2023. Lo segundo y más importante vendrá en las próximas horas cuando aparezca la consiga mágica: plata. Las delegaciones de facultades, las jubilaciones, las condiciones para endeudarse, una potencial coparticipación del impuesto PAIS, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS -esperan cajas jubilatorias locales-, las privatizaciones y fondos fiduciarios aparecen en la bandeja de los mandatarios provinciales.
Otras aristas que generan ruido están relacionadas con los capítulos de seguridad y la suba de penas, legítima defensa y resistencia a la autoridad; y ambientales, con una lupa direccionada hacia glaciares e incendios.
Realidades
“Es muy difícil negociar tantos artículos cuando discutiste un mes y, a esta altura, te aparecen cinco versiones en las que el Gobierno y el Congreso no se puede poner de acuerdo. Llega un punto en el que tenés que ir a votar al estilo ‘elige tu propia aventura’”, reconoció un diputado de la oposición dialoguista durante la tarde de ayer.
Otro experimentado legislador fue más determinante: hizo la cuenta del kirchnerismo, la Izquierda y algunos integrantes de su bloque en desacuerdo con las facultades delegadas y trazó un panorama oscuro de cara al recinto. “Si partimos desde esa base, hay muchos artículos que estarían comprometidos. La Libertad Avanza tendrá que negociar antes de ir al recinto”, advirtió.
Hasta el impuesto PAIS tiene miradas distintas entre los acuerdistas. Unos sugieren coparticipar ahora -Gobierno prometió desactivar-; otros, que quede afuera y se trate un paquete fiscal integral en las próximas semanas. Todo, en medio del viaje al exterior de Milei y una votación en particular que necesitará quórum para cada artículo. Otro ítem que deberá tener en cuenta el oficialismo serán las abstenciones, que podrían torcer en algunos tramos el rumbo del proyecto.
Revisión
El espinoso sendero está comprometido también por el Senado. Allí, legisladores silvestres de distritos clave esperan ansiosos el proyecto de Diputados para dar un veredicto final. También hay otras cuestiones que sobrevuelan de manera discreta para presionar al Ejecutivo: el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregula la economía y la ley sobre lavado de activos, que espera ser dictaminada mañana. A la titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel -a cargo del Ejecutivo por el viaje de Milei-, ya le mostraron el poder de daño con la Boleta Única de Papel, hoy trabada y sin fecha para ir al recinto por un potencial empate, mientras que el kirchnerismo prometió insistir con una sesión especial para rechazar el DNU.
Durante el fin de semana, el clima se caldeó tras las declaraciones del titular provisional del Senado, Bartolomé Abdala, sobre los gobernadores que son “animalitos de gastar”. Le respondió Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro), que aseveró en declaraciones televisivas: “Por el camino que vamos está un poco difícil. Además, los conceptos son ofensivos para la clase política y para los gobernadores, quienes se atreven a jugársela en la provincia”.
Silva agregó: “Con este panorama es que estaremos desarrollando nuestra tarea en el Senado si es que la Ley Ómnibus va a tener media sanción en la Cámara de Diputados. Esperaremos que llegue a la Cámara de Senadores, nos tomaremos el tiempo necesario para hacer todos los análisis y veremos. También falta votar el DNU”. Su partido apoyó la boleta única en Diputados y la legisladora presentó otro dictamen semanas atrás en la Cámara alta, que dejó empatada y frenada a la iniciativa.