El secretario adjunto del Departamento de Estado de EEUU para la región, Brian Nichols, comenzó esta mañana en la Casa Rosada las primeras reuniones con funcionarios de primer nivel del gobierno de Javier Milei.
Entre las principales actividades, tenía prevista una reunión con el presidente en la que el jefe de Estado iba a agradecer el apoyo decisivo que brindó el gobierno de Joe Biden a la Argentina para destrabar sin demoras el último desembolso del Fondo Monetario, pero hasta las 10, todavía no se había podido confirmar si el encuentro se concretó.
Milei, según lo anticipado por fuentes al tanto de las actividades del funcionario norteamericano, iba también a ratificar el compromiso de mantener un renovado alineamiento geopolítico con Washington; y la decisión de profundizar la cooperación bilateral en campos tan diversos como el económico, el diplomático y la seguridad, entre otros.
La visita por tres días del secretario adjunto para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado se inscribe en una nueva sintonía de Estados Unidos con Argentina, que se inició a partir de la llegada del líder libertario a la Presidencia, y que se expresa en reuniones bilaterales permanentes, apoyos específicos -como frente el FMI- y hasta la confirmación de la llegada en mayo del poderoso e imponente portaaviones George Washington.
“Entusiasmado de llegar a Buenos Aires! Me reuniré con Javier Milei y hablaré con argentinos de diversos sectores, trabajaré para ampliar nuestros lazos comerciales y, con suerte, tendré tiempo para disfrutar de las mundialmente famosas cultura y comida argentinas”, expresó el domingo el enviado de Biden en su perfil de X. La semana pasada había confirmado también en redes sociales que tendría contacto con el gabinete, “líderes empresariales y de la sociedad civil para expandir los lazos económicos y de negocios de nuestros países, avanzar en la promoción de los derechos humanos y fortalecer nuestra cooperación frente a desafíos regionales y globales”.
El funcionario de EEUU tenía confirmados encuentros con la canciller Diana Mondino y luego será el turno del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y de la titular de Seguridad, Patricia Bullrich, entre otros funcionarios de primer nivel de la Argentina. También mantendrá contactos con referentes del mundo empresario y referentes sociales.
Con ellos va a abordar una amplia variedad de temas de interés común, donde sobresalen cuestiones que preocupan especialmente a los Estados Unidos. Al tope de la lista se inscriben la promoción de inversiones, el avance de China en América Latina, la amenaza del terrorismo y del narcotráfico.
La visita de Nichols ocurre en una semana decisiva para la aprobación de la denominada “Ley Ómnibus”, que incluye entre otros ítems la privatización de una lista de empresas públicas como bancos, medios públicos, pero algunas estratégicas, como las vinculadas a la energía, desarrollos nucleares y de satélites.
Washington tiene una especial atención sobre los movimientos de China, sobre todo en materia de inversiones en infraestructura en áreas sensibles en países con problemas financieros.
La llegada de Nichols se confirmó la semana pasada mientras el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, estaba en Washington manteniendo una amplia agenda, que lo llevó a la Secretaría del Tesoro, donde estuvo con el influyente subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro, Jay Shambaugh; y al FMI, donde habló con Gita Gopinath, subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional. Luego se encontró con funcionarios de la CIA y del Comando Sur.
La decisión de Milei de recibir al funcionario que integra el equipo del secretario de Estado, el poderoso Anthony Blinken, expone el interés del presidente de explicitar un alineamiento sin grises con la Casa Blanca. No es sólo por las obligaciones que impone la necesidad que tiene la Argentina de contar con la solidaridad y comprensión del principal accionista del FMI, sino que responde a una cosmovisión que tiene el Presidente desde mucho antes de pensar en llegar al sillón de Rivadavia.
Estados Unidos e Israel son para el líder libertario los ejes donde entienden que debe moverse la Argentina. En esa lógica es que partirá desde Ezeiza, pasado el mediodía, con destino a Tel Aviv, donde iniciará una visita que se prolongará casi una semana. Después será el turno de Italia, donde estará con Meloni -que integra la misma internacional de derecha- y luego con el papa Francisco.