En cuarenta años de democracia nunca el Presidente visitó a un país en guerra. Javier Milei romperá mañana esa secuencia histórica volando hacia Israel bajo estrictas condiciones de seguridad que implican a la Casa Militar, a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), a los servicios de inteligencia que se controlan desde Jerusalén (Shin Bet y Mossad) y a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El jefe de Estado aterrizará en Tel Aviv durante una inédita escalada bélica en Medio Oriente. No sólo Hamas está lanzando sus misiles a Israel desde Gaza y Hezbollah disparando sus cohetes desde el Líbano, sino que además se aguarda que Irán replique un masivo ataque aéreo ordenado por Joseph Biden que hizo blanco en Siria, Irak y Yemen.
Milei se alojará en el histórico hotel King David, a escasa distancia del Muro de los Lamentos. Y su comitiva se limita a la canciller Diana Mondino, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y el rabino Shimon Axel Wahnish, embajador designado en Israel.
La agenda presidencial está definida, pero su desarrollo cronológico es un secreto de Estado.
Milei tendrá audiencias con Isaac Herzog -presidente de Israel- y Benjamín Netanyahu -primer ministro israelí-, visitará el Museo del Holocausto -Yad Vashem-, recorrerá el kibutz Nir Oz -que fue blanco del ataque terrorista del 7 de octubre-, caminará las calles inclinadas de Jerusalén y se encontrará con los familiares de los rehenes cautivos por Hamas en los túneles de Gaza.
MIlei estará en Israel entre el 6 y 9 de febrero, y a continuación volará a Roma para participar de la ceremonia de canonización de “Mamá Antula”, mantener una audiencia con Francisco, almorzar con el presidente de Italia, Sergio Matarella, y protagonizar una bilateral junto a Georgia Meloni, primera ministra italiana. El 12 de febrero, a la noche, el jefe de Estado regresará desde Fiumicino a Buenos Aires.
Milei será el primer mandatario de América Latina que llegará a Israel tras los ataques terroristas cometidos por Hamas durante el 7 de octubre de 2023. Ese día, el grupo fundamentalista financiado por Irán asesinó a más de 1.200 judíos, mutiló y violó a decenas de personas, y secuestró cientos de civiles que aún permanecen cautivos en la Franja.
Durante las conversaciones que mantuvo con Herzog y Netanyahu antes de asumir en Balcarce 50, Milei se comprometió a viajar sin demoras a Tierra Santa. Y cuando aceptó la invitación de Francisco para participar de la ceremonia de canonización de “Mamá Antula”, no dudó en poner como primera escala a Jerusalén, Tel Aviv y el sur de Israel atacado por Hamas.
La decisión de Milei impactó en la administración de Netanyahu. El principio de legítima defensa que ejerce Israel frente al ataque de Hamas es cuestionado en ciertos países de América Latina -Brasil, Colombia y México-, y la posición del presidente argentino rompe el cerco político que levantaron Lula da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador.
El Presidente aún no resolvió si anunciará en Israel su decisión de colocar a Hamas como organización terrorista -Hezbollah ya está en esa lista desde la gestión de Mauricio Macri-, y ratificará frente a Herzog y Netanyahu que la embajada de Argentina en Israel será trasladada de Tel Aviv a Jerusalén cuando las circunstancias geopolíticas permitan cumplir la promesa sin posibles daños colaterales.
Israel está bajo asedio permanente desde Gaza, el Líbano, Siria, Irán, Irak, Cisjordania, Turquía y Yemen, y sus aliados -en este caso el presidente Milei-, son considerados un blanco móvil para Hamas, Hezbollah, los Hutíes, la Jihad Islámica, la Fuerza Quds, y otros grupos terroristas financiados y entrenados por Teherán.
Milei conoce el peligro de hacer una visita de 60 horas a Israel, pero decidió correr el riesgo personal y político. En este contexto, el Presidente se reunirá con los familiares de los rehenes secuestrados por Hamas y visitará Nir Oz, un kibutz ubicado a 1.500 metros de Gaza que fue atacado durante horas por los terroristas de Hamas.
La masacre cometida en Nir Oz -que tenía a muchísimos argentinos- fue ejecutada por terroristas de Nukbha (elite, en árabe), una unidad de combate que pertenece a las brigadas Izz al-Din al Qassam, el brazo militar de Hamas. Los combatientes de Nukbha tienen una probada experiencia en combate y toma de rehenes, y están equipados con armamento de última generación provistos por Irán y Siria.
Los fedayines de Hamas llegaron en la madrugada del 7 de octubre en camionetas y motos. Rompieron una verja con caños y alambrados, quemaron todos los autos que estaban a su paso, anularon el uso de la ambulancia y mataron al jefe de seguridad. Fue el primer kibutz que Hamas atacó en Israel, en una operación terrorista que planificó durante meses.
En apenas 20 minutos, la brigada de Nukbha se apropió del perímetro externo del kibutz Nir Oz y durante las próximas 18 horas ejecutaron una cacería terrorista que incluyó hasta los perros de los kibbuzins. Los terroristas de Hamas incendiaron las casas que no podían ingresar, violaron a todas las mujeres que pudieron capturar, mataron a bebes, niños y abuelos, y se llevaron un número no identificado de rehenes y cadáveres que usan para negociar con el gobierno de Israel.
Milei hará la recorrida de Nir OZ con un experimentado militar de Israel y una sobreviviente del ataque perpetrado por Hamas. En el kibutz, a 90 minutos en auto desde el hotel King David, es muy probable que el presidente dialogue con otros kibbuzins que vivían en Nir Oz y esperan su llegada a un espacio que era familiar y ahora exhibe la crueldad de los terroristas.
El Presidente también visitará el Muro de los Lamentos y el Santo Sepulcro que se encuentran a pocas cuadras de distancia. Además, Milei tiene previsto una recorrida por los barrios históricos de Jerusalén, adonde se mezcla el olor a especia con los colores de las camisetas de la Selección Argentina que, sin importar tamaño o calidad, exhiben en su espalda la palabra mágica y ecuménica: Messi.