El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, se reunió ayer en secreto con el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Williams Burns, para establecer una hoja de ruta que permita coordinar esfuerzos entre Argentina y Estados Unidos destinados a reprimir al narcotráfico internacional y a las células terroristas apoyadas por Irán que operan desde la Triple Frontera.
El cónclave de Posse con Burns exhibe el respaldo político de Joseph Biden respecto a Javier Milei: el director de la CIA es una pieza clave en la negociación con Hamas para lograr un cese del fuego en Gaza, y ahora es poco habitual que su agenda tenga espacio para otros asuntos globales.
A diferencia de Alberto Fernández, que tuvo una posición en zigzag con la Casa Blanca, Milei hace una apuesta personal a la relación diplomática con Estados Unidos y está dispuesto a compartir información local con la CIA. Eso explica que Posse haya llegado al encuentro con Burns junto a Silvestre Sívori, titular de la Agencia Federal de la Inteligencia (AFI).
Estados Unidos tiene muchísima preocupación respecto a los carteles de la droga que operan en Argentina y a su vinculación con células terroristas desplegadas en la Triple Frontera que responden a Hezbollah. Este grupo terrorista participó en los ataques a la Embajada de Israel y la AMIA, ataca a Israel desde la frontera con Líbano y es apoyado por el régimen fundamentalista de irán.
Posse y Sívori conocen este complejo asunto transnacional y se mostraron inclinados a compartir información y trabajar de manera conjunta con los espías de la CIA desplegados en la Argentina. Esta posición institucional del jefe de Gabinete y del titular de la AFI contrastó con la dilación procesal que aplicó el exgobierno peronista al momento de entregar el avión venezolano tripulado por pilotos iraníes que actuaban bajo las órdenes de Teherán.
La Casa Blanca también despliega una agenda de contención de la ofensiva de China en América Latina a través de la denominada Ruta de la Seda. El director Burns reporta constantemente a Biden sobre las distintas acciones que emprende Xi JInping, y en Washington hay un interés creciente respecto a la Hidrovía y a las intenciones de Beijing para obtener su control.
Milei está alineado con la Casa Blanca y no tiene intenciones de ceder un sólo espacio estratégico al régimen comunista. Burns ya sabe que la actual administración decidió cancelar las negociaciones con China para comprar aviones supersónicos y que optó por adquirir en Dinamarca más de veinte aviones de combate que estarán armados con tecnología aportada por el Pentágono.
La reunión de Posse con Burns sucedió después del mediodía en DC y hacia adelante acordaron una agenda común de colaboración vinculada a las amenazas de seguridad nacional causadas por el narcotráfico y el terrorismo internacional.
La información secreta ya ha probado que ambos delitos trasnacionales se cruzan en países claves de América Latina y que tienen una fuerte capacidad de acción desde Rosario y la Triple Frontera. La AFI y la CIA recolectaron información estratégica que vincula a carteles de la droga de Colombia, Perú y Venezuela con células dormidas y en actividad de Hezbollah y la Jihad Islámica que operan en Paraguay y Brasil.
Estas células terroristas no sólo hacen inteligencia en la Triple Frontera, sino que además se dedican a recaudar fondos negros para financiar las acciones de Hamas adentro y afuera de Gaza. Hamas es responsable del ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel, que causó más de 1.200 muertos, cientos de mutilados y cerca 240 secuestrados que aún permanecen cautivos en La Franja.
En nombre de Estados Unidos, el director Burns negocia con Qatar, Egipto y Turquía una cese del fuego con Hamas que permitiría la libertad de los rehenes civiles, entre ellos 11 israelíes con nacionalidad argentina. Posse y Sívori ahora tienen un backchannel que permitirá al gobierno sumar su reclamo en la mesa de negociaciones cuando Hamas defina aceptar la tregua y liberar a los secuestrados en los túneles de Gaza.