Es la aplicación efectiva en el ámbito militar del “no hay plata” que ordenó el presidente Javier Milei y viene ejecutando con método y constancia el ministro de Economía, Luis Caputo. Los integrantes de las Fuerzas Armadas recibieron ayer la notificación formal de que no iban a cobrar un plus salarial que había prometido el gobierno anterior y que la mejora en los sueldos no se diferenciaría de la pauta general del 16% que la Casa Rosada dispuso para todo el personal de la administración pública nacional.
La decisión de no pagar la denominada “cuota de jerarquización” para equiparar los ingresos atrasados de los militares con respecto a los que cobran policías, gendarmes y prefectos provocó un generalizado malestar en el ámbito castrense, que el ministro de Defensa buscó atemperar con explicaciones formales, informales, compromisos de priorizar la recomposición urgente de los ingresos de los uniformados -golpeados como todos por la inflación- y la instrumentación inmediata de los ascensos.
El malestar castrense se asienta en que esperaban que se cumpliera la promesa que habían hecho dirigentes de La Libertad Avanza con la familia militar antes y después de las elecciones de que Milei iba a continuar con el plan de equiparación salarial -la primera y más decisiva reivindicación- que había iniciado el gobierno anterior. Es que el año pasado, el Estado Nacional pagó como “cuotas de jerarquización” un plus de 14% en marzo y en julio, 12% en noviembre y restaban 2 cuotas de 10% a percibir en enero y abril de 2024.
La decisión del presidente de prorrogar el Presupuesto del año pasado, donde no estaban escrituradas las partidas para hacer frente a esas obligaciones financieras, esfumaron las palabras que habían escuchado los uniformados por canales informales desde la época en que Victoria Villarruel hablaba como la voz de Milei para militares, policías, gendarmes y resto de uniformados de que se continuaría con esa política de recomposición salarial.
“Lo del gobierno anterior fue una irresponsabilidad. Fue parte del ‘Plan Platita’ que pusieron en marcha para tratar de ganar las elecciones. A cada sector le hicieron una promesa que era imposible de financiar. Para pagar la cuota de jerarquización hay que imprimir o sacar recursos de otro lado. La decisión es llegar a déficit cero, por eso explicamos que por ahora no se pueden hacer excepciones a esa política general, pero explicamos que se va a priorizar retomar ese camino de mejora de los sueldos apenas se estabilice la economía”, explicaron a Infobae fuentes oficiales.
Más allá de esa explicación extraoficial, el Ministerio de Defensa ayer confirmó en un comunicado de prensa que el personal militar sólo recibiría el aumento salarial del 16% correspondiente a la paritaria de la administración pública, que se verá reflejado en los recibos de sueldo del mes de febrero. Y que “en cuanto a los ascensos, y con el propósito de satisfacer las necesidades orgánicas para el normal funcionamiento de cada fuerza, se promovió al grado inmediato superior a todos aquellos que cumplan con los requisitos necesarios para ser ascendido, tal cual lo establece la Ley para el Personal Militar N° 19.101″.
“Se trata de ascensos que competen a las jerarquías del escalafón militar según corresponda a cada fuerza. Desde subtenientes a mayores en el caso del Ejército, desde alféreces a mayores en el caso de la Fuerza Aérea y desde guardiamarina a capitán de corbeta, en el caso de la marina. A diferencia de lo que ocurrió en oportunidades anteriores, cabe destacar que esta designación se publicó en tiempo y forma evitando de esta manera demoras en los ascensos esperados y en las tareas operativas de cada fuerza”, se indicó.
Los ascensos inmediatos fue el gesto que trató de dar Petri para moderar el malestar por el impacto en el bolsillo de la política del “no hay plata” que puso en vigor y sin excepciones el gobierno que asumió el 10 de diciembre. Una inquietud que se superpone a la que se percibe en cuarteles y dependencias militares por las declaraciones del ministro de querer avanzar en un cambio normativo para involucrar a las Fuerzas Armadas de algún modo en el combate contra el terrorismo y el narcotráfico fronteras adentro.
Es que los altos mandos militares temen ser involucrados en actividades para las que no están capacitados, que requieren procesos de entrenamientos intensivos que no se contemplan, y que encima se los exponga con personal sin adiestramiento y encima mal pago. A partir de la grilla que se conoció en las últimas horas, un teniente general, almirante o brigadier cobrará un básico de menos de 1,5 millón de pesos y, en la otra punta, un voluntario, poco más de 322 mil.
Razones de una postergación
Lo cierto es que el Ministerio de Defensa informó que “luego de haber analizado con detenimiento el convenio firmado por la gestión anterior, no habiéndose previsto por dicha administración la partida presupuestaria correspondiente para afrontar las cuotas para la jerarquización salarial de las Fuerzas Armadas, no se podrá proceder con el pago de las mismas”.
“Es importante remarcar que, bajo una actitud netamente electoralista y de impericia financiera, la gestión anterior continuó prometiendo el pago restante de dicha jerarquización, a sabiendas que los informes que constan en la expediente, indicaban todo lo contrario. En este contexto, el actual gobierno recibió ministerios vaciados, un país endeudado y un Estado devastado y desprovisto de recursos”, se indicó.
Y agregó: “Este comportamiento irresponsable pone en evidencia, una vez más, cuál ha sido el criterio implementado para administrar los recursos del Estado. Si bien desde el Ministerio de Defensa se considera justo y necesario equiparar el sueldo de las FFAA con el personal de las Fuerzas de Seguridad con el fin de reivindicar el trabajo de los hombres y mujeres que dedican su vida a defender la Patria, dicho plan de jerarquización debe ser realista, sincero y acorde a la situación económica del país”.
La crítica de Taiana
El ex ministro de Defensa, Jorge Taiana, que anunció la equiparación de los sueldos y el plan de jerarquización criticó la decisión del gobierno de Milei de suspender su aplicación. “Llama la atención el incumplimiento del plan de jerarquización salarial por parte de un gobierno que hizo campaña con promesas de aumentos de presupuesto en el área de defensa, tanto en lo salarial como en lo referido al equipamiento y el fondo de inversiones para de la defensa”.
El ex ministro dijo que durante su gestión se recuperaron los ingresos del personal militar y aseguró: “Esto se logró con la voluntad política del gobierno anterior que se comprometió desde el primer momento con el mejoramiento del bienestar de las FFAA. Primero consiguiendo la tan demandada regularización de haberes, saneando la situación del IOSFA y luego implementando la jerarquización salarial”.
“El proyecto de Ley de Presupuesto 2024 contemplaba el incremento restante (los dos tramos previstos para 2024) pero la decisión explícita del gobierno de Milei de no aprobar este presupuesto y reconducir el del 2023, tuvo el único objetivo de licuar los gastos del Estado, las jubilaciones y los salarios de toda la Administración Pública, incluido el de las Fuerzas Armadas”, concluyó.