A las 18, ingresó al Congreso, sorpresivamente, Karina Milei, secretaria General de la Presidencia y persona de máxima confianza del Presidente. No llegó sola: la acompañó Lisandro Catalán, funcionario clave del Ministerio del Interior, y el vocero Manuel Adorni. “No sabía que venía”, le dijo a Infobae un diputado de peso en el PRO. Cuando la funcionaria y hermana de Javier Milei se instaló en el Palacio, ninguno de los presidentes de los bloques dialoguistas estaba en el recinto. En los corrillos legislativos se comenzó a hablar de un cónclave entre el Gobierno y la oposición. ¿Será la llave para destrabar las negociaciones y avanzar en la aprobación de la Ley Ómnibus? Como con el resto de las cosas, nadie tiene certezas.
“No tengo idea a qué hora votamos”, reniega uno de los diputados más destacados de la Unión Cívica Radical. “Hay 100 anotados para hablar totalmente de gusto, para escucharse ellos y bloquear todo”, se quejó también un representante de la bancada de La Libertad Avanza, espacio de Javier Milei. En el PRO tampoco hay certezas. “El último orador está previsto para las 2 de la mañana, pero es todo muy dinámico”, analizó una legisladora de la bancada que conduce Cristian Ritondo. La regla es la incertidumbre. Lo que nadie niega es que es el debate parlamentario más largo de la historia política argentina, que hoy acumula dos jornadas y se encamina a la tercera.
En la oposición más dura, que encarna Unión por la Patria, tampoco tienen certezas sobre cuándo terminará la sesión en la que la Cámara de Diputados debate la Ley Bases y Puntos de Partida Para la Libertad de los Argentinos (Ley Ómnibus). Un peronista enrolado en el kirchnerismo, decidido con sus compañeros de bloque a rechazar el proyecto, fue desafiante: “Estamos para votar cuando llamen”.
Mientras tanto, Karina Milei irrumpió de sorpresa a la Cámara de Diputados, escoltada por Manuel Adorni, vocero presidencial, Sebastián Pareja, legislador libertario, y una comitiva de asesores libertarios. En ese momento, Martín Menem se retiró del estrado y Julio Cobos, vicepresidente 2do de la Cámara, lo reemplazó al frente de la sesión. En la oposición dialoguista apelan a que la hermana del Presidente, con incidencia y voz de mando, pueda tomar decisiones para avanzar hacia un acuerdo que destrabe las negociaciones.
En la primera parte de la sesión que transcurrió ayer, los diputados avanzaron en una lista de oradores que disertó sobre aspectos generales del proyecto de Ley. Originalmente, el texto tenía 664 artículos y ahora, con las modificaciones que aceptó el oficialismo, quedó en no más de 300. El Gobierno sabe que tiene asegurada la aprobación en general de la ley. Pero aún faltan acuerdos sobre varios puntos medulares. Eso genera inseguridades en el oficialismo. Mientras, el tiempo no para.
A las 17, aún queda una lista de 100 oradores pendiente. “Estamos viendo si logramos que se bajen algunos”, le dice a Infobae un legislador libertario. El oficialismo busca recortar esa nómina para acelerar los tiempos de la sesión. De todos modos, el problema no son los tiempos, son los votos. El Gobierno no logra reunir los avales necesarios para aprobar puntos centrales de la Ley Ómnibus.
En la primera jornada, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, llamó a un cuarto intermedio a las 21:30. Habían pasado 11 horas de debate y faltaba un largo trecho para completar la lista de oradores. Previo acuerdo con los presidentes de los bloques, en la reunión de Labor Parlamentaria del martes, el consenso era pausar la sesión antes de la medianoche para regresar hoy y reiniciarla. Así fue. No obstante, en estos momentos no se sabe si hoy si se llegará a completar la lista de oradores, si se votará en general durante la madrugada o, bien, si irán a cuarto intermedio y regresarán el viernes para continuar. La incertidumbre gobierna el recinto.
Mientras tanto, en los pasillos y despachos siguen las negociaciones. Por estas horas, las privatizaciones es no de los puntos más resistidos. Esta mañana, Cristian Ritondo, Miguel Ángel Pichetto y Rodrigo De Loredo, presidentes de los bloques dialoguistas, se reunieron con Martín Menem y Oscar Zago, jefe de la bancada libertaria. La reunión no fue buena y no lograron acuerdos.
Idéntica situación ocurre con el artículo de emergencias y las facultades delegadas. Los radicales y un grupo de legisladores del bloque de Pichetto no están dispuestos a aprobar tal cuál está ese artículo. En la oposición dialoguista deslizan que por parte de la Casa Rosada no hay interlocutores buscando destrabar las negociaciones.
Durante la tarde, desde el radicalismo y Hacemos Coalición Federal acercaron cada uno una propuesta alternativa sobre las privatizaciones. Karina Banfi redactó un esquema para los radicales, mientras que Nicolás Massot hizo lo propio por el bloque de Pichetto. Plantean matices sobre aprobar el listado de 39 privatizaciones en bloque. Proponen debatirlas una por una, en artículos separados. También insisten en la idea de generar un mecanismo actualizado para cada privatización, que tenga intervención del Congreso.
A las 14, la mayoría de la bancada radical, de 34 diputados, abandonó el recinto y no regresó. Lo propio ocurre en el bloque de Pichetto, que reúne a 23 legisladores. En el oficialismo temen que si no logran acuerdos, esas bancadas se aparten a la hora de votar. Menem necesita de todos los bloques dialoguistas para avanzar.