El debate por la Ley Ómnibus transcurre desde las 10 de la mañana en el recinto de la Cámara de Diputados, en medio de la segunda jornada de calor intenso en la Ciudad de Buenos Aires y numerosas provincias del país, que probablemente se extienda hasta mañana, confirmando que se trata de una ola de calor. Y aunque el palacio legislativo cuenta con ambientes climatizados, los legisladores llegaron con elementos personales para combatir el calor.
En ese marco fue que el diputado del socialismo por la provincia de Santa Fe, Esteban Paulón, exhibió como detalle un abanico que resaltó por sus colores y la palabra “Equidad” como mensaje en favor de la lucha por la igualdad de género. La escena fue retratada por la periodista parlamentaria Débora de Urieta, quien la compartió en su cuenta de X. Este posteo, a su vez, fue replicado por el protagonista.
Paulón es representante de la provincia de Santa Fe, integrante del Partido Socialista en ese distrito. Forma parte del bloque Hacemos Coalición Federal, que, aunque es liderado por el rionegrino Miguel Pichetto, para el tratamiento de la Ley Ómnibus expresó diferencias. En efecto, el propio Paulón junto a Mónica Fein y Natalia de la Sota, expresaron su rechazo a la aprobación de la iniciativa del oficialismo.
Los legisladores explicaron en el recinto su posición contraria a la delegación de facultades extraordinarias al presidente Javier Milei, de la manera en la que esa facultad está planteada en el proyecto, cuyo nombre formal es Bases y Puntos de Partida para la libertad de los argentinos.
Mientras los legisladores debatían la Ley ómnibus en la cámara baja, una activista de la organización ambientalista Greenpeace intervino en la sesión y protestó en contra de algunas de las modificaciones que se plantean en el proyecto.
En medio de la jornada, la mujer desplegó un cartel con el mensaje “el ambiente no se negocia” al tiempo que gritó la misma consigna frente a todos los presentes en el recinto. Entre los cambios a los que se oponen, están los consignados en las normas sobre los glaciares, las quemas, el manejo del fuego y los bosques.
En la primera parte del debate, la legisladora Cecilia Moreau sorprendió con un reclamo que no estaba vinculado a la ley ómnibus
“Que saquen los candados de los ascensores porque son públicos y los diputados no podemos limitarnos en nuestros movimientos”, le solicitó a Martín Menem, titular de la Cámara Baja.
El diputado Germán Martínez, titular del bloque Unión por la Patria interrumpió la tanda de cuestiones de privilegio para plantear una queja que revolucionó el recinto: “Arriba de la pantalla -señaló- hay una persona que insultó a la diputada (Myriam) Bregman, hasta que no se retire no podemos seguir sesionando”.
El reclamo del legislador opositor provocó una sucesión de adhesiones de otros referentes legislativos que consideraron inadmisible continuar con el debate en medio de lo que consideraron “faltas de respeto”. Ante las quejas airadas y reiteradas que bloquearon la continuidad de la discusión, a Martín Menem no le quedó otra opción que intervenir.
Inicialmente el presidente de la Cámara de Diputados pidió proseguir porque “no se va a pedir el VAR”, pero luego tuvo solicitarle a la seguridad que retire del lugar a un hombre que inicialmente no fue identificado públicamente. Esta persona se retiró acompañada por agentes de la Cámara y por los diputados Romina Diez y Alejandro Bongiovanni.
Más tarde se supo que el expulsado fue Tomás Agote, un empresario que estaba en el palco de Comité PEP (Pymes emprendedores y Productores) que nuclea a hombres de negocios de todo el país.
El protagonista inesperado del debate luego se defendió a través de las redes sociales. “Sólo para aclarar, y es lo único que voy a decir sobre el asunto: NO INSULTÉ a Myriam Bregman. Vean y escuchen las grabaciones (deben estar). Pido disculpas por el revuelo que generé, no era mi intención. Pero (decir) ‘Estás confundida” y “Con cuántas PYMEs te reuniste” no son un insulto”, publicó.
El referente de La Cámpora está presente en la sesión y se espera que pronuncie un duro discurso en contra de la denominada “Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”.
Por ahora, Máximo Kirchner sigue el debate en silencio y conversa ocasionalmente con sus compañeros de bancada.
En un momento, el legislador kirchnerista se paró de su banca y se puso a charlar entre risas y cuchicheos con un grupo de personas, entre ellas el ex diputado Marcelo Casaretto, que estaban sobre un costado del recinto.
El debate en el recinto comenzó a las 10.29 con 134 asistentes que permitieron dar quórum, pero el inicio del tratamiento puntual de la denominada ley ómnibus se demoró.
La reforma que impulsa el gobierno nacional recién empezó a discutirse casi dos horas después, luego de que legisladores de la oposición expresaran sus críticas al oficialismo mediante una decena de cuestiones de privilegio. En ese marco se produjo el insulto a la diputada Bregman que interrumpió la discusión durante varios minutos.
En medio del revuelo que generaba cada una de las intervenciones de quienes planteaban cuestiones de privilegio, Miguel Pichetto solicitó la palabra para pedir un poco de orden en el recinto: “No son tolerables los abucheos, que se respete la palabra, si no es una cancha de fútbol esto”.
“Serán 40 horas sin entrar en el asiento 😂”; con ese mensaje y una foto posteada en la red social X, el diputado Martín Yeza, hizo conocer públicamente que su 1.95 metro de altura le hacía imposible sentarse con comodidad en su banca.
El mensaje generó numerosas reacciones y Yeza resumió su problema con una frase “Los altos estamos acostumbrados a adaptarnos al mundo”.
El legislador Leandro Santoro fue uno de los primeros en pedir una cuestión de privilegio. Y utilizó su espacio para criticar los modos del oficialismo para sumar votos que permitan aprobar la ley ómnibus.
“Es de público conocimiento que, en los últimos días, esta Cámara ha sido objeto de un ataque absolutamente inédito en la historia de la democracia moderna”, manifestó el diputado opositor.
“El apriete que realizó el Gobierno dio resultado. Generaron temor y hubo diputados que cambiaron su voto por presión de sus gobernadores. Esta Cámara está teñida de sospechas de corrupción y aprietes”, remató.