Está en marcha un fin de semana atípico. En la víspera del debate en el recinto, los gobernadores de Juntos por el Cambio se encuentran en estado deliberativo y hoy se reunieron por videoconferencia para poner en común perspectivas antes de responderle al Gobierno si acompañará por completo, de manera parcial o pedirá más cambios en la Ley Ómnibus. Por el momento pasaron a un cuarto intermedio, pero hubo manifestaciones de malestar por la falta de contacto de parte del oficialismo para brindar mayores detalles.
La marcha de las consideraciones de la oposición cambió ayer, cuando Luis Caputo reveló que removerá el capítulo fiscal del proyecto para facilitar la aprobación del resto del articulado. Las advertencias sobre una profundización y aceleración del ajuste a las provincias en caso de que no le otorgaran respaldo legislativo no le dieron al ministro de Economía el resultado que esperaba, por lo que debió ceder con el blanqueo, la moratoria, el adelanto de Bienes Personales, la ley de Ganancias, las retenciones y el cambio de la fórmula jubilatoria.
Frente a esta propuesta unilateral pero previamente conversada del Gobierno, que se realizó con la esperanza de conformar de una vez a los crecientemente exigentes opositores dialoguistas, desde hoy los mandatarios del interior están reviendo sus posiciones junto a sus legisladores. Hay varias conversaciones en paralelo, y la más importante fue una videoconferencia realizada al mediodía, de la que participaron Alfredo Cornejo (Mendoza); Maximiliano Pullaro (Santa Fe), los referentes del PRO, Ignacio Torres (Chubut); Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Marcelo Orrego (San Juan), Jorge Macri (CABA) y Claudio Poggi (San Luis). Gustavo Valdés (Corrientes) no fue de la partida.
En principio, el anuncio de Caputo anoche, que representó una marcha atrás del Gobierno, cayó bien en los sectores productivos, que habían hecho sentir su malestar con las medidas referidas a las retenciones en primera persona y a través de los mandatarios del interior. Esta semana, Caputo y el asesor presidencial, Federico Sturzenegger, autor de la parte de desregulación de la ley, recibieron para calmar las aguas a la Mesa de Enlace rural y al Consejo Agroindustrial Argentino mientras el asesor de Milei, Santiago Caputo, y su ministro del Interior, Guillermo Francos, dialogaban con la dirigencia política aliada.
Los gobernadores aún no emitieron un juicio claro sobre cómo actuarán en el recinto, pero dieron algunas señales de sintonía positiva con distintos comentarios a través de las redes sociales. Por lo pronto, además de intentar ponerse de acuerdo como bloque, están en diálogo también con los referentes de Hacemos Coalición Federal, el bloque de Miguel Pichetto y Nicolás Massot junto a los cordobeses que responden al gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Esa bancada estaba muy reacia al capítulo clave, y las voluntades que reúne serán decisivas para el destino de la iniciativa más importante para el Gobierno. También sus integrantes sopesan, puertas adentro, qué respuesta le darán a la Nación de cara al debate en el recinto, previsto para el próximo martes.
Según deslizaron desde el PRO, en la reunión de hoy se ponderó la posibilidad de darle facultades para decidir sobre temas fiscales al Ejecutivo, una de las propuestas que había puesto sobre la mesa el Gobierno entre el jueves y el viernes, y que sería vetada. Tanto desde Pro como en el bloque de Pichetto plantearon aseguraron que “de ninguna forma el Ejecutivo puede decidir sobre temas tributarios, eso le corresponde al Congreso”. En Gobierno, en tanto, dijeron que no tienen planeado insistir con esa oferta.
Durante el encuentro hubo algunos cuestionamientos vehementes contra Santiago y Luis Caputo, y nadie quiere dar un si o un no definitivo aún. En principio esperan que los contacten para darles el detalle de los cambios que contó Caputo, y planean volver a reunirse el lunes, sumando a los jefes de los bloques de Pro, Cristian Ritondo, y a Pichetto, quizá de manera presencial.
Mientras tanto, el Gobierno espera ávido una respuesta de esos sectores. Sin la suficiente cantidad de legisladores propios -sólo tienen 38-, los libertarios están obligados a consensuar con la oposición aliada, que se plantó con las retenciones y las modificaciones previsionales y ahora, esperan, deberían estar satisfechos. Los cargos que les dieron a los cordobeses y a los referentes amarillos, evidentemente, no fueron suficientes, por lo que debieron avanzar en concesiones por tandas. La última fue ayer, y ahora la pelota está del lado de los dialoguistas.