El Gobierno oficializó la renuncia del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, en medio de las negociaciones por la Ley Ómnibus. Su salida había sido anunciada el pasado jueves en momentos en que fue responsabilizado por haber filtrado información reservada del presidente Javier Milei respecto de los cruces con los gobernadores. Además, este sábado formalizaron el traspaso del área a Luis Caputo, actual titular de Economía.
“La Oficina del Presidente informa que, en los próximos días, el ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro presentará su renuncia por razones personales. En ese marco, se avanzará en el plan original de fusionar el área de Infraestructura dentro del Ministerio de Economía. Esta medida generará mayor coherencia en la política económica del gobierno nacional, y permitirá continuar adecuando el presupuesto al actual contexto de crisis. De esta manera, se retomará la disposición de 8 ministerios que el presidente Javier Milei había planeado durante su campaña electoral”, detallaron en un comunicado difundido por redes sociales.
El jueves pasado había trascendido que el Presidente decidió expulsar del gabinete a Ferraro por supuestas filtraciones de información y declaraciones que involucraban al propio jefe de Estado, en medio de un clima espeso entre la Casa Rosada y los gobernadores por la negociación de la Ley Ómnibus en el Congreso. Un segundo capítulo del despido de Ferraro llegaría con una redefinición de la arquitectura del gabinete, que pasaría a tener ocho ministerios. Detrás, además, está la tensa relación entre el funcionario saliente y su superior directo, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
La relación entre Ferraro y Posse era mala y se desgastaba día a día. Ferraro siempre estuvo convencido de que el jefe de Gabinete inclinó la balanza a favor de Caputo cuando de manera sorpresiva se anunció que las estratégicas secretarías de Energía y Minería iban a estar finalmente bajo la órbita de Economía. Eso pasó el feriado del 8 de diciembre pasado, dos días antes de la asunción de Milei y lo adelantó Infobae. Era la “joyitas” del ministerio de Ferraro y se evaporaron en segundos. No son pocos los que aseguran que fue una condición sine qua non que puso Caputo para aceptar sentarse en la silla caliente del Palacio de Hacienda.
Ferraro llegó al Ejecutivo porque tenía experiencia en proyectos de iniciativa público-privada, ya que entre el 2017 y el 2019 llevó adelante las iniciativas PPP para corredores viales, en su rol de director de KPMG Argentina, firma global que provee servicios de Auditoría, Impuestos y Asesoría.
A lo largo de su carrera, se desempeñó en esa empresa durante los últimos catorce años y en ese período también trabajó en el Túnel Ferroviario Aconcagua (2011-2015), la central Hidroeléctrica de Chihuido (2015-2018), el puerto de cargas de Ushuaia (2016-2017) y en el ramal ferroviario y estudios de factibilidad de Vaca Muerta (2016).
Una vez que se conoció la contundente victoria de Milei en el balotaje, tal como el ya Presidente había anunciado en septiembre, Ferraro fue designado formalmente como Ministro de Infraestructura, una de las 8 carteras que iba a tener el Gabinete durante esta gestión y que iba a tener bajo su ala los sectores de Energía, Transporte, Obras Públicas y Vivienda, Telecomunicaciones y Minería.
Sin embargo, al momento de asumir las cosas fueron un poco diferentes: en primer lugar, los Ministerios terminaron siendo nueve, ya que Salud mantuvo su categoría, y en segundo término, se decidió que tanto Minería como Energía queden en manos de Economía, conducido por Caputo.
Así, Infraestructura se quedó con las Secretarías de Transporte, donde ingresó Franco Mogetta; la de Obras Públicas, a donde llegó Luis Giovine; la de Vivienda y Hábitat, en la que está Héctor Lostri, y la de Comunicaciones y Conectividad, en manos de Ignacio Cingolani.