La Cámara de Diputados volvió a entrar en una tensa espera. El borrador con las eventuales modificaciones a la Ley Ómnibus que los funcionarios del Gobierno le trajeron este jueves a la oposición distendió el clima y despejó el camino para llegar a un dictamen conjunto a principios de la semana que viene. Pero la negociación todavía está lejos de terminar, todo se definirá cuando llegue el texto con la redacción final de los artículos. “El diablo está en los detalles”, sintetizó uno de los principales negociadores del radicalismo.
Durante toda la jornada del viernes, en las bancadas del PRO, la UCR, Innovación Federal y Hacemos Coalición Federal esperaron algún contacto de la Casa Rosada. No hubo novedades salvo la extensión de las sesiones extraordinarias. Mientras tanto, continuaron debatiendo internamente en base al borrador que habían entregado en persona Guillermo Francos, ministro del Interior, y Santiago Caputo, principal estratega libertario.
Si bien en términos generales la oposición dialoguista tomó como positiva la nueva actitud del Gobierno, que aceptó sus principales planteos, algunos puntos encendieron luces rojas.
Las retenciones siguen siendo un foco de conflicto. Los libertarios aceptaron mantener en cero las retenciones a 35 economías regionales que figuran en el listado oficial. Sin embargo, aumentarían para la soja, el maíz, la industria, el petróleo y la minería.
Inmediatamente surgieron espacios que anunciaron que no apoyarán esta nueva versión de la ley y exigen más cambios. Por ejemplo, los diputados cordobeses que integran el interbloque de Miguel Ángel Pichetto (Hacemos Coalición Federal) pero responden políticamente al gobernador Martín Llaryora.
“Así no lo votamos”, dijo categórico uno de los miembros de Córdoba Federal ante la consulta de Infobae. Además, dejó en suspenso su apoyo al resto del proyecto hasta conocer la letra chica. Los dos diputados del Socialismo de Santa Fe también coincidieron en que no avalarán la contrapropuesta libertaria. Su estrategia es seguir presionando para que el Gobierno haga más concesiones. Para un oficialismo con apenas 38 diputados, cada voto vale.
Los radicales también esperan a conocer la redacción final del artículo de retenciones y le recuerdan al oficialismo que sus votos más los del peronismo son suficientes para voltear cualquier capítulo del proyecto. “Lo van a tener que cambiar”, advirtieron.
Por otro lado, desde la bancada de la UCR adelantaron que de ninguna forma la declaración de las Emergencias, que le otorgan facultades delegadas al Poder Ejecutivo, se prorrogarán automáticamente a discreción. “Será por un año, no por dos, y para la prórroga tendrán que volver a pasar por el Congreso”, explicaron.
A pesar de que la aritmética parlamentaria le da un enorme poder de presión al radicalismo (34 bancas de la UCR más 102 de Unión por la Patria conforman una mayoría clara), descuentan que el Gobierno no accederá a todos sus pedidos.
“Ellos saben que no vamos a votar los cambios a la Ley Micaela o todo los recorte en Cultura, pero quieren dar la batalla cultural, van a mostrar que es su agenda y que la oposición no se los aprobó”, explicó una diputada que sigue de cerca las negociaciones.
Por otro lado, aunque el Gobierno desistió en su intención original en torno al régimen previsional, que era eliminar la fórmula de movilidad jubilatoria para reemplazarla por aumentos por decreto a discreción, nunca confirmó si tomará la sugerencia de la oposición de actualizar mensualmente por el IPC del INDEC.
El aumento de las retenciones y el ajuste en las jubilaciones son piezas clave del plan oficialista para alcanzar el equilibrio fiscal. Y hasta el momento no han sido receptivos de las propuestas de la oposición para compensar lo que perderán al cambiar estos artículos, por ejemplo, eliminando el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego.
Ante esta incertidumbre, sigue abierta la posibilidad de que la redacción final del proyecto contenga alguna sorpresa. Por eso, la oposición no quiere dar pasos en falso y solo validará el acuerdo después de leer cómo quedó el articulado. Todo parece indicar que el lunes será el día clave.