El jueves los trabajadores de la Cámara de Diputados comenzaron los preparativos para una posible sesión. Ingresaron al recinto y chequearon que todos los sistemas de cada una de las bancas funcionaran a la perfección. La orden había sido que esté todo listo para el fin de semana ya que la intención del oficialismo era sesionar mañana, sábado.
Sin un acuerdo y con temas todavía por conversar, esa intención se frustró. La idea principal no era la de apurar el trámite legislativo, sino la de licuar el paro de la CGT. Ahora, los miembros de LLA cambiaron de posición y se fueron al otro extremo: buscan sesionar el miércoles 24 de enero y confrontar con el paro nacional.
“Buscan enfrentar en el recinto a la CGT que va a estar en la calle. La verdad es que es una locura”, reconoció un miembro de la oposición de la denominada dialoguista. “Vas a tener problemas para que lleguen los trabajadores del Palacio, que son necesarios para poder sesionar y que funcione todo, y es peligroso porque si se llega a desmadrar en la calle se cae la sesión”, agregó.
En los bloques de la UCR, Hacemos Coalición Federal e Interbloque Federal entienden que el acuerdo está encaminado, pero que aún quedan puntos por resolver, eso también imposibilita poner una fecha para la sesión. “Hasta ahora lo que tenemos de los cambios lo tenemos de palabra, hay algunos enunciados, pero hay que esperar el texto para resolver. Algunas cosas siguen mal y otras están encaminadas”, explicó a Infobae un legislador que participa de las negociaciones. Uno de los puntos que no está definido aún es el tema previsional, lo que sí quedó claro es que desaparece el DNU 70 del articulado.
En LLA señalan que ya se modificaron 100 artículos, pero de todas formas los bloques opositores están esperando al lunes para que llegue el texto definitivo respecto de lo que hablaron en el despacho del presidente de la Cámara, Martín Menem, por lo que las estimaciones que manejan es que el lunes el oficialismo citará al plenario de comisiones el martes para intentar dictaminar y el jueves se abriría el recinto para sesionar. La sesión no duraría menos de 20 horas.
Lo que es seguro es que habrá por lo menos dos dictámenes. Si hay acuerdo entre LLA y los bloques opositores, se llegará a un único documento que podría tener el voto de la mayoría en la comisión. Si eso no sucede, el PRO apoyará el documento de LLA, mientras que la UCR y HCF harán uno cada uno. En paralelo, el bloque de Unión por la Patria también está preparando un dictamen en donde no solo va a establecer el rechazo a la ley ómnibus que busca aprobar el Gobierno.
El proyecto en el que trabajan la UCR, HCF e IF deja afuera la reforma política, todo lo referente a niñez, salud, educación, ambiente, turismo, cultura, las modificaciones al Código Civil y el juicio por jurado.
Pero esos puntos son el “bosque que tapa el árbol”, porque lo que realmente le interesa a LLA es el capítulo tributario y fiscal. En este punto, la oposición establece sostener el Fondo de Garantía y los fondos para las cajas previsionales provinciales.
“Si no hay acuerdo entre las partes, la sesión va a ser una masacre porque el oficialismo puede conseguir la aprobación en general, pero una vez que se pase a la votación en particular y se abra el debate artículo por artículo van a perder más de lo que se pueda negociar en estos días. Depende mucho de ellos. Ahora que está Javier Milei ya no hay excusa para terminar de definir”, señaló un diputado del sector denominado dialoguista.