Francisco Sánchez dice que está arrepentido. El ex diputado neuquino del PRO busca dejar atrás años de declaraciones polémicas, agravios y provocaciones. Y quiere estar a la altura que demanda la Secretaría de Culto para la que fue elegido por la canciller Diana Mondino.
El prontuario de frases del dirigente, muy cercano a Patricia Bullrich, y de muy buen vínculo con la vicepresidenta Victoria Villarruel, incluye críticas en duros términos contra el Papa Francisco, un pedido de ”pena de muerte” contra Cristina Kirchner, y la referencia a “hordas islámicas” y de “organizaciones nefastas” como “Amnistía” vinculadas al “sionismo internacional”. En una entrevista que concedió este martes a Infobae, 24 horas después de ser elegido para administrar la relación con los cultos, Sánchez pidió “perdón”, se excusó en cierta “ignorancia” y señaló que sus manifestaciones formaban parte del “perfil” que le intentó imprimir a su rol como diputado nacional.
A la espera de su nombramiento oficial, en medio de idas y vueltas en el vínculo con la Iglesia, y ya enfocado en su tarea al frente de la Secretaría de Culto, el ex legislador habló de cerrar la grieta, del viaje de Javier Milei al Vaticano y de la posibilidad de que Francisco visite Argentina.
- Teniendo en cuenta las polémicas que se reavivaron en estas horas en las redes, con algunas declaraciones que hizo en estos años, ¿por qué cree que la canciller y el presidente lo eligieron para ocuparse de un tema tan sensible como la relación con los cultos y, en particular, con la Iglesia católica?
- Entiendo que tanto el presidente como la canciller están buscando generar los vínculos con las instituciones religiosas y los laicos de distintas religiones que están presentes en Argentina. El diálogo es fundamental para la Argentina que se viene. Como venimos en crisis desde los últimos tiempos, la Argentina ha elegido un presidente que tome medidas serias, muy duras para mejorar las condiciones económicas, pero también para mejorar las instituciones. Hay muchas organizaciones que van a promover el conflicto, pero hay otras que van a jugar sin dudas en beneficio de todos los argentinos, independientemente del rol que tengan y del lugar dónde se ubiquen, sobre todo las de índole religioso son las que van a acompañar el proceso de pacificación de la Argentina, en base al diálogo, la concordia y la paz.
- ¿Se arrepiente de sus dichos? Dijo que nunca había visto un Papa que “haya hecho tanto daño”, se refirió a “hordas islámicas” y en una entrevista habló de “organizaciones nefastas” como “Amnistía” vinculadas al “sionismo internacional”.
- Sin dudas que me arrepiento de lo que señalé en relación al Santo Padre. Seguramente por la cuestión política, cruzada por la grieta que ha dominado la escena política en los últimos años, la designación de (Raúl Eugenio) Zaffaroni (en la Junta Académica Fundadora del Instituto para la investigación y promoción de los Derechos Sociales “Fray Bartolomé de las Casas”, en el ámbito de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales) fue interpretada por mí, y por otros, como algo negativo para la política argentina sin comprender, en mi caso, las implicancias que en realidad tiene cada acción del Santo Padre y el Vaticano. Parte de la ignorancia, las pasiones y cierta imprudencia me llevaron a cometer ese error. Me arrepiento y pido perdón. Con respecto a las otras cuestiones, cada una tiene su explicación. Yo me referí a “las hordas islámicas” como las personas que, invocando la fe, en este caso la islámica, utilizan la religión como una forma de accionar violentamente. Ha pasado a lo largo de la historia de la humanidad y con otras religiones. En este caso me referí a los sucesos en Palestina e Israel. Sobre manifestaciones vinculadas a la comunidad judía, no he tenido ninguna. Nadie puede achacarme algo que no he dicho, con lo cual no tengo nada para arrepentirme sobre eso. Las personas pueden profesar su fe libremente, no tengo diferencias con las personas que sienten otra religión y creen en cosas distintas de las que yo creo. Las respeto como las he respetado toda la vida.
- Trascendió que ayer se reunió con monseñor Oscar Ojea, titular de la Conferencia Episcopal Argentina. ¿Cómo fue la reunión? ¿Es cierto que pidió perdón por sus dichos? Usted tiene un perfil claramente conservador, ¿cree que eso puede caer mal en un sector de la Iglesia, o incluso en el mismo Francisco?
- Como diputado nacional hice algunas manifestaciones que tenían que ver con un determinado contexto, con mi función y con un perfil que le imprimí a ese rol. Ahora he pasado a otra función, tengo la responsabilidad de representar al Gobierno en un área central como la Secretaría de Culto. Todo lo que haya dicho, ofendido a personas y dañado a terceros, quiero dejarlo atrás. Quiero pedir perdón a quienes se hayan sentido ofendidos y quiero centrarme en mi nuevo rol que tiene que ver con vincularme con las instituciones religiosas, con generar los puentes para la Argentina que se viene y que necesita mucho de las instituciones, de los hombres de fe, para que llamen a la concordia y la paz, y que dejemos este camino de división que se ha marcado en los últimos años para concentrarnos en la unión de los argentinos, independientemente de la visión de cada uno.
- Este martes el vocero presidencial dijo que no está confirmada la reunión del Presidente con el Papa. ¿Es así? ¿Qué falta para que se confirme, teniendo en cuenta además que la Casa Rosada oficializó que el 11 de febrero, fecha de la canonización de Mama Antula, se verá en Roma con la premier italiana?
- La reunión del Presidente con el Papa Francisco no está confirmada, porque efectivamente no se ha confirmado oficialmente el viaje. Entiendo que, visitando el jefe de Estado de la Nación de la cual es originario el Papa Francisco, no tengo dudas que será recibido y seguramente el Sumo Pontífice va a recibir con los brazos abiertos y va a pedir la visita de Javier Milei. Me parecería muy natural que así sea, no obstante eso le corresponde al Presidente de la Nación definir esas cuestiones y, en caso que así sea, nosotros vamos a estar dispuestos a hacer todas las gestiones que correspondan.
- Hay una danza de nombres en torno al embajador ante la Santa Sede, ¿ya sabe quién irá? Circula que será alguien de carrera.
- Es la canciller la que tiene que designar a los embajadores. No puedo confirmar ahora algo que no se haya definido todavía, imagino que se definirá lo antes posible. Por supuesto, si el Presidente de la Nación va a visitar Roma el 11 de febrero, sería conveniente al menos tener definido quién será el embajador en la Santa Sede.
- En los últimos años la relación de los gobiernos con Francisco fue conflictiva. Milei fue muy duro en campaña. ¿Cree que puede colaborar a acercar posiciones?
- El Presidente Milei, como el resto de los candidatos, hicieron campaña en base a las estrategias que consideraban convenientes. Claramente la función de un candidato y quien tiene un cargo público, sobre todo alguien que tiene la responsabilidad de presidir el Poder Ejecutivo, son distintos, con lo cual esto corre por cuenta del Presidente. Milei seguramente está buscando acercar posiciones con todos, ya lo ha demostrado en este tiempo. Por supuesto no es de manera absolutamente incondicional porque hay un proyecto de Gobierno y si ese proyecto recibe palos en la rueda y hay gente que quiere ir contra él, seguramente tanto el Presidente y todos nosotros vamos a defender el proyecto presidencial con uñas y dientes. En la relación con la iglesia y otras instituciones se va a buscar el diálogo y la concordia.
- ¿Coincide con la decisión del Presidente de intentar mudar la embajada de Tel-Aviv a Jerusalén?
- Si el Presidente toma la decisión de mudar la embajada es una decisión que tengo que respetar y voy a actuar en consecuencia. Cualquier cuestión que tenga que manifestarle, si tengo la oportunidad de hacerlo, se la manifestaré pero no lo puedo contradecir ni lo voy a contradecir públicamente. Es el presidente de los argentinos, elegido para llevar las riendas de nuestro país, confío en las decisiones que tome y lo voy a apoyar.
- ¿Va a trabajar para que venga el Papa Francisco?
- Sin duda voy a trabajar para que el Santo Padre visite la Argentina, y se sienta cómodo en su país. Esta es su patria, Argentina es el país que lo vio nacer, crecer y desarrollarse, es donde hizo sus proyectos, sus vinculaciones hasta que hace algo más de 10 años inició su Pontificado. Tenerlo en Argentina en un orgullo para todos los católicos sino para todo el pueblo argentino independientemente del credo, de la religión que profese cada uno. Y la comunidad política, las instituciones de la República se van a disponer para recibirlo como se merece, no solamente un Sumo Pontífice, sino como se merece cualquier representante de un Estado extranjero.