(Enviado especial a Davos) El presidente Javier Milei llegó pasadas las 18.00 a Davos (cuatro horas menos en la Argentina) para participar del Foro Económico Mundial, un ágora del presente que se convoca todos los años para debatir probables respuestas a los desafíos del futuro.
Milei y su comitiva se alojan en el Grandhotel Belvedere de Davos, que está bajo estrictas condiciones de seguridad. Cuando el jefe de Estado arribó al lobby del hotel fue recibido Gerardo Werthein -embajador designado en Estados Unidos- y desde allí se movió a su habitación para preparar la agenda de mañana.
Davos propuso un programa multifacético que incluye los conflictos en Medio Oriente y Ucrania, las elecciones en Estados Unidos, el impacto del cambio climático, la necesidad de crear empleo y el uso de la Inteligencia Artificial (IA) como motor de desarrollo en las sociedades modernas.
Y en este contexto, Milei hará su presentación mañana que tiene un leit motiv que refleja su ideología personal: “Libertad, la clave de la prosperidad”. El presidente estará acompañado por Klaus Schwab, fundador del Forum de Davos, y se aguarda un lleno total.
Ese día también disertarán el secretario de Estado Antony Blinken (EEUU); el secretario General de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres; el primer ministro de España, Pedro Sánchez; y el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Cuando termine de exponer ante el Foro, Milei se encontrará con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI. Georgieva llegará a la cita junto a Gita Gopinath -vice directora gerente-, mientras que el presidente concurrirá acompañado por Posse, Caputo y Gerardo Werthein (embajador en los EEUU).
Milei agradecerá a la directora gerente su predisposición para cerrar el acuerdo con Argentina y explicará su hoja de ruta para ajustar el Estado, reducir la inflación y aumentar el PBI. “Kristalina nos jugó bien”, siempre comenta el Presidente en la Casa Rosada.
A su turno, Georgieva preguntará si la ley ómnibus y el DNU serán aprobados en el Congreso, dos iniciativas clave que utilizó Caputo como argumento político para lograr el desembolso de 4.700 millones de dólares que autorizará el board del FMI antes de concluir enero.
El presidente salió ayer de Buenos Aires, hizo escala en Frankfurt (Alemania) y Zurich (Suiza), y finalmente por vía terrestre llegó a Davos. Ya era de noche y la temperatura estaba debajo de los cinco grados celsius.
Junto a Milei viajaron la canciller Diana Mondino, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse y el ministro de Economía, Luis Caputo.
El vuelo desde Ezeiza al aeropuerto a Frankfurt fue plácido, la cena frugal y Milei durmió de a ratos. Cuando estuvo despierto conversó con su comitiva y terminó de leer el Manifiesto austrolibertario. Después de desayunar, y a una hora de aterrizar, Milei apareció en la clase turista con su mejor sonrisa. “Hola, como andan”, saludó.
A partir de ese momento, y por treinta minutos seguidos, no dejo de sacarse selfies, grabar videos, y escuchar comentarios de los pasajeros que estaban sorprendidos por la situación.
-Hacé las cosas bien, y yo vuelvo-, le dijo una señora.
-Lo vamos a hacer bien-, contestó el presidente.
Y así mantuvo varios diálogos hasta que su hermana Karina Milei, que estaba un paso atrás, le avisó que había que volver a Business para iniciar el aterrizaje.
Durante la recorrida por el avión, Milei también aceptó hablar por un instante con Infobae.
-¿Cuál es el objetivo del viaje a Davos?
- Plantar las ideas de la libertad en un foro que está contaminado de la agenda socialista 2030 y que lo único que va a traer es miseria al mundo.
- ¿En qué va a basarse la exposición del miércoles?
- Que la libertad es la llave de la prosperidad
- ¿Cuál es el sentido de la reunión con Kristalina Georgieva?
- Seguir hablando y dejando en claro de la convicción que tenemos en este cambio de rumbo que ha marcado el nuevo Gobierno.
Milei tiene acordada una cita con Emmanuel Macron en la sede del Foro, aunque todavía no hay horario definido. En la jerga de la diplomacia, Milei y Macron protagonizarán un pull aside, que sucederá el 17 de enero antes de la cena. Se prevé una agenda abierta y es muy probable que traten la side letter que se negocia para remozar los términos comerciales del acuerdo Mercosur-Unión Europea.
El protocolo de la Casa Rosada recibió cerca de 80 pedidos de audiencia con el Presidente, y Milei decidió hacer una división del trabajo. Posse, Mondino y Caputo tomaran las reuniones con empresarios, banqueros, inversores y ciertos representantes de gobiernos y organismos multilaterales, mientras que el jefe de Estado sólo recibirá a Georgieva y Macron.
La canciller Mondino se reunirá con el secretario de Estado para Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron; el vicepresidente de Asuntos Externos para las Américas de Massalin Particulares, Matias O’ Farrell, y la canciller de Lituania, Gabrielius Lansbergis, entre otras actividades.
Posse y Caputo participarán del encuentro con Georgieva y compartirán una cena de trabajo convocada para analizar el impacto de las tecnologías emergentes y la inteligencia artificial. Además, el jefe de Gabinete y el ministro de Economía mantendrán encuentros con empresas globales que ya invierten en la Argentina.
El 19 de enero a la mañana, Milei regresará a Buenos Aires.