La custodia de los recursos naturales en el mar argentino es una cuestión sensible desde hace años. La amenaza constante de los cientos de pesqueros extranjeros, principalmente de bandera China, que merodean en el límite de la milla 200, punto en el que termina la zona económica exclusiva (ZEE) de nuestro país, no es un secreto, sino que, por el contrario, es un tema de debate recurrente y a resolver por los sucesivos gobiernos.
Si bien tanto las últimas autoridades nacionales como las actuales aseguran que no se trata de un problema de grandes dimensiones y sostienen, en cambio, que la mayoría de los navíos respetan las leyes y son escasos los conflictos, el nuevo ministro de Defensa, Luis Petri, busca dejar atrás la discusión a través de la implementación de una nuea estrategia para abordar la situación.
En un gesto hacia la Armada, el funcionario visitó este lunes la Base Naval Mar del Plata para supervisar la partida del buque oceánico ARA “Contraalmirante Cordero”, que durante los próximos días estará patrullando la ZEE para evitar la pesca ilegal.
Se trató de la primera vez que un ministro encabezó un acto por el comienzo de este tipo de operaciones, y el vento se dio luego de los rumores de supuesto malestar en el sector por no haber conseguido que se nombre a uno de los suyos como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, cargo que finalmente quedó en manos de Xavier Julián Isaac, hombre de la Fuerza Aérea.
“Si queremos ser efectivos y eficientes en el control y vigilancia de la milla 200 tenemos que cambiar la forma de patrullaje en esta tarea conjunta que hace la Armada con la Prefectura, pero para garantizar que ningún buque de bandera extranjera comprometa nuestros recursos naturales”, remarcó Petri, ante la tripulación del ARA Cordero.
En diálgo con Infobae, el funcionario precisó que el objetivo de esta nueva gestión es implementar una estrategia distinta a la que se venía aplicando, con el objetivo de disuadir a los pesqueros, que en más de un 90% son chinos, de continuar con la depredación ilegal del mar argentino.
“Como dice el presidente Javier Milei, si hacemos siempre las mismas cosas, vamos a obtener los mismos resultados. Nosotros tenemos muy claro que son entre 450 y 500 buques los que vienen desde el Pacífico, pasan por el Estrecho de Magallanes y se colocan en la milla 201. Al día de hoy, son 344 los que nosotros tenemos perfectamente individualizados”, detalló.
Hasta el momento, la Armada recorría toda la costa del país, durante todo el año, intentando evitar que los barcos ingresen a la ZEE sin autorización, lo cual logran apagando sus sistemas de rastreo, para evitar ser detectados.
Al llegar a la gestión, Petri decidió cambiar este sistema para concentrar los esfuerzos “durante la época de zafra (temporada en la que hay mayor cantidad de calamares, el principal producto buscado por las empresas chinas), que es un periodo corto que va entre los meses de diciembre y marzo”.
“En esa época es donde nosotros necesitamos concentrar las tareas de control y vigilancia, con una presencia continua y efectiva en la zona, y claramente hay que modificar las derrotas (término náutico para el recorrido que hacen los buques). Hoy tenemos derrotas muy largas, que van desde Ushuaia hasta Mar de Plata”, explicó.
Al respecto, el ministro consideró que los recursos de la Armada deben desplegarse principalmente en el paralelo 44, que se encuentra a la altura de la provincia de Chubut, donde se concentra la mayor cantidad de pesca de calamar.
“Hay que hacer control aéreo, hay que hacer control satelital, pero además hay que modificar todo el régimen jurídico, particularmente en todo lo que tiene que ver con sanciones administrativas en el caso de incursiones a la zona económica exclusiva”, consideró.
Durante un diálogo con la prensa, del que paticipó Infobae, el ministro incluso planteó “dar una discusión a largo plazo” y en el ámbito internacional, para solicitar que el Estado tenga control más allá de la milla 200, con el argumento de cuidar el medioambiente.
“Creo que ya la FAO (por las siglas en inglés de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha hecho un más que interesante trabajo en lo que tiene que ver con la pesca ilegal no registrada ahí. Tenemos que hablar en foros internacionales sobre la cuestión del impacto ambiental que genera esta actividad”, señaló.
En este sentido, sostuvo que sería importante “tener posibilidades de control y vigilancia, no ya por cuestiones de soberanía, sino ambientales”, y recordó que recientemente Ecuador corrió 50 millas el límite en las islas Galápagos, aunque aclaró que eso “fue un acuerdo entre Estados”.
Durante el acto del lunes, Petri subió al buque de la Armada y zarpó junto a su tripulación, para regresar unos minutos más tarde a la costa, en un pequeño bote, tras haber supervisado la partida y agradecido a los marineros por su tarea.
“Les quiero transmitir el saludo del Presidente de la Nación. Ayer me reuní con él en la quinta de Olivos y cuando le comenté que venía para acá, me dijo que les transmitiera un gran abrazo de su parte porque están haciendo patria”, les manifestó.
De la jornada también participaron el brigadier Isaac; y los jefes de la Armada, contralmirante Carlos María Allievi; del Ejército, general de brigada Carlos Alberto Presti; y de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Fernando Luis Mengo.
El ARA “Contralmirante Cordero”, en el que están a bordo 40 tripulantes, es el último de una serie de tres patrulleros oceánicos multipropósitos que compró la Armada Argentina entre el 2020 y el 2022, y que se sumaron a un cuarto que ya habían adquirido previamente.
Estos buques permiten realizar actividades de vigilancia, control del mar y la defensa de los recursos y espacios marítimos de jurisdicción nacional, además de tareas de salvamento, búsqueda y rescate de largo alcance.
“Toda la gente que mandamos, ha hecho cursos y se ha capacitado y se entrena permanentemente en diferentes situaciones que pueden llegar a suceder en los buques. Nosotros practicamos permanentemente, nos adiestramos permanentemente en cómo proceder. Es una tarea muy importante la que hacen estas personas, que pueden pasar semanas enteras patrullando sin regresar”, resaltó el capitán de navío Martín Méndez, comandante de la división Patrullado Marino.
*Fotos: Gustavo Gavotti