El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, intentará plantear un esquema de comisiones mixtas e interprovincial para avanzar en temas de gestión con otras provincias, ante el escaso diálogo que sostiene con el gobierno nacional de Javier Milei. Si bien fue pensado como un espacio de gestión y no tanto político, el límite es estrecho.
Para ello, acordó con su ministro de Gobierno y mano derecha, Carlos Bianco, avanzar en los primeros contactos. Bianco aprovechó el marco de una gira por el interior bonaerense que realizó esta semana y llegó hasta el distrito de Carmen de Patagones; la localidad más austral del territorio bonaerense. Antes de volver a La Plata cruzó el río Negro y en la ciudad de Viedma se reunió con el vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti y el intendente local Marcos Castro.
El encuentro fue de gestión, pero también se habló de política ante la actual coyuntura que se vive. En ese mismo momento los gobernadores patagónicos llevaban adelante una cumbre en la ciudad de Villa La Angostura en la que plantearon objeciones a las reformas en Energía que impulsa Milei. “Lo que más estuvo presente en la reunión, es el vínculo con el gobierno nacional que es lo que nos preocupa a todos; un cambio de reglas tan fuertes como es la propiedad de los recursos naturales durante tanto tiempo o las pérdidas de recursos coparticipables de parte de las provincias”, detalló el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck sobre la reunión con sus pares patagónicos. La discusión de los recursos no es solo potestad bonaerense.
Río Negro y Buenos Aires comparten intereses variados. En lo formal, Buenos Aires garantizó los fondos para el arreglo de un catamarán que recorre el río Negro y cruza desde Viedma a Carmen de Patagones. El desembolso fue agradecido por Pesatti.
Pero antes de emprender regreso, Bianco dejó un texto borrador para avanzar con el convenio. “Tenemos un vínculo con Pesatti que venimos sosteniendo desde la pandemia. En ese momento tuvimos que acordar políticas por la proximidad entre Patagones (Buenos Aires) y Viedma (Río Negro). La idea es empezar a tener un trabajo de intereses comunes y si se puede generar comisiones mixtas en donde se establezca una mesa de trabajo en la distintas áreas con reuniones anuales, teniendo una agenda de cuestiones con infraestructura limítrofes, cuestiones impositivas y otros temas”, explicó Bianco en contacto con Infobae.
En Río Negro recibieron de buena manera la iniciativa y preparan una respuesta formal. Si bien el encuentro entre el funcionario bonaerense fue con el vicegobernador, resta ahora una charla entre Pesatti y el mandatario rionegrino, Alberto Weretilneck.
Por su parte, Kicillof buscará ir tanteando los encuentros con las provincias limítrofes a Buenos Aires para llevar una agenda en común, ante el escenario nacional que -repiten en La Plata- es incierto en lo que refiere al vínculo con las provincias. Además de Río Negro, Buenos Aires limita con La Pampa, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
La semana pasada, el mandatario bonaerense se sumó al reclamo de los gobernadores patagónicos por las modificaciones a la ley de pesca que se proponen en la Ley Ómnibus, puntualmente lo que refiere a la derogación del artículo 25 de la Ley Nº 24.922, que hoy por hoy establece que “será obligatorio desembarcar la producción de los buques pesqueros en muelles argentinos” y al modificación del artículo 26 de la misma ley que tiene que ver con el permiso de pesca. El proyecto de la Ley Ómnibus propone que “para el otorgamiento de los permisos de pesca, la autoridad de aplicación solo podrá verificar los requisitos técnicos y de seguridad de los buques. Los permisos no podrán tener un tratamiento diferencial por el origen de los buques, su antigüedad o la mano de obra que empleen; ni por las características de las empresas titulares de los buques”.
Actualmente para el otorgamiento de los permisos de pesca se prioriza que las empresas que operen estén radicadas en el país, que los buques empleen mano de obra argentina en mayor porcentaje y que los buques estén construidos en el país.
“El gobierno de la provincia de Buenos Aires rechaza en absoluto el contenido de la ley. Es nefasta porque pone en riesgo el trabajo, la producción y la industria nacional pesquera”, había planteado el mandatario tras la reunión que tuvo en Mar del Plata junto a empresarios y sindicalistas del sector pesquero.
A la par, el diálogo de Kicillof con el presidente quedó circunscrito a la reunión que mantuvo con el resto de los gobernadores en Casa Rosada previo a la presentación del DNU. Tras ese encuentro la opinión y posicionamiento de Kicillof no varió. Es un rechazo pleno a las diferentes iniciativas.
En lo que respecta a la idea de trazar acuerdos con otras provincias también aparecen los proyectos de infraestructura limítrofe y la posibilidad de tomar financiamiento externo -y en conjunto- con organismo internacionales como la CAF o el Banco Mundial. Todo, ante el aviso del gobierno nacional de que los proyectos de obra pública se paralizarán y solo se terminará lo que ya está en curso.
“Por ahora es una idea que tenemos, ojalá que las provincias se sumen y veremos cómo se da. Va a ser un año complejo. En principio la propuesta tuvo buena recepción en Río Negro”, remarcó Bianco a este medio.