Con la asunción de Javier Milei, la gestión de los medios públicos volvió a ser un tema de debate, puesto que en reiteradas oportunidades el Presidente manifestó sus intenciones de privatizarlos. En este contexto, Radio Nacional no renovará más de 500 contratos y algunas figuras reconocidas ya no formarán parte de la programación.
Pese a que aún no han designado a un presidente del directorio de Radio y Televisión Argentina (RTA), el Gobierno avanza con la implementación de su programa tras el reciente nombramiento del periodista Eduardo Serenellini como secretario de Medios.
En el marco de las reformas que impulsa el Ejecutivo con el objetivo de llegar al déficit cero, no se renovarán más de 500 contratos que vencieron a fines de 2023, correspondientes a más de 40 emisoras de todo el país. Se trata en su mayoría de periodistas, productores y conductores, entre ellos reconocidas figuras que integraban la programación, como Sandra Mihanovich, Mex Urtizberea, Darío Villarruel, Sandra Russo, Alejandro Apo, Óscar Gómez Castañón, Federica Pais y Víctor Hugo Morales.
“Ante la adversidad presupuestaria que tenemos en este momento y lo que está pasando políticamente, nosotros no hemos renovado los contratos artísticos. Tenemos un presupuesto del año 2022 que se ejecutó en el 2023, reconducido para el 2024. Estamos hipercomplicados en la parte presupuestaria para garantizar el pago de los sueldos”, aclaró uno de los titulares provisorios, Javier Monte, en diálogo con Télam sobre los motivos del cese de 500 contratos en Radio Nacional. A su vez, aseguró que otros 86 sí se renovaron a pedido de la gerencia.
En ese sentido, la periodista Gisela Busaniche, quien conducía el ciclo Ahí vamos en la segunda mañana, aclaró que “los contratos no se cancelaron, eran hasta el 31 de diciembre de 2023. Así que lo real es que no se renovaron”. De esta manera, agregó: “Yo por decisión propia lo rescindí en 30 de noviembre de 2023. Me fui antes del 10 de diciembre”. “A mí no me cancelaron ningún contrato”, reiteró a través de una publicación en sus redes sociales.
La no renovación de los contratos generó también un reclamo sindical, a lo que Monte fue contundente y aseguró: “No tenemos partida presupuestaria en este momento”.
Desde el directorio, ya aseguraron que esta decisión no estaría relacionada con una reducción de los medios públicos y adjudican los cambios a la falta de presupuesto y cambios en la programación. Incluso, Cristián Larsen, director provisorio por la segunda minoría, ya había adelantado hace un mes que en una entrevista con Baby Etchecopar: “Desde el primero de enero pensamos en otro formato de medios públicos porque claramente los medios públicos que tenemos hoy no sirven para el fin que fueron creados que es transmitir contenidos culturales y servicios informativos”.
El presidente Javier Milei antes de asumir dejó claras sus intenciones de privatizar la TV Pública, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam. “Nosotros consideramos que la Televisión Pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda. Durante la campaña, el 75% del tiempo que se habló de nuestro espacio se hizo de una manera muy negativa, abonando la campaña sucia, la campaña del miedo”, afirmó durante una entrevista con Eduardo Feinmann en radio Mitre. En ese diálogo, sostuvo también: “No adhiero a esas prácticas de tener un Ministerio de Propaganda encubierto: tiene que ser privatizado. Lo mismo con Radio Nacional. Todo lo que pueda estar en manos del sector privado, va a estar en manos del sector privado”.
Una semana después de llegar a la Presidencia, Milei dio el primer paso hacia la privatización de las empresas públicas, al incluir este punto en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que contempla también la eliminación de limitaciones a la multiplicidad de licencias de radiodifusión televisiva.
Luego de anunciar estas medidas, que tienen por objetivo desregularizar la economía, el Presidente ratificó sus intenciones de privatizar los medios públicos en el programa de Mirtha Legrand el pasado 23 de diciembre. “Todas las empresas del Estado son deficitarias. ¿Por qué tengo que estar sosteniendo la TV Pública, pagando sueldos estrafalarios, cuando hay chicos que tienen hambre? El Estado no tiene por qué participar de la economía”, argumentó en esa oportunidad.