En los últimos días, la localidad bonaerense de Puan fue sacudida por un preocupante episodio de gravedad institucional. A través de un mensaje de voz difundido por WhatsApp, un empleado municipal emitió amenazas de muerte dirigidas al intendente Diego Reyes y a su familia, instando a “prender fuego a su casa” y a “manotearle a la hija” como represalia a su gestión.
El audio fue dado a conocer el jueves por la noche por el secretario de Gobierno, Franco Mombelli. “Nos llegó la información de un audio de Whatsapp que está circulando en grupos de sindicatos de municipales en donde una persona, ya identificada, amenaza la integridad física del intendente, de su familia y de su hija”, sostuvo el funcionario. “Nos parece sumamente grave, algo que no podemos dejar pasar”, aseguró.
En un comunicado oficial difundido por el Municipio, se reveló el contenido del mensaje grabado, en el cual el individuo alienta a sus compañeros a “ir a Bordenave y prenderle fuego la casa con toda la familia adentro”.
Además de insultar y descalificar al intendente, el hombre insta a involucrarse con sus familiares, a modo de extorsión. “Hay que prenderle fuego a la casa o manotearle a la hija. Para colmo la vi hace 15 minutos en el polideportivo, se está viniendo a bañar a la pileta. Así que si no se la manotean acá, hay que manotearsela allá, en Bordenave”, completó.
“Pero hay que prenderle bien fuego la casa a ese hijo de puta, para que así aprenda. Y de noche, cosa que cuando esté durmiendo, que no vayan ni la policía ni los bomberos a apagársela. Con él adentro”, concluye el audio.
Ante esta situación, el mandatario local presentó una denuncia penal ante la Ayudantía Fiscal de Puan, a fin de proteger a su familia y esclarecer los hechos.
Es importante recordar que Reyes asumió la intendencia en el marco de una caótica transición con su antecesor, Facundo Castelli, quien dejó el municipio en un crítico escenario económico y financiero, al borde de la parálisis. En diciembre, y tras asumir sus funciones, el intendente electo avisó la imposibilidad de pagar los salarios de noviembre, mucho menos el medio aguinaldo previsto para fin de año, lo que incrementó el descontento de los trabajadores municipales.
Según reveló Reyes, Castelli había autorizado el 29 de octubre un giro en descubierto por 400 millones con el Banco Provincia para pagar los haberes de ese mes. El acuerdo con la institución financiera, que venció el 28 de noviembre, dejó una deuda de 122 millones de pesos, un monto que se agrava por la tasa de interés diaria de 181,26% anual por incumplir el acuerdo. Un día después, ingresó una transferencia con Aportes del Tesoro provincial (ATP) de $145.000.000 para disminuir la deuda bancaria.
Durante el último año, el intendente radical pidió al gobernador Axel Kicillof en junio un adelanto de la coparticipación provincial por 150 millones de pesos, de los cuales restaban cobrarse 30 millones en diciembre. Esto implica que el municipio ya no puede pedir más de esos recursos hasta enero. “Hay cero dinero disponible. Tenemos que pagar sueldos de noviembre, aguinaldo, y encima tenemos cortados los medios financieros porque el intendente actual no pagó el descubierto”, había dicho el jefe comunal antes de asumir, en comunicación con Radio Nacional.
Castelli y Reyes forman parte de la misma coalición opositora de Juntos por el Cambio, que atravesó una interna en las últimas dos elecciones por los desacuerdos con la gestión del municipio. El actual mandatario se impuso en las PASO y ganó finalmente las elecciones generales del 22 de octubre con el 45% de los votos.
Por el caso, el presidente del bloque del PRO en la Cámara de Diputados bonaerense, Agustín Forchieri; y el diputado Matías Ranzini presentaron una repudio en el ámbito legislativo.