En el marco de un importante operativo desplegado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, el dirigente mapuche Facundo Francisco Jones Huala fue extraditado a Chile, por segunda vez en su vida, para terminar de cumplir una pena a prisión que expira a mediados de junio.
Una cápsula conformada por efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) ingresó al predio de la Unidad 14 del Servicio Penitenciario, ubicado en pleno centro de la localidad chubutense, para trasladar al convicto hasta la estación aérea Brigadier Parodi.
Con chaleco antibalas y casco, Jones Huala abordó uno de los furgones para traslado de detenidos y a su lado los agentes ubicaron sus pertenencias personales, entre las que había prendas de vestir, libros, cuadernos con anotaciones y algunas banderas.
La cápsula ingresó al predio del aeropuerto local a las 6 de la mañana y el líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) debió aguardar en una sala de espera el arribo de la aeronave de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile que se produjo a las 9, media hora más tarde de lo previsto.
El activista se mantuvo en silencio durante todo el recorrido y de acuerdo a datos oficiales no hubo manifestaciones de referentes mapuches.
La Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) debió autorizar el vuelo internacional hasta Valdivia, teniendo en cuenta que esa estación aérea sólo opera vuelos de cabotaje.
La causa
Jones Huala permanecerá detenido en Chile durante 5 meses y algunos días, fecha en la que expira la condena a seis años de prisión que le impusieron en diciembre de 2018.
Su objetivo era cumplir el plazo de reclusión en la Unidad Federal 14 de Esquel, donde estuvo detenido desde su captura, en enero de 2023, aunque los planteos no fueron fructíferos.
Fue el gobierno chileno el primero en oponerse a que cumpla la condena en Argentina. El subsecretario del Interior del vecino país, Manuel Monsalve, lo confirmó una vez que anunció el inicio de los trámites de extradición. “Nos interesa que no haya impunidad y que Jones Huala sea extraditado para que cumpla la condena que le corresponde” dijo el funcionario.
La causa por la que fue condenado es un incendio de una propiedad privada que está en la región de Los Ríos y por la tenencia ilegal de un arma de fuego que él mismo habría fabricado, la cual estaba en poder del convicto en un allanamiento que realizó la policía chilena luego del atentado.
En enero de 2022, tras cumplir dos tercios de cumplimiento de la pena, Jones Huala - defendido en ese entonces por la letrada chilena Karina Riquelme – logró el beneficio de libertad condicional, con el compromiso de cumplir estrictas normas de conducta.
Al salir de la unidad penitenciaria, el referente mapuche habló con los medios y generó preocupación en el gobierno trasandino, ya que llamó a hacer “sabotajes a grandes empresas”.
Dijo además que “el enemigo es uno solo, el gran capital transnacional, el imperialismo y la oligarquía, y los estados opresores en servicio de toda estas burguesías nacionales y extranjeras. Ellos son el enemigo”.
Durante los primeros días en libertad el mapuche se presentó regularmente en dependencias policiales de Temuco para acreditar su domicilio. Sin embargo, un mes más tarde, el 15 de febrero, la Corte Suprema de Chile revocó ese beneficio y ordenó su inmediata detención.
Su paradero ya era incierto, situación por la que fue declarado en rebeldía y comenzó la búsqueda del activista.
Desde que obtuvo el beneficio, Jones Huala sabía que la Justicia chilena lo revocaría y ordenaría su captura, motivo por el que comenzó a diseñar el plan para fugarse.
El primer paso para concretarlo fue interrumpir el vínculo que mantenía con su abogada patrocinante, quien sorprendida publicó a través de las redes sociales que ya no formaba parte de su defensa.
Se cree que cuando la Corte Suprema de Chile revocó la libertad condicional, el mapuche – especialista en cruzar la frontera a través de pasos no habilitados – ya estaba en Argentina.
Se mantuvo en la clandestinidad durante poco menos de un año, refugiado en distintas comunidades y asentamientos mapuches de Río Negro y Chubut, en las que su presencia no fue bienvenida y desató numerosos conflictos, que salieron a la luz una vez que fue recapturado.
El 30 de enero de 2023 fue recapturado en El Bolsón y trasladado a la U14 de Esquel, donde estuvo alojado hasta este jueves que se concretó su extradición.