El Gobierno nacional continúa con la reestructuración de los ministerios. En este contexto, el Ejecutivo oficializó el nuevo organigrama de la cartera de Salud, que se suma a la lista de organismos que ya cuentan con sus correspondientes estructuras.
A través del decreto 10/2024, publicado esta madrugada en el Boletín Oficial, la administración de Javier Milei precisó las secretarías, subsecretarías y diferentes entes del sistema sanitario que estarán bajo la órbita del ministro de Salud, Mario Russo.
Tal como sucedió en las normativas que oficializaron la estructura de los ministerios de Seguridad y Defensa, así como de la Secretaría de la Presidencia, el Gobierno argumentó las modificaciones realizadas en los organigramas de cada cartera con la reestructuración del Estado nacional, impulsada desde el primer día de gestión. Por esto mismo, incluye en su considerando los cambios realizados en la Ley de Ministerios, que redujo la cantidad de organismos a nueve: Interior; Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Defensa; Economía; Infraestructura; Justicia; Seguridad; Salud y Capital Humano.
De esta manera, el Ejecutivo estableció que los organismos que responderán a Russo serán los siguientes: Unidad de Gabinete de Asesores; Secretaría de Gestión Administrativa; Secretaría de Acceso y Equidad en Salud, de la que se desprenden la Subsecretaría de Planificación y Programación Sanitaria y la Subsecretaría de Relaciones Sectoriales y Articulación; la Secretaría de Calidad en Salud, que tendrá a su cargo las subsecretarías de Institutos y Fiscalización y de Vigilancia Epidemiológica, Información y Estadísticas de Salud; y la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación, que tendrá bajo su órbita a las subsecretarías de Atención y Acompañamiento en Materia de Drogas y de Prevención, Investigación y Estadísticas en Materia de Drogas.
Además, como organismos desconcentrados, dependerán del Ministerio de Salud la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Excelencia Clínica (CONETEC), el Instituto Malbrán y el Instituto Nacional de Medicina Tropical.
Por otro lado, aquellas entidades que funcionarán como descentralizadas serán la Superintendencia de Servicios de Salud, el Instituto Malbrán, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), Secretaría de Calidad de Salud, el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), el Instituto Nacional de Cáncer (INC), el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur “Doctor Juan Otimio Tesone”, las empresas y entes del Sector Público Nacional, y el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP).
La misma categoría tendrán los hospitales públicos nacionales, dentro de los que se encuentran el Posadas, el Baldomero Sommer y el Ramón Carrillo.
“Hasta tanto se concluya con la reestructuración de las áreas afectadas, se mantendrán vigentes las aperturas estructurales existentes de nivel inferior a Subsecretaría, las que transitoriamente mantendrán las acciones, dotaciones y personal con sus respectivos cargos, niveles, situación de revista y suplementos vigentes a la fecha”, especifica la norma.
A su vez, aclara que “hasta tanto se efectúen las adecuaciones presupuestarias correspondientes, la atención de las erogaciones de las áreas afectadas por la presente medida se atenderán con cargo a los créditos presupuestarios previstos en las Jurisdicciones y Entidades de origen”.
Con su organigrama confirmado, solo resta que el Gobierno oficialice las partidas anuales que le otorgará a la cartera, puesto que, luego de la prórroga del Presupuesto 2023, la gestión le otorgará a cada área la previsión presupuestaria para este año. Esto se realizará a través de un decreto que llevará la firma del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y luego el pago se efectuará por cada trimestre.
El techo que tendrá la gestión para gastar este año serán los 40,4 billones de crédito final que tuvo el Presupuesto Nacional al cierre de diciembre. El congelamiento de esa cifra se dará incluso en un contexto de alta inflación que podría hacer “consumir” las partidas rápidamente por efecto de la nominalidad.
Una vez que la Jefatura de Gabinete realice ese primer paso, será tarea de la Secretaría de Hacienda, que encabeza el ex técnico de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), Carlos Guberman, que depende en el organigrama del ministro de Economía, Luis Caputo, administrar ese presupuesto en cuotas trimestrales para cada ministerio. Es en esta segunda etapa en la que quedará de manifiesto qué áreas del sector público contarán con mayor flujo de fondos y cuáles no.