El capítulo laboral del ambicioso DNU firmado por el presidente Javier Milei, que entró el viernes en vigencia, es uno de los que más aplaudieron los empresarios. Aunque algunos de los pedidos de las distintas cámaras no fueron incluidos -por ejemplo, la rebaja de cargas sociales-, los casi 30 cambios normativos que propuso el actual gobierno en la materia superaron con creces las propuestas que había realizado el establishment.
Sólo para que conste en actas, creo en el equilibrio de poderes y en los controles cruzados que estableció nuestra Constitución original. Por lo tanto, estoy en contra tanto de los DNU, como de la forma de su ratificación que estableció el kirchnerismo, en su momento, haciendo más fácil aprobar un DNU que una ley. Y estoy en contra de las facultades delegadas, del Congreso al Poder Ejecutivo, bajo la excusa de la emergencia eterna.
El presidente Javier Milei pronunció anoche un mensaje de fin de año, con una potente apelación a los diputados y senadores para que apoyen las profundas reformas incluidas en la denominada “ley ómnibus” que envió al Congreso para su debate en sesiones extraordinarias. Durante los siete minutos que duró el discurso, el primer mandatario pronunció cuatro veces la palabra “catástrofe” y abogó porque la oposición respalde la iniciativa para que la Argentina vuelva a ser un “país próspero”. También les habló a los sindicalistas, que a menos de tres semanas del inicio del Gobierno anunciaron el primer paro general.
Sólo para que conste en actas, creo en el equilibrio de poderes y en los controles cruzados que estableció nuestra Constitución original. Por lo tanto, estoy en contra tanto de los DNU, como de la forma de su ratificación que estableció el kirchnerismo, en su momento, haciendo más fácil aprobar un DNU que una ley. Y estoy en contra de las facultades delegadas, del Congreso al Poder Ejecutivo, bajo la excusa de la emergencia eterna.
El diálogo entre el Gobierno y la CGT no está roto pese al paro de 12 horas con movilización dispuesto para el 24 de enero, pero ahora la relación entró en una fase de alta tensión: la Casa Rosada definió una estrategia para desgastar al gremialismo que obligará a sus dirigentes a apelar a la intervención oficial para no perder una de las fórmulas de financiamiento más afianzadas del poder sindical.
Con la entrada en vigencia del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 de desregulación de la economía, el Gobierno de Javier Milei abrió las puertas a que los clubes de fútbol y demás instituciones deportivas se conviertan en sociedades anónimas.
Decidido a avanzar antes de que se le escurra el caudal político que le dieron los votos del balotaje, Javier Milei se convirtió en el presidente que más decretos de necesidad y urgencia (DNU) dictó en sus tres primeras semanas de gobierno: 7 en total. Aunque en realidad, el último - el polémico 70/2023 que entró en vigencia el viernes - tiene 366 artículos que buscan desregular por completo la economía y abarcan una enorme diversidad de temas y normas que podrían haber sido modificadas por múltiples decretos.
La política argentina se encuentra ahora en el epicentro de un terremoto, un cataclismo desencadenado por la irrupción de Javier Milei. En apenas 21 días al mando, este agente de cambio ha desatado una metamorfosis de proporciones épicas en el destino de la nación. Su visión audaz y las reformas propuestas han alterado la narrativa nacional, llevando al país a una encrucijada histórica. Sin embargo, en este relato de transformación, surge una pregunta crucial: ¿es el impulso libertario de Milei una bendición que revitalizará la nación o un riesgoso camino que podría conducir a la discordia?
El capítulo laboral del ambicioso DNU firmado por el presidente Javier Milei, que entró el viernes en vigencia, es uno de los que más aplaudieron los empresarios. Aunque algunos de los pedidos de las distintas cámaras no fueron incluidos -por ejemplo, la rebaja de cargas sociales-, los casi 30 cambios normativos que propuso el actual gobierno en la materia superaron con creces las propuestas que había realizado el establishment.
Se va 2023, un año cargado de diferentes emociones en el mercado de capitales. Hemos atravesado momentos de pánico, de euforia y muchos altibajos. Para hacer un resumen, en términos generales podríamos decir que fue un muy buen año para la mayoría de los instrumentos locales.