Los índices de peligrosidad en materia de incendios forestales están en rojo y el Gobierno Nacional aún no dispuso los medios aéreos para prevenirlos y combatirlos, situación que genera gran preocupación en las provincias del Sur.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, encabeza el reclamo central al gobierno para la asignación de hidroaviones y helicópteros, los cuales son indispensables para luchar contra las llamas.
El mandatario, a través de un decreto, declaró la Emergencia Ígnea en la provincia debido al riesgo extremo de incendios de vegetación que existe en toda la provincia.
La disposición obliga a los concesionarios de balnearios, camping y complejos turísticos, entre otros, a extremar medidas de prevención y vigilancia contra incendios.
Sin embargo un factor que aún no está definido es la presencia de medios aéreos que, en zonas montañosas, resultan indispensables para prevenir los incendios y combatirlos.
Por ese motivo, Weretilneck solicitó al ministro del Interior, Guillermo Francos, que ordene de manera “urgente” la disposición de medios aéreos, debido a que la contratación de los mismos aún está pendiente.
El presidente Javier Milei, durante el anuncio de las medidas establecidas en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), mencionó “modificaciones” a la Ley de Manejo del Fuego aunque en el texto se omitieron precisiones al respecto, lo que genera aún más incertidumbre.
“No sólo hay incertidumbre acerca de esos cambios a la Ley, sino que hay temor por el riesgo latente de que se produzcan incendios forestales en la región, con el agravante de que aún no están los medios aéreos para combatirlos” dijeron a Infobae fuentes del gobierno patagónico.
Los incendios forestales ocurren, en su gran mayoría, por negligencia humana aunque también existen factores naturales que podrían desatarlos, como tormentas eléctricas.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, el 95 por ciento de los siniestros son producidos por el hombre y entre las causas más comunes están las fogatas mal apagadas y colillas de cigarrillos, además de otros descuidos que podrían evitarse.
Fuentes del gobierno dijeron que “disponemos todo lo necesario para prevenir los siniestros ígneos, aunque hay factores ajenos como los naturales que nos exceden, por ese motivo necesitamos estar preparados por si llegaran a producirse”.
En el planteo enviado a Francos, Weretilneck reconoció que “existe gran preocupación en la provincia de Río Negro, toda vez que nos encontramos transitando la temporada de mayor riesgo de incendios, destacando que la provincia se declaró en Estado de Emergencia Ígnea por el riesgo extremo que existe”.
Los antecedentes en materia de incendios forestales y de interfase, son elocuentes. En la última década el fuego arrasó con 80.000 hectáreas en la Patagonia, una similar a casi 4 veces la ciudad de Buenos Aires.
Las provincias más afectadas son Río Negro, Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego, de acuerdo con datos oficiales emitidos por el Ministerio de Ambiente de la Nación, durante el transcurso de 2023.
Río Negro cuenta con el Servicio de Prevención y Lucha Contra Incendios Forestales (SPLIF), un organismo que trabaja de forma mancomunada con otras reparticiones nacionales, en el marco del Plan Nacional de Manejo del Fuego, cuya continuidad aún es incierta.
Los medios aéreos, según relató Weretilneck, son esenciales para permitir la detección temprana y un ataque inicial eficiente de los focos ígneos en lugares distantes y de difícil acceso, para llegar con personal y equipamiento e incluso combatirlos desde el aire con el uso de hidroaviones.