El gobernador entrerriano Rogelio Frigerio ordenó a su equipo económico que apele a utilizar todo el endeudamiento en pesos posible para cumplir con los vencimientos del bono ER2025. El primero de ellos será el 8 de febrero y el segundo caerá el 8 de agosto.
Para atender el pago más cercano, la Provincia cuenta con una reserva que dejó la administración del ex gobernador justicialista, Gustavo Bordet. Con esa base, a Frigerio le faltaban a principios de mes u$s 17 millones para cubrir los casi 64 millones de dólares del vencimiento de capital e intereses.
Pero como los fondos que dejó la gestión anterior estaban en instrumentos nominados en pesos, la devaluación duplicó la necesidad. En el Ministerio de Economía provincial indicaron a Infobae que el faltante se estiró a un monto de entre 32 y 36 millones de dólares.
La autorización legislativa para endeudarse tiene un tope de $110 mil millones. La actual gestión echó mano a un préstamo contingente de $30 mil millones para cubrir el pago de sueldos de diciembre durante los primeros días de enero. El plazo de repago es de 15 días, por lo que no terminará afectando el tope anual.
“Estamos trabajando con el Banco de Entre Ríos (agente financiero provincial). Luego de los pagos de haberes y de ver cómo viene la recaudación, haremos las proyecciones de febrero. Seguramente tomaremos un empréstito (en pesos) a 90 o 120 días” para cubrir el pago del título, explicó a este medio el secretario de Presupuesto, Uriel Brupbacher.
El escenario a futuro
Ni bien pase ese vencimiento, Frigerio deberá volver a contar monedas para afrontar el vencimiento de agosto por u$s 60 millones. “Es el que más nos preocupa por el stress financiero que está teniendo la Provincia”, confesó el funcionario.
Al cóctel se suma un déficit en la obra pública de $20 mil millones que paralizó la actividad mientras se reestructura, la merma en la coparticipación y la baja en la recaudación provincial.
El margen de maniobra del gobierno es estrecho. De cada 100 pesos de ingresos al Tesoro provincial, 75 son recursos federales y 25 recaudación propia. Y 90 se van en el pago de sueldos y jubilaciones.
Brupbacher evaluó que el techo de endeudamiento en pesos que tendrá Entre Ríos le permitirá comprar los dólares para el segundo compromiso anual. Pero dependerá de variables que el Gobierno no maneja. La más importante es que no haya un nuevo salto en la cotización del billete norteamericano. Si la devaluación se mantiene en el marco de lo que fijó el ministro de Economía Luis Caputo (2% mensual) el tope de $110 mil millones de endeudamiento sería suficiente. “Estamos recontraajustados, pero dentro de los márgenes operativos. Sufriendo mucho, podremos ir cumpliendo”, aseveró el funcionario provincial.
El Gobierno de Entre Ríos no tomó contacto con los tenedores del instrumento ya que en ningún momento estuvo en carpeta la posibilidad de incumplir o reestructurar. “Hoy no lo evaluamos, pero puede cambiar el escenario. Vamos día a día”, concluyó Brupbacher.
Los acreedores ya soportaron una reestructuración del título emitido en 2017 y que debía vencer en 2025. Fue durante el primer año de la pandemia. La Provincia entró en default en agosto de 2020 y en febrero del año siguiente acordó un nuevo esquema de tasas y vencimientos de capital que estiró plazos hasta 2028.
Por otro lado, la alternativa de volver al mercado externo a buscar dólares es casi imposible. No solo por el contexto nacional, sino porque además Entre Ríos sufrió hace poco una baja en su calificación por parte de las consultoras de riesgo.