El artículo 450 de la ley ómnibus que acaba de enviar Javier Milei al Congreso Nacional para su tratamiento en sesiones extraordinarias promete generar ruido en varias provincias, donde aún estaban leyendo la letra chica de la controversial iniciativa sin emitir opinión. A través de la modificación de la ley 22.847, el Ejecutivo propuso disminuir la representación de las provincias que concentran la menor cantidad de habitantes -y que hoy son compensadas con tres diputados “extra”- y aumentar la cantidad de votos requeridos para que un legislador ingrese a la Cámara baja, lo cual perjudicaría seriamente a los distritos de menor densidad demográfica, que mayoritariamente se encuentran en manos del PJ.
La reforma, titulada “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”, disminuiría el total de la Cámara de Diputados, que pasaría de tener 257 a 254. Las provincias que mejorarían su representación, según los cálculos del Gobierno, serían Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Córdoba y Tucumán. Y, de un total 16 que saldrían perdiendo, la más afectada sería la Ciudad de Buenos Aires, que desde que obtuvo rango de provincia, en 1996, tiene 25 legisladores. Con la nueva proporción, pasaría a tener 17.
El número de diputados nacionales se define desde julio 1983 por cantidad de habitantes -uno por cada 161.000 o fracción no menor de 80.500-, y a esa representación se agregan, por cada distrito, tres diputados. Además, se establece que en ningún caso pueden ser menos de cinco, ni inferiores a los que cada distrito tenía al 23 de marzo de 1976. Por último, se dispone que el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sud, elija dos diputados (aunque este último punto fue modificado cuando ese distrito se transformó en provincia, y hoy tiene cinco).
El proyecto de ley que llevó esta tarde por instrucción de Milei el ministro del Interior, Guillermo Francos, busca introducir una seria modificación en la ley, que fue sancionada meses antes de la recuperación de la democracia, porque pondría en inferioridad de condiciones la representación del Congreso de las provincias con menor densidad geográfica. Por un lado, aumentaría a 180.00 la cantidad de habitantes que se requieren para elegir un diputado. Por otro, eliminaría la compensación de tres diputados para las provincias que no alcanzan los cinco. “Sustitúyese el artículo 3° de la Ley N° 22.847, por el siguiente texto: Artículo 3º- El número de diputados nacionales a elegir será de uno por cada 180.000 habitantes o fracción no menor de 90.000″, reza la propuesta.
Si se aprobara, la nueva norma pondría en jaque a 16 provincias que tienen entre 180.000 y un millón y medio de habitantes, que pasarían a tener entre 1 y 8 diputados, en el mejor de los casos. Las perjudicadas serían Tierra del Fuego, Santa Cruz, La Pampa, La Rioja, Catamarca, San Luis, Chubut, Formosa, Neuquén, Río Negro, Jujuy, San Juan, Santiago del Estero, Chaco y Entre Ríos, y las que perderían la mayor cantidad de representantes son manejadas por el PJ, especialmente en el Norte y el Sur del País. En cambio, Buenos Aires tendría 27 diputados más; Córdoba tres má. Mientras que Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Salta sumaría uno más cada una, según el pormenorizado análisis que realizó el Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CiDAC). Sólo Corrientes y Misiones mantendrían la proporción actual.
Si bien los gobernadores y diputados aún no opinaron, en la Casa Rosada defienden la medida en la que trabajaron a destajo durante semanas y aseguran que tiene consenso. “Era una ley de la dictadura, atrasada e injusta”, acotó un funcionario esta convulsionada tarde. Y aseguró que permitirá distribuir de manera “más justa” la cantidad de diputados según la población real de cada provincia, en lugar de darle fuerza representativa que, en rigor, no tienen.
El proyecto, que ya pasó la mesa de entradas y fue entregado en mano por Francos al presidente libertario de la Cámara baja en una puesta en escena filmada y fotografiada, deberá pasar ahora por comisión, y luego debatirse sobre tablas. En principio, La Libertad Avanza tiene apoyo de los sectores duros de Pro -que se reservan el poroteo interno- pero menos adhesiones entre las palomas y entre los sectores más reacios de la UCR que se declaró neutral en el balotaje entre Milei y Sergio Massa. Además, deberá enfrentar las severas críticas del kirchnerismo, que ya se puso en pie de guerra contra la profunda reforma, que se suma a la polémica por el Decreto de Necesidad y Urgencia publicado en el Boletín Oficial la semana pasada y que varios bloques opositores consideran anticonstitucional.