Al pararse en la tarjeta de cada mandatario, se despliega más información de cada uno
Hubo una asistencia perfecta. La reunión de los 23 gobernadores y el jefe de gobierno porteño con Javier Milei mostró una postal que hace mucho no se veía. “Fue una jornada que hace muchos años institucionalmente Argentina no tenía”, señaló Martín Llaryora al salir de la reunión en la Casa Rosada el martes pasado. Milei es el primer presidente que no cuenta con un solo mandatario de su mismo signo político, y deberá establecer una nueva etapa de diálogo en la que ya no habrá una mayoría peronista. De los 24, 10 son de Juntos por el Cambio (JxC); 8 de Unión por la Patria (UxP); y los restantes 6 pertenecen a fuerzas provinciales. Sin embargo, esa pertenencia a las dos grandes alianzas políticas que hubo hasta ahora, no implica que respondan - ni lo hagan en el futuro- a esos sectores o a sus referentes nacionales.
Conscientes de que hay un nuevo escenario con la irrupción del líder libertario en el plano nacional, fundamentan su poder en sus territorios y buscarán recursos para sus provincias en un escenario en el que los votos de sus legisladores en el Congreso serán clave. Especialmente, luego del rechazo que generó en distintos sectores opositores el mega decreto de necesidad y urgencia (DNU) dictado por Milei el miércoles pasado.
Más allá de sus diferentes colores políticos y provincias de origen, comparten como prioridad la gestión en sus distritos y una serie de reclamos comunes al Ejecutivo nacional. Uno de los principales que le llevaron esta semana al jefe de Estado es la desigual distribución de los fondos entre la Nación y las provincias. En particular, después de la pérdida de recaudación que sufrieron por la suba del mínimo no imponible de Ganancias para los trabajadores de la cuarta categoría dispuesta por Sergio Massa en plena campaña electoral, y aprobada en el Congreso por el peronismo y el rechazo de Juntos por el Cambio. Por esa pérdida de recursos, los mandatarios le reclamaron al Presidente una compensación. Comparten también la preocupación después que el ministro Luis Caputo anticipara una “reducción al mínimo” de las transferencias discrecionales a las provincias y el freno de la obra pública.
Otra de sus quejas comunes es la distribución de los subsidios al transporte, ya que el 85% tiene como beneficiarios a usuarios del AMBA y solo el 15% va para el interior. En la misma línea, advierten que las obras de AYSA están destinadas al AMBA y no a las provincias, pese a que muchas de ellas tienen amplias zonas sin agua de red. Lo mismo sucede -sostienen - con el tendido de gas natural. También reclaman sobre el costo de la Justicia Federal, que se concentra en la Ciudad de Buenos Aires.
En línea con el espíritu de recorte de gastos promueve Milei, la mitad de los mandatarios anunciaron en estas dos semanas algún tipo de recorte de los cargos políticos, la baja de contratos de personal y medidas de ajuste en sus administraciones, frente a la crítica situación económica.
De los 24 gobernadores que asumieron el 10 de diciembre, media docena de ellos implicaron una “ruptura” política en sus distritos. La mitad tienen entre 50 y 60 años, y uno de ellos incluso, apenas 35. Pertenecen a una nueva generación política que busca sortear - en la mayoría de los casos - la famosa grieta, o para los más veteranos, reacomodarse ante el nuevo escenario político.
Uno de los que integra la camada de los “renovadores” es Claudio Vidal, electo en Santa Cruz, la provincia manejada por el kirchnerismo por dos décadas. De 43 años ynsecretario general del Sindicato Petrolero y Gas Privado de Santa Cruz, resultó una de las sorpresas en las elecciones provinciales al lograr romper con la supremacía de los Kirchner que gobernaron el distrito durante 32 años. Su origen sindical explicaría el pragmatismo que mostró desde que llegó a la gobernación. En la misma línea del gobierno de Milei, dispuso la venta del 80% de la flota de vehículos y una residencia oficial, y la suspensión de teléfonos a funcionarios del Ejecutivo.
El viernes informó en X 8ex Twitter) que no le pagará el sueldo a la exgobernadora Alicia Kirchner ni al gabinete que trabajó con ella hasta el 10 de diciembre. “Si no hay plata para el pueblo, tampoco hay plata para los que se enriquecieron con la política. De a poco ordenaremos todo”, sostuvo.
Maximiliano Pullaro, el nuevo gobernador de Santa Fe, se convirtió en una de las figuras de mayor proyección nacional de la Unión Cívica Radical. Tras haberse desempeñado como ministro de Seguridad provincial durante la gestión de su aliado socialista Miguel Lifschitz (2015-2019), este radical de 49 años se impuso en una dura interna opositora contra el PRO y el socialismo, para desplazar al peronismo del poder en uno de los distritos más importantes del país.
Los primeros gestos de Pullaro como gobernador fueron de acercamiento hacia Milei: respaldó públicamente sus propuestas para achicar el Estado, bajar el déficit y contener la inflación. “Los gobernadores deben liderar el proceso de cambio”, dijo en una entrevista. Licenciado en Ciencias Políticas, a poco de asumir, redujo los ministerios de 13 a 11, y no descartó abonar los salarios de los estatales en cuotas. La balacera a un hospital público de Rosario y las amenazas que recibió la semana pasada volvieron a poner en primer plano la problemática del narcotráfico, para la cual será clave la relación que entable con la Casa Rosada y el buen vínculo con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Ignacio Torres se convirtió, con apenas 35 años, en el gobernador más joven del país. Al frente de la provincia de Chubut, este dirigente del PRO tiene, sin embargo, experiencia en cargos públicos, tanto a nivel ejecutivo como legislativo. Cuando todavía no había cumplido 30 años, Torres fue designado como el responsable del PAMI en la provincia, pero luego se mudó a Buenos Aires porque fue electo en 2019 como diputado nacional y, dos años después, fue electo senador nacional.
Licenciado en Administración de Empresas, Torres logró interrumpir una seguidilla de gobernadores peronistas en Chubut. Consiguió una ajustada victoria, por una diferencia de apenas 5.000 votos, sobre Juan Pablo Luque, intendente de Comodoro Rivadavia. A poco del inicio de su gestión también buscó dar un mensaje de austeridad y revisión del gasto público, en línea con el discurso de Milei, y firmó un decreto para dar de baja “designaciones irregulares” de los últimos seis meses y auditar las del resto del año.
Rogelio Frigerio será otro de los dirigentes del PRO que tendrá protagonismo como gobernador. Con armado propio en Entre Ríos, este licenciado en Economía se impuso en una ajustada votación y logró desplazar al peronismo del gobierno de Entre Ríos que manejó la provincia por 20 años. Anunció a poco de asumir que eliminará el 50% de los cargos políticos y la creación de un Registro de Contratistas de Obras Públicas. “Nuestra provincia está estancada hace demasiados años como para que haya funcionarios que se den el lujo de despilfarrar el dinero de todos”, señaló.
Como ministro del Interior de Mauricio Macri, había tenido a cargo las negociaciones con los gobernadores que fueron clave, entre otras cosas, para que el gobierno del ex mandatario consiguiera el respaldo necesario en el Congreso. Justamente por su forma de negociar con ellos, fue señalado como “demasiado peronista” por sectores de Juntos por el Cambio. Tras la primera reunión con Milei de esta semana, le pidió al Presidente recursos adeudados por Nación para avanzar en diferentes obras en esa provincia.
Marcelo Orrego desbancó al peronismo en San Juan, tras liderar la candidatura opositora aliado al PRO. Este abogado se inició en la política en 2003 como parte del partido Producción y Trabajo, creado por el empresario y ex senador Roberto Basualdo. Tras haberse desempeñado durante ocho años como intendente de la ciudad de Santa Lucía, fue electo diputado nacional en 2019, lo que le permitió ganar proyección política y convertirse en el sucesor de Sergio Uñac.
A menos de 24 horas de su asunción, destacó su compromiso con “medidas de austeridad”, anunció una reducción del 30% de los cargos políticos, la revisión de designaciones y la baja a los empleados nombrados durante los últimos seis meses. “El Estado no puede incorporar miles de personas a la administración pública, incrementando el gasto y poniendo en riesgo las finanzas de la provincia”, justificó.
Leandro Zdero dio uno de los batacazos electorales de 2023 tras ganarle la elección en Chaco al entonces gobernador Jorge Capitanich. Muy cercano al gobernador correntino, Gustavo Valdés, se referenció en el ala de la UCR enfrentada a Gerardo Morales y más dispuesta a llegar a acuerdos con Milei, lo que puede facilitarle la relación con la Casa Rosada.
El mandatario también suspendió las recategorizaciones avaladas en los últimos meses por su antecesor, y dio de baja más de 5.000 líneas de celulares. Después de participar en la primera reunión con Milei y los líderes provinciales en la Casa Rosada, Zdero expuso irregularidades en el uso de vehículos oficiales por parte de dirigentes piqueteros durante la gestión anterior. “Estamos enfrentando serios problemas económicos, no por lo que recibimos sino por las deudas que han dejado y por lo que han comprometido en este último tiempo para que no podamos pagar, para que no podamos cumplir con los compromisos”, sostuvo en declaraciones por Radio Mitre.
Otro grupo de mandatarios está conformado por los que accedieron al poder siendo del mismo signo político de sus antecesores, pero con apetito de diferenciarse y hacer un camino propio que los hace destacarse en el universo de nuevos gobernadores.
Uno de ellos es Llaryora, quien se impuso en Córdoba con el aval de Juan Schiaretti, un referente provincial enfrentado al kirchnerismo, del que viene buscando tomar distancia en pos de su autonomía política. A diferencia de su mentor, el ex intendente de Córdoba capital no jugó abiertamente contra Massa, aunque tampoco se manifestó en favor de Milei. Bajo la bandera de ampliar el espacio del “cordobesismo”, sumó a la coalición a dirigentes de la UCR y de PRO. Tras conocerse los primeros anuncios económicos de Milei, opinó que “son muchas medidas pensando sólo en lo fiscal” y le advirtió en declaraciones en el canal La Nación+ : “Con el dólar los insumos van a subir. Entonces lo que estamos hablando los gobernadores: Tené una cobertura no sólo mirando tu situación, empezá a mirar el mapa provincial porque si no se te van a escapar las provincias y después se te acaba el plan”.
Llaryora también dispuso en Córdoba una reducción de los 21 ministerios provinciales a 14 y un recorte del 25% para su salario como gobernador y el de su vicegobernadora, Myrian Prunotto; del 15% para los ministros y legisladores, y del 10% para el resto de la planta política, además de un congelamiento de los ingresos al Estado.
Claudio Poggi logró lo que parecía imposible: quebrar la dinastía de los Rodríguez Saá en San Luis. Este dirigente hoy opositor ya había sido gobernador de la provincia entre 2011 y 2015, pero en ese momento contó con el aval del saliente gobernador Alberto Rodríguez Saá. Luego se peleó y asumió una banca como senador aliado de Juntos por el Cambio. En las elecciones de este año, Poggi enfrentó al ex mandatario puntano y, con el apoyo de su hermano Adolfo, logró quedarse con la gobernación.
Aunque prescindió de hacer público su apoyo en el balotaje, Poggi buscó acercarse a Milei y los diputados puntanos podrían ser clave para apoyar las iniciativas del nuevo gobierno en el Congreso. La crítica situación económica de la provincia, especialmente para afrontar el pago de sueldos de empleados públicos, es una de las principales preocupaciones del nuevo mandatario, que anunció que los abonaría en dos cuotas. En el Senado tendrá como interlocutor al puntano Bartolomé Abdala, de La Libertad Avanza, quien fue designado presidente provisional de ese cuerpo.
Rolando Figueroa logró terminar en Neuquén con 60 años de hegemonía del Movimiento Popular Neuquino (MPN), el partido que administraba ese distrito desde 1962 y al que pertenecía como diputado provincial. Tras romper con esta fuerza provincial, ganó las elecciones con una alianza construida entre sectores del PRO, del radicalismo, de libertarios y también del peronismo, a la que bautizó Comunidad. Sin embargo, en la previa al balotaje se sacó una foto con Massa, al que calificó como un “amigo de la política” en un apoyo tácito a su candidatura, aunque se manifestó “en contra de la grieta”.
Al asumir, en línea con la austeridad pregonada a nivel nacional, Figueroa anunció que iba a disminuir un 50% los cargos políticos y que Neuquén sería “la primera provincia que decidió que los cambios arrancan desde la política”. Esta semana promovió la sanción de una ley que elimina el régimen de jubilaciones de privilegio en la provincia, y suspendió los alquileres de autos para los empleados.
Tras el fracaso en las elecciones nacionales de la candidata del PRO, Jorge Macri tendrá la responsabilidad de gobernar el bastión de esa fuerza política: la Ciudad de Buenos Aires. Su desafío será darle su propio ritmo a la administración porteña, tras 16 años de gestión ininterrumpida de su partido.
El primo de Mauricio Macri llegó al poder tras una dura interna con el senador radical Martín Lousteau, que había sido apoyado en las sombras por Horacio Rodríguez Larreta, tras conseguir una victoria holgada sobre el kirchnerismo porteño. Aunque su cambio de distrito generó polémica cuando anunció su candidatura, la experiencia después de haberse desempeñado durante casi 12 años como intendente de Vicente López es uno de sus principales activos.
Tener a su primo y ex jefe de Estado como su principal aliado político, le abrió el camino para una relación próspera con la Casa Rosada: esa sintonía será clave si el PRO quiere recuperar algunos de los beneficios que CABA perdió durante el kirchnerismo, que recortó parte de los fondos que recibía del gobierno nacional. El nuevo jefe de gobierno porteño mantiene una buena relación con Milei, respaldó sus primeras medidas económicas, pero advirtió que “hay que ver cuánto aguanta la gente”.
Otra docena de mandatarios fueron reelectos o asumen como una continuidad de la gestión de sus antecesores.
Gildo Insfrán volvió a romper este año el récord de reelecciones consecutivas al ganar en Formosa y obtener un octavo mandato ininterrumpido. Durante los últimos seis comicios para gobernador, Insfrán superó el 70% de los votos. Acumula 28 años en la gobernación de esa provincia norteña, y otros 8 previos como vicegobernador, cargo al que llegó en 1987. En total, 36 años consecutivos en la cima del poder provincial, el período más largo ejercido desde el regreso de la democracia por un mismo mandatario provincial.
Aunque su discurso en los 90 era menemista, cuando fue elegido por primera vez en Formosa, su apoyo al peronismo mutó como el propio movimiento: fue duhaldista y luego kirchnerista. Los representantes de la provincia en el Senado siempre apoyaron al peronismo en todas sus facetas. Uno de sus hombres más fieles es José Mayans, reelecto este mes como el presidente del bloque kirchnerista Frente Nacional y Popular en la Cámara alta, la bancada de minoría más numerosa. Este veterano senador peronista, junto a su jefe político Insfrán, hicieron gestiones ante la vicepresidenta Victoria Villarruel para que el productor agropecuario formoseño y senador de La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni, no asumiera en la presidencia provisional del Senado hace 10 días, y ganara proyección política.
Insfrán fue uno de los 8 mandatarios peronistas que firmaron un comunicado de la Liga de los Gobernadores, después de reunirse con Milei en martes pasado, en el que expresaron su desacuerdo con la restauración del impuesto a las Ganancias que promueve el gobierno nacional y, para compensar el agujero que les generó la quita del tributo, propusieron que se coparticipe el 70% del impuesto al Cheque.
Reelecto en 2021 por amplio margen, Gerardo Zamora va por cuarto mandato en Santiago del Estero, en una alternancia en el poder con su mujer, Claudia Ledesma Abdala, que le permitió al matrimonio perpetuarse en el poder durante 18 años consecutivos, gracias a una férrea alianza con el kirchnerismo. Surgido como uno de los “radicales k” a comienzos del gobierno de Néstor Kirchner, jugó como uno de los más firmes aliados del matrimonio santacruceño y el Frente de Todos en la última gestión.
El santiagueño declaró la “emergencia económica” en su provincia y la aplicación de “medidas restrictivas y de control del gasto público” durante seis meses. Incluirán el congelamiento de las partidas presupuestarias para gastos de difusión oficial.
Osvaldo Jaldo continuará una larga tradición peronista en Tucumán, un distrito gobernado por el PJ desde 1999. Jaldo desembarcó en el gobierno provincial después de haberse sido cuatro años vicegobernador e, incluso, haber estado a cargo del Ejecutivo provincial durante el año y medio en que Juan Manzur se desempeñó como jefe de Gabinete de la Nación. Junto con mandatarios provinciales peronistas, Jaldo es uno de los gobernadores más críticos con Milei. Será todo un desafío la relación que mantenga con la Casa Rosada porque, además, el libertario ganó las elecciones para presidente en este distrito en las PASO y el balotaje.
Fue otro de los mandatarios que anunció recortes en el presupuesto provincial, de entre un 12% y un 13%, porcentaje equivalente a unos $220.000 millones. Las medidas incluyeron la baja de las designaciones en los dos meses de su antecesor, la eliminación de 10 secretarías, 21 subsecretarías, 9 direcciones y de la Unidad de Reconversión Laboral.
Raúl Jalil es uno de los mandatarios peronistas que se posiciona desde Catamarca dispuesto al diálogo con el gobierno de Milei, si bien jugó un rol clave para que Massa fuera candidato. Su distrito fue uno de los pocos donde ganó el candidato de UxP. Este abogado de 60 años comenzó su carrera en la política a finales de los ‘90, como asesor en el Congreso del entonces senador Luis Barrionuevo, y con llegada de Kirchner a la Presidencia, fue electo diputado provincial en 2005 por el Frente para la Victoria. Licenciado en Administración de Empresas y Economía, cuenta con una larga experiencia en la gestión provincial. Se desempeñó durante dos mandatos (2011-2019) como intendente de San Fernando del Valle, la capital provincial. Después de esa gestión fue electo gobernador y ahora reelecto con el 54% de los votos, con una distancia de 30 puntos sobre la oposición en las últimas elecciones.
En el comienzo de su segunda gestión, en línea con los anuncios del gobierno nacional, afirmó que reducirá la planta política del Ejecutivo provincial en un 20%. El martes, después de la reunión de gobernadores con Milei, fue uno de los voceros ante los medios, junto al ministro del Interior, Guillermo Francos, y el cordobés Llaryora.
El otro que habló en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada ese día fue Gustavo Sáenz, reelecto en mayo como gobernador de Salta, y uno de los mandatarios provinciales más identificado con Massa, de quien es amigo personal. Sin embargo, la primera postura pública del salteño tras la reunión con Milei no fue confrontativa, como sí ocurrió con otros mandatarios provinciales peronistas. “Los gobernadores celebramos este tipo de reuniones”, dijo ese día, para luego remarcar que el país “necesita de gobernantes responsables, con madurez política y sobre todo que venga una Argentina del encuentro, diálogo, consenso y armonía”. Y en este sentido, agregó: “No somos islas, somos 24 gobernadores que trabajamos con un Gobierno nacional al que queremos que le vaya bien, porque así nos irá bien a todos los argentinos”.
Alberto Weretilneck dejó el Senado nacional para volver a ser gobernador como líder de Juntos Somos Río Negro (JSRN), movimiento con el que acordó con parte del justicialismo, el Frente Renovador, Nuevo Encuentro y la UCR. Reemplazó a Arabella Carreras, de su riñón, y quien le permitió nunca perder el control de Río Negro. Cercano a Massa en la campaña, supo negociar su apoyo en la Cámara alta al kirchnerismo, pero se reivindica antes que nada como “patagónico”.
Hugo Passalacqua perpetuará el dominio en Misiones del Frente Renovador de la Concordia, un partido provincial hoy aliado del peronismo que tiene como líder al ex mandatario Carlos Rovira y al que también pertenecía su antecesor en la gobernación, Oscar Herrera Ahuad. De profesión docente, había ejercido cargo anteriormente entre 2015 hasta 2019, y hasta el 10 de diciembre último, ocupó la vicepresidencia de la Cámara de Representantes misionera. Con militancia radical en su juventud, apoyó la candidatura de Massa en las elecciones de este año.
Ricardo Quintela comenzará su segundo mandato como gobernador de La Rioja pero mirando de reojo al gobierno nacional. El dirigente peronista fue uno de los más férreos opositores del líder de La Libertad Avanza durante la campaña nacional. De hecho, hasta dijo que renunciaría a su cargo si Milei era electo presidente. Sin embargo, después de felicitarlo cuando Milei venció en las urnas, afirmó que continuaría en su puesto.
La Rioja, como muchas otras provincias, dependerá de los fondos nacionales para pagar -por ejemplo- los sueldos de los empleados públicos. Después que se conociera el paquetes de medidas de emergencia que se propone implementar Milei, dijo que el Presidente iba a producir “una suerte de genocidio social” y advirtió: “Esperemos que no se dé una situación similar a la de 2001. De seguir así eso no está muy lejos”.
La reelección en la provincia de Buenos Aires le abre a Axel Kicillof un panorama totalmente distinto a cuando asumió por primera vez el cargo en 2019. Ya sin el kirchnerismo en la Casa Rosada, el mandatario más cercano a Cristina Kirchner tendrá que hacer equilibrio como opositor para encontrar la gobernabilidad de la provincia más complicada del país, en un crítico escenario desde lo económico. El desafío bonaerense será también una oportunidad para aspirar a competir por la presidencia en 2027.
En su discurso de asunción de su segundo mandato, el también ex ministro de Economía de su mentora política se diferenció de Milei al afirmar que “pese a todas las dificultades, los bonaerenses evaluaron que lo que falta en materia de vivienda, educación, salud e infraestructura no se consigue ni con motosierra ni ajuste”. El mandatario remató su mensaje con la palabra que se convirtió en un símbolo del nuevo Presidente libertario: “Viva la justicia social, carajo”. Junto con Quintela, Kicillof fue uno de los tres gobernadores peronistas - del grupo de los 8 de ese signo político- que expresaron críticas muy duras al mega DNU dictado por Milei el miércoles pasado.
El tercero fue Sergio Ziliotto, que fue reelecto al frente de La Pampa. Este abogado cultor de la “pampaneidad”, llegó al poder en 2019 bendecido por el entonces gobernador Carlos Verna. Tras el triunfo del libertario, se posicionó desde los primeros días de gestión con fuertes críticas a sus anuncios económicos. Al conocerse el decreto de necesidad y urgencia que busca desregular el economía, sostuvo en un mensaje publicado en X: “El Presidente y su equipo de gobierno han decidido subvertir la Constitución Nacional para imponer un régimen que tiene como principal objetivo concentrar aún más la riqueza en los poderosos, y sin interesarle el avasallamiento de los derechos básicos y el empobrecimiento de la enorme mayoría del pueblo argentino”.
Tras su experiencia como senador nacional, Alfredo Cornejo volvió a Mendoza para estirar el legado radical en esa provincia. Luego de un primer período entre 2015 y 2019, volverá a administrar la provincia tras cuatro años de mandato de Rodolfo Suárez, en una continuidad de 12 años de gobiernos radicales hasta el 2027. Desde el Senado, Cornejo se convirtió en una de las voces más escuchadas dentro de la UCR, como presidente del bloque de Juntos en la Cámara Alta. Ligado al sector de los halcones de JxC, se despegó luego de Bullrich y Macri y se declaró neutral para la segunda vuelta.
Al asumir, prometió apoyo a las transformaciones económicas que plantea Milei y dijo que trabajará para darle gobernabilidad a la nueva gestión nacional. El mandatario tendrá un rol preponderante en el grupo de los 10 mandatarios aliados de Juntos por el Cambio.Desde Mendoza, señaló que Milei deberá apoyarse en los gobernadores y mostró un espíritu colaborador con el Presidente.
La reelección de Gustavo Valdés en 2021 le permitirá a la UCR continuar con una larga tradición de gobierno en Corrientes al menos hasta 2025. El mandatario correntino llevaba ya seis años en el cargo y encara con Milei en la Casa Rosada la última etapa de su segundo mandato. Con peso propio entre los mandatario de Juntos por el Cambio y el partido radical, se mantuvo prescindente en la interna entre Bullrich y Rodríguez Larreta. Sin embargo, antes de la segunda vuelta, ya había hecho algunos guiños al libertario durante el último tramo de la campaña electoral, al afirmar que el país necesitaba un cambio de gobierno. Tras la primera reunión con el Presidente, el correntino dijo que si la Nación “restituye Ganancias, habrá menos conflictos con las provincias”. La iniciativa fue incluida en la convocatoria a sesiones extraordinarias que firmó Milei el viernes a la noche.
Carlos Sadir desembarcó en la gobernación de Jujuy como el delfín del radical Gerardo Morales. Sin embargo, este dirigente de la UCR afirmó que tendrá su propia agenda, aunque tendrá que lidiar ahora no sólo con los temas jujeños, sino también con la relación con la Casa Rosada. Dentro del radicalismo, Morales fue uno de los más fuertes opositores a Milei durante la campaña presidencial.
Contador público de 65 años, conoce el Estado provincial ya que fue cuatro años presidente del Concejo Deliberante y, durante el último mandato de Morales, fue su ministro de Hacienda. Bendecido por el saliente gobernador como el candidato del oficialismo, Sadir se impuso por amplio margen en las elecciones. Tras asumir, Sadir eliminó dos ministerios: Trabajo, que pasó a ser secretaría, y Derechos Humanos y Pueblos Indígenas, que fue absorbido por la cartera de Justicia. La mayoría de los ministros de Morales continúan en sus cargos con el nuevo mandatario en una continuidad del proyecto político del radicalismo en la provincia.
De origen radical, Gustavo Melella logró la reelección en Tierra del Fuego con su fuerza FORJA y el apoyo del kirchnerismo. Si bien en el gobierno de Alberto Fernández jugó como aliado del peronismo, pregona tener “amplitud política”. Al asumir, reconoció que “las cosas no están bien” y dijo “hacerse cargo”. Admitió que “el gobierno nacional anterior no hizo del todo bien las cosas”, pero señaló que “el camino no es liberar los precios para que cada uno haga lo que quiera y se pulverice más los salarios”, en referencia a las medidas anunciadas por Milei. No obstante , adelantó que acompañará al gobierno nacional “en todo lo bueno, pero no en el ajuste” porque “no es el camino”.
Si bien el decreto de necesidad y urgencia que dictó el Presidente no incluyó modificaciones para el régimen de promoción industrial de la provincia que agrupa a las empresas fabricantes de electrónicos de consumo, celulares y autopartes electrónicas, el mandatario fueguino le pidió que “busque el camino del desarrollo, de la generación de empleo, de la distribución de la riqueza. La quita de derechos nos conduce al abismo”.
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