A pocos días de la implementación del protocolo antipiquetes, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, habló sobre la marcha de los movimientos sociales y apuntó contra la Confederación General del Trabajo (CGT), de cara a la movilización prevista para el miércoles de la semana próxima. “Lo único que defiende son sus intereses”, sostuvo.
Bullrich fue una de las invitadas a La Noche de Mitha Legrand (El Trece), programa en el que acompañó al presidente Javier Milei. Durante el programa, el mandatario y la titular de la cartera de seguridad explicaron las reformas que planea llevar a cabo el Gobierno, así como también hicieron hincapié en la conflictividad social que pueden llegar a generar las medidas económicas.
De esta manera, la funcionaria se refirió a la marcha piquetera que se realizó el miércoles pasado, momento en el que se puso en práctica por primera vez el protocolo antipiquetes, que autoriza a las fuerzas federales a intervenir si es que se violan las normas establecidas para la realización de la manifestación.
Al respecto, Bullrich consideró que “la degradación moral en Argentina tiene un capítulo económico y también tiene un capítulo moral”, en línea con las palabras del mandatario.
La ministra destacó que “circularon los autos, los colectivos” durante la movilización de los movimientos sociales, así como también resaltó el trabajo que realizó con sus homólogos de Capital Humano e Infraestructura, Sandra Petovello y Guillermo Ferraro, respectivamente. “No había chicos porque fue muy importante el trabajo previo. Trabajábamos diciéndole a la gente que si se quedaba en su casa iba a seguir teniendo el plan Potenciar, si iba a la marcha y cortaban las calles lo iban a perder. No se puede usar los impuestos de la gente para pedir que la gente haga su vida”, sostuvo la funcionaria.
Luego, fue consultada por Mirtha Legrand sobre la movilización que anunció la CGT para el próximo miércoles, en rechazo al DNU que impulsa una reforma laboral, así como también plantea otros puntos para desregularizar la economía, que van desde la privatización de las empresas estatales hasta la derogación de un paquete de leyes tales como Alquileres, Góndolas, Abastecimiento, de Tierras y del Manejo del Fuego, entre otras. Ahora, el Gobierno apuesta por obtener la aprobación del Congreso sobre otros temas claves durante las sesiones extraordinarias.
En ese sentido, Bullrich expresó que la cúpula de la CGT tuvo “cuatro años y no hicieron nada” y se preguntó: “¿A quién representa? se representan a ellos porque los trabajadores, los cuentapropista todos fueron votantes del Presidente, de Javier Milei. Todos esos trabajadores quieren vivir en libertad”.
Con respecto a las medidas que incluye el DNU, aseguró que los empleados “ahora van a poder elegir su obra social”. “Todos esos trabajadores quieren trabajar, quieren vivir en libertad, ahora van a mandar a sus hijos al colegio porque todo esto lo dice el DNU ha garantizado la educación”, agregó.
Tras el anuncio de las nuevas medidas económicas, se registraron cacerolazos en varios puntos del país para reclamar contra las nuevas políticas públicas. El Congreso fue uno de los grandes puntos de encuentro, aunque las movilizaciones autoconvocadas también se replicaron en varios puntos del país como el Conurbano bonaerense, Córdoba, Rosario, Salta.
Luego de esto, el Gobierno intentó bajarle el tono a los reclamos. Milei planteó que estuvo “pre armado”. “Si hay gente con síndrome de Estocolmo, no es una conducta normal. Se hubieran quejado de cualquier cosa. Usan -por el kirchnerismo- a la gente como escudo de sus privilegios”, agregó.
En la misma línea, Bullrich señaló que fueron “50 mil personas contra 46 millones”. “Yo camino mucho, porque es bueno no encerrarse, no dicen: ‘No cedan, no vayan para atrás’”, dijo. Con respecto al malestar que generó, Bullrich agregó: “La CGT se hubiera quejado por cualquier cosa porque lo único que defiende son sus intereses”.