Un día después del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que comunicó el presidente Javier Milei para desregular la economía, el peronismo en la provincia de Buenos Aires entró en estado de ebullición y uno de los epicentros por estas horas es la gobernación bonaerense en la ciudad de La Plata y con el mandatario provincial, Axel Kicillof, al frente.
Es que el gobernador mantiene reuniones privadas desde que se conoció el contenido del DNU de Milei por cadena nacional. Por ejemplo, por el primer piso de la gobernación pasaron este jueves el secretario adjunto del gremio de Camioneros, Pablo Moyano; los intendentes de Ensenada, Mario Secco y Avellaneda, Jorge Ferraresi; el titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores, José Voytenco; además de algunos ministros de su gabinete como Andrés “Cuervo” Larroque (Desarrollo de la Comunidad) o Juan Martín Mena (Justicia), que también están en alerta ante las nuevas disposiciones del gobierno nacional.
El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, advirtió por ejemplo que el DNU “presenta un profundo retroceso en la construcción del sistema que garantiza a través del subsector público, privado y de la seguridad social la salud para nuestra población”, haciendo hincapié en la desregularización en los aumentos de las prepagas y el traspaso de la obra social a una prepaga.
“Axel está preocupadísimo, son medidas que afectan a los laburantes y seguramente traigan la pérdida de puestos laborales. Como un referente del movimiento peronista está muy preocupado. Tiene charlas permanente con los gobernadores”, expresó Moyano a periodistas acreditados en gobernación bonaerense al salir del encuentro con el mandatario provincial.
El representante de camioneros también aseguró que “los pedidos o las acciones los llevan los gremios”, pero que Kicillof “va a apoyar lo que decidan las centrales gremiales. Todo lo que sea en defensa de los trabajadores bienvenido sea”. Por lo pronto, el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) presentaron un amparo colectivo.
Los anuncios de Milei obligaron a reacomodar la agenda y prioridades del mandatario bonaerense. Por lo pronto, el lanzamiento del Operativo Sol que se iba a realizar este miércoles fue pospuesto y hace días que no hay agenda oficial de actividades. Todo es estado deliberativo y de análisis.
Ya entrada la noche del miércoles, el mandatario fue uno de los primeros gobernadores que salió al cruce del decreto de necesidad y urgencia del presidente. En un duro comunicado, contó que en la reunión que los 23 gobernadores mantuvieron con Milei “durante 45 minutos -el presidente- repitió el mismo discurso que dio al asumir, de espaldas al Congreso” y que pidió el respaldo “para un paquete de leyes que no especificó, aunque se lo pedimos”.
“De espaldas de la división de poderes anuncia un decreto que sin necesidad ni urgencia pretende derogar un conjunto de leyes de todo tipo. Así, se propone privatizar todo, desregular todo, destruir derechos de los trabajadores, arrasar con sectores completos de la producción, rifar los clubes de fútbol y el patrimonio de los argentinos. Todo esto, sin pasar por el Congreso que podría sesionar y discutirlo. Le faltó decir “democracia: ¡afuera!”, cerró; en un posicionamiento que también mostraron sus pares peronistas de La Pampa, Sergio Zilliotto y de La Rioja, Ricardo Quintela; tres de los ocho gobernadores que habían firmado el documento en el que advertían que “no sería lo más adecuado” el plan del Presidente de revertir el Impuesto a las Ganancias para recomponer los fondos que las provincias perdieron por la implementación del cambio en el tributo, aplicado en los últimos meses del anterior gobierno nacional.
La velocidad y profundidad de los sucesos obligó a un viraje más duro de Kicillof en cuanto a lo que será la relación con el gobierno nacional. Semanas atrás, luego de la asunción del Presidente y durante su jura para el segundo período de gobierno en la provincia de Buenos Aires, el mandatario bonaerense reconocía la legitimidad de Milei. “Nos tocará convivir con un gobierno nacional cuyas prioridades no comparto, pero cuya legitimidad popular respetamos. En varios aspectos, la propuesta del partido que ganó está en las antípodas de nuestra manera de ver la vida, el mundo, de entender la política y la economía nacional. Sin embargo, como dijimos, respetamos profundamente la voluntad popular de los argentinos”, remarcaba ante la asamblea legislativa.
A la continuidad de reuniones que el gobernador mantiene en La Plata se le suma también el pronunciamiento del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires que preside Máximo Kirchner. Este jueves, el PJ bonaerense emitió un comunicado en el que explicitan: “Rechazamos tanto el decreto como el contenido de estas medidas que vienen a desregular ya no la economía sino la vida entera de nuestra gente y la casa común que habitamos para garantizar y hacer crecer la ganancia de un pequeño grupo”. También, remarca que acompañarán a quienes se movilizaron espontáneamente tras la cadena nacional “en defensa del sistema republicano y de cada sector social y político de la Argentina”.
Pese a que los dirigentes del peronismo se mantienen en contacto permanente, en el PJ bonaerense, por el momento, no tienen agendada ninguna reunión extraordinaria del Consejo partidario.
A la situación macro, Kicillof debe también atender cuestiones propias de la agenda bonaerense. Se espera que en las próximas horas gire a la Legislatura la ley impositiva fiscal, un endeudamiento por un monto superior al que el mes pasado no logró tratar, que era una suma similar a 150 millones de dólares y también la prórroga de las emergencias en ciertas áreas de gestión como salud o seguridad.