El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se fue de la reunión con el presidente Javier Milei y sus pares gobernadores de este martes con un dejo sinsabor. Durante el encuentro, que duró por más de horas, el bonaerense interpretó que las demandas con las que habían llegado un grupo de mandatarios provinciales no tenían respuestas. La proyección macroeconómica es lo que más le interesaba. Fuentes cercanas al gobernador aseguran que nada de eso se escuchó en lo que fue el primer encuentro formal de gestión -pese a que se habían visto las caras por la tragedia de Bahía Blanca el fin de semana- y ahora la incertidumbre se traslada a la gestión doméstica sobre el cierre de año y los primeros pasos del 2024.
La necesidad de conocer algunas proyecciones es imperiosa para Kicillof. Desde que asumió Milei, y luego de los primeros anuncios económicos, el gobernador tuvo que descartar un proyecto de presupuesto bonaerense para el año que viene al que solo le faltaban algunos detalles. Las palabras del ministro de Economía, Luis Caputo, anunciando el fin de la obra pública nueva, el recorte de las transferencias de fondos a las provincias y el proceso de eliminación de la política de subsidios echaron por tierra lo que la gestión bonaerense tenía diagramado para la gestión 2024. Tras el primer encuentro formal con el Presidente, solo hubo, según confiaron fuentes al tanto de la reunión, espacio para un diagnóstico de la situación y el pedido de un acompañamiento a las reformas que el Ejecutivo buscará tratar en el Congreso en las próximas semanas.
“No hubo precisiones de qué incluye el paquete de reformas para lo que pidió apoyo”, agregaron en La Plata. A la hora de hablar en la reunión, el mandatario bonaerense pidió definiciones sobre las variables macro para poder encarar la planificación del año próximo. Las respuestas, entiende el gobernador de Buenos Aires, fueron inconsistentes. Kicillof aún no presentó ni Presupuesto 2024, ni Ley Fiscal Impositiva y es probable que el pedido de endeudamiento que giró semanas atrás a la Legislatura -por una suma similar a 150 millones de dólares- y no logró tratar sea modificado.
El mandatario bonaerense había llegado a Casa Rosada al mismo tiempo que sus pares peronistas; que fue el último grupo en arribar al primer encuentro oficial con el Jefe de Estado. Los gobernadores del PJ habían mantenido una reunión con la CGT antes del encuentro con Milei. Kicillof bajó de su auto oficial escoltado por la ministra de Comunicación, Jesica Rey, y su secretario privado, el coordinador de General de Unidad Gobernador, Nicolás Beltrán, quienes lo acompañan a sol y sombra. En el Salón Eva Perón, fue ubicado al lado del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem y bien cerca de Milei. Justo enfrente de su hermana y Secretaria General de Presidencia, Karina Milei. Luego, sería uno de los encargado de comunicar la posición de los gobernadores del PJ.
En el comunicado posterior que llevó la firma de Kicillof (PBA), Sergio Ziliotto (La Pampa), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gildo Insfrán (Formosa), los gobernadores sostuvieron que “la reversión del Impuesto a las Ganancias no sería el camino adecuado ya que afecta derechos de los trabajadores”.
Tras la victoria de Milei, algunos gobernadores habían elevado distintos pedidos para compensar la merma de fondos a las provincias producto de la modificación de Ganancias, ya que es una carga impositiva que se coparticipa y empezaban a sentir el impacto del cambio en la ley en sus propias cuentas. Lo particular era que entre las firmas había mandatarios del peronismo que habían facilitado la modificación y la eximición impositiva a través de sus representantes en el Congreso. En ese momento, la medida con impacto en el salario de los trabajadores había sido celebrada por los mandatarios provincial en medio de la campaña electoral. La modificación incluso contó con el acompañamiento de Milei que se desempeñaba como diputado nacional.
En los pedidos formales para “volver atrás” con Ganancias no aparecía la firma de Kicillof. En las últimas horas el bonaerense se despegó de esa jugada. “Hubo reuniones con gobernadores de todos los partidos políticos y se hizo una propuesta que se encarnó en un proyecto de ley para coparticipar una parte, el 50%, del Impuesto al Cheque”, había detallado días atrás en declaraciones a Radio 10.
En la previa a la reunión con el gobierno nacional, desde el entorno del mandatario provincial le habían adelantado a Infobae que las demandas con las que se sentarían en la mesa era exigir la continuidad de la obra pública, respetar los acuerdos por las transferencias y que el gobierno nacional no responsabilice a los gobernadores -o al menos a Kicillof- por un eventual regreso del pago de impuesto a la cuarta categoría de Ganancias. Sobre Ganancias, Milei dijo que que dará marcha atrás “de manera transitoria” a la suba del mínimo no imponible y que el tributo será revisado en cada ley de Presupuesto; algo por lo que los gobernadores del PJ ya encendieron luces de alerta.
La falta de respuestas, interpretan cerca del mandatario, pega de lleno en la previsión que busca tener la administración provincial para el 2024. Así, Kicillof podría prorrogar el presupuesto 2023. Hoy tiene una Legislatura más permeable por la interna y la proliferación de bloques políticos de la oposición, a diferencia de lo que fue el primer período de gobierno. Es decir que con un texto presupuestario listo podría intentar en la Legislatura llegar a algún acuerdo para tener la ley de leyes; siempre y cuando se garanticen fondos a los intendentes. Sin embargo esa misión está en stand by. Esta vez el problema no parece doméstico sobre este punto, sino externo.
Algo que también explicitó el ministro de Transporte de la provincia, Jorge D’Onofrio. Este martes, el funcionario provincial, recibió este a representantes de las cámaras transportistas para escuchar las problemáticas del sector y remarcó que el Gobierno bonaerense necesita saber “cómo sigue el esquema de subsidios y compensaciones y la composición salarial de los trabajadores. Es muy importante atender esta cuestión lo más rápido posible, porque hay muchas empresas que se están achicando y que no están pudiendo hacer frente a los gastos operativos”.
En este contexto y dentro de los caminos posibles que tiene Kicillof además de pedir una prórroga para discutir la ley de leyes bonaerense, el Ejecutivo bonaerense sí precisa tener aprobada la ley fiscal impositiva; ya que es una de las bocas de financiamiento. Sin embargo, hasta tanto no se definen parámetros como puede ser, por ejemplo, el índice de inflación proyectado para 2024, tampoco se pueden actualizar las escalas de los impuestos provinciales para el año entrante.