Durante la mayor parte de la jornada en la que se produjo la marcha del 20 de diciembre, las vías de circulación estuvieron liberadas, con los manifestantes desplazándose hacia Plaza de Mayo sin interrumpir el tránsito ni bloquear las calles. Sin embargo, minutos después de las 16, cuando emergieron las columnas encabezadas por los principales dirigentes de Unidad Piquetera, esa orden del ministerio de Seguridad se vio alterada. Así, en las arterias de acceso a Casa Rosada, Diagonal Norte y Diagonal Sur, se produjeron enfrentamientos y golpes de puño entre piqueteros y uniformados.
Como resultado, hubo dos detenidos, de 63 y 25 años, se informó oficialmente. El menor, identificado por las fuentes como Ulises Nicolás Fernández, fue arrestado en Diagonal Norte y Maipú, por donde marchaban los partidos de izquierda MTS y PTS, por herir con un arma blanca en el brazo a un Policía de la Ciudad. Hubo otro agente lesionado con un golpe en el rostro.
Mientras que, el mayor de los detenidos, identificado por fuentes del caso como Héctor Adolfo Ganzo, fue capturado en diagonal Sur por disturbios y agresión.
Ambos quedaron a disposición de la Unidad de Flagrancia Este, a cargo del fiscal Almeida. A Fernández se labraron los actuados por atentado, resistencia a la autoridad y lesiones. En tanto, Ganzo, perteneciente a la agrupación Polo obrero, fue acusado de desobediencia.
También se produjeron incidentes cuando las fuerzas de seguridad convocadas armaron un cordón con un sólo carril de paso por la calle: algunos arremetieron contra los efectivos y, en otros casos, al generarse un cuello de botella se dieron empujones y corridas.
Tras la marcha, El Presidente dejó las instalaciones del departamento de la Policía Federal Argentina, ubicado en el barrio Monserrat de la Ciudad de Buenos Aires, desde donde siguió por espacio de una hora el momento más tenso de la jornada, cuando el grueso de las columnas de piqueteros ingresaron a Plaza de Mayo.
El jefe de Estado estuvo acompañado por la primera línea de su gabinete. Junto a él, observaban la actuación de las fuerzas policiales, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la de Capital Humano, Sandra Pettovello, y la Secretaria General de la presidencia, Karina Milei, entre otros funcionarios.
Conclusiones
Tras la marcha, integrantes de las organizaciones piqueteras que se movilizaron este 20 de diciembre difundiendo un comunicado en el que critican las medidas económicas que tomó en sus primeros 10 días del presidente Javier Milei, y relacionaron directamente al protocolo antipiquetes como un complemento de esas medidas, que busca frenar la reacción social ante sus efectos.
“Estamos movilizados, todos unidos este 20 de diciembre, contra el hambre, en defensa del trabajo genuino, los salarios, las jubilaciones, la salud y la educación, de todos nuestros derechos, contra la represión y el ataque a los planes sociales. En unidad y movilización de los trabajadores ocupados y desocupados, de los organismos de derechos humanos, sociales, estudiantiles, ambientalistas, de género, sindicales y políticos, realizamos la primera gran acción unitaria de lucha contra el ajuste de Milei-Caputo y el protocolo represivo de Bullrich”, afirmaron los movimientos, reunidos en Unidad Piquetera.
De la vereda de enfrente, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, se expresó en su cuenta de X minutos después de la finalización de la marcha piquetera e hizo una lectura positiva del despliegue que realizaron las fuerzas de seguridad, coordinadas entre Nación y Ciudad, y le agradeció al Presidente el entendimiento.
Macri hizo una lectura positiva del despliegue que realizaron las fuerzas de seguridad. “Lo importante hoy es que cambió la lógica de quién controla la calle. Veníamos de un país y una Ciudad donde los piqueteros hacían lo que querían”, dijo el alcalde porteño.