Con la elección de Martín Lousteau como presidente del Comité Nacional de la UCR, el partido centenario inició una etapa de renovación pero, en paralelo, se visualizó el mapa de quiénes serán los protagonistas de la interna radical y dónde se plasmarán las disputas de poder. Si bien el líder de Evolución ganó la elección por amplia mayoría -68 votos- del otro lado quedó el espacio que integran Gustavo Valdés y Alfredo Cornejo. Ambos gobernadores buscan posicionarse como los líderes de Juntos por el Cambio, con un armado político en el Congreso que los ayude a ser el nexo con el gobierno de Javier Milei.
Horas antes de que se realizara la votación formal que consagró a Lousteau presidente, Gerardo Morales y Cornejo tuvieron una fuerte discusión en la mesa de negociación, según pudo saber Infobae. ¿El tema? Mauricio Macri. El vínculo con el PRO es uno de los debates que atraviesa a todo el partido centenario. Es una herida que quedó abierta desde que se aprobó esa sociedad en la Convención de Gualeguaychú en 2015.
Morales y Cornejo mantienen un fuerte enfrentamiento desde hace un largo tiempo. El gobernador mendocino fue muy crítico de la gestión del jujeño en el Comité y un fuerte detractor de la estrategia electoral que llevó adelante durante este año. De hecho, fue aliado de Patricia Bullrich desde el inicio de su campaña presidencial y un promotor de la necesidad de encabezar la etapa de cambio que, en su mirada, la sociedad argentina reclamaba, y que finalmente se vio reflejada en el triunfo de Javier Milei.
El jujeño, en cambio, nunca se sintió cómodo en la alianza con Macri. Como buen militante orgánico, Morales acató la decisión del partido en 2015 de unirse al PRO pero tuvo su revancha este año cuando decidió integrar la fórmula presidencial con Horacio Rodríguez Larreta, quien buscó - sin éxito- superar el liderazgo de Macri. Desde entonces profundizó sus críticas públicas hacia el ex presidente, sobre todo por su acercamiento a los libertarios.
Para la elección de este viernes, tanto Morales como Cornejo entendieron que la UCR necesitaba una renovación por lo que ambos apoyaron a dos correligionarios jóvenes, con territorio y proyección: Lousteau y Valdés, respectivamente. Pese a haber superado el reclamo por el recambio generacional, permanecen las divisiones por la estrategia partidaria y la relación con el PRO.
Cansados de que los mencionen como “Grupo Malbec”, aquellos radicales que se encolumnan detrás de la figura de Bullrich durante la interna entre halcones y palomas, ahora buscan posicionarse como un espacio más amplio. Se autodenominan “Causa Federal”, ya que - liderados por Cornejo y Valdés - reúnen dirigentes de Corrientes, Mendoza, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Córdoba, Santa Fe, San Luis, Santiago del Estero, Formosa, Misiones, Entre Ríos, San Juan y Catamarca.
De hecho, durante las negociaciones para terminar de integrar la Mesa Nacional del Comité, el flamante grupo Causa Federal se encargó de resaltar que lograron una participación del 40% con los radicales que responden a este espacio, entre ellos, Luis Naidenoff, Pamela Verasay, Carmen Delgado, Martín Arjol, Carolina Schadorosky y Piero Boffi. Con esos nombres y apoyos, buscaron demostrar que tendrán injerencia en las tomas de decisiones del partido. Y, además, buscaron desmentir un supuesto número aplastante por parte de Lousteau para ganar la presencia del Comité.
Pese a la fractura evidente que atraviesa Juntos por el Cambio luego de la derrota electoral, Valdés y Cornejo apuestan a la unidad de la coalición. ¿Cómo? Creen que con los 10 gobernadores que cosecharon en estas elecciones y sus aliados territoriales en el Congreso podrán liderar la construcción de una “oposición responsable”, que logre articular con el Gobierno en las reformas que crean necesarias, pero que reclame y defienda los recursos de sus provincias. “El poder va a pasar por los bloques”, repiten con insistencia. De hecho, en el Senado pusieron a sus aliados como autoridades y en Diputados a Rodrigo de Loredo que, si bien integra Evolución, en Causa Federal aseguran que acordaron con el cordobés para que defienda sus intereses.
“Ellos quieren mostrarle al macrismo que tienen el control”, deslizan entre las autoridades de la UCR. La nueva conducción del partido centenario entiende que el rol de los gobernadores debe ser de permanente diálogo con la gestión de Milei, pero que el de los bloques parlamentarios y del propio Comité debe ser otro. “Es una estrategia equivocada”, responden cuando describen la postura de Valdés y Cornejo.
La línea oficialista reconoce que hay radicales que se sienten más identificados con las ideas del PRO, pero advierten: “Corren el riesgo de ser parte responsable si al Gobierno de Milei le va mal”. En una entrevista con Infobae, Lousteau reconoció que el ordenamiento del espacio dependerá de cómo responda cada sector a las medidas que envíe el oficialismo al Parlamento y adelantó que el partido buscará resolver la situación de Luis Petri, actual ministro de Defensa, ya que su decisión de formar parte del Gobierno contradice la postura de la UCR como partido. “No estamos co-gobernando”, insistió el economista.