El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, espera señales y detalles del Plan Motosierra que anunció el gobierno nacional. En la administración bonaerense quieren tener un estimativo de las proyecciones presupuestarias para el año que viene. A la espera de esas definiciones buscará volver a la negociación doméstica por un pedido de endeudamiento que giró a la Legislatura bonaerense por una suma similar a 150 millones de dólares con el objetivo de sostener obras, programas sociales y amortizar deuda contraída. El primer intento en la Legislatura -con la composición anterior- fue sin éxito.
Tras la jura de los ministros que lo acompañarán en el Gabinete, el gobernador volvió a pedir por el tratamiento del proyecto de ley que envió el 26 de noviembre último al Senado y que el oficialismo buscó tratarlo en tiempo récord antes del recambio de legisladores.
En ese momento chocó con Juntos. La versiones de la sesión caída variaron: en el gobierno confiaban en llegar a un acuerdo con la UCR. De hecho el propio Kicillof había tenido reuniones con intendentes del partido centenario. Sin embargo no llegaron a juntar los votos necesarios; responsabilizaron al PRO y la falta de interlocutores y jefatura propia de la derrota electoral. En Juntos -sobre todo la línea dura- pusieron sobre la mesa las deudas que el gobierno bonaerense mantiene con los municipios. Exigían cubrir los pasivos antes de bajar al recinto. No hubo acuerdo.
Por estos días, el gobernador bonaerense volvió a hablar sobre el tema. El contexto político y económico cambió 180°. En el gobierno bonaerense no tienen certezas de los anuncios del gobierno nacional. Aparecen allí algunas cuestiones que impactan de lleno en el andar productivo de las provincias como el plan para recortar al máximo posible las transferencias discrecionales. Pero también reconocen en el Gobierno bonaerense que si no hay Presupuesto nacional no se sabrá qué va a pasar con el bonaerense. Una posibilidad es prorrogarlo. Eso intentará hacer con las emergencias en distintas áreas de gobierno. De hecho es lo que explicita un artículo que se incluye en el pedido de endeudamiento que aún descansa en el Senado.
“No hubo un anuncio claro de si se va a prorrogar el presupuesto del año pasado o habrá un presupuesto nuevo”, dijo Kicillof sobre las proyecciones nacionales. El gobernador detalló también que “nosotros hoy no tenemos presupuesto”.
“Algo que habíamos planteado ante la Legislatura -porque al no tener las estimaciones oficiales del año del gobierno nacional, en cuanto a la inflación, el crecimiento y las diferentes variables que funcionan- era que necesitamos disponer de esto. Si el gobierno nacional decide prorrogar el Presupuesto veremos dónde nos ubicamos porque necesitamos que se nos apruebe no solo la ley de presupuesto, sino la fiscal impositiva y el endeudamiento”.
En lo que refiere al pedido de deuda, el texto que se busca discutir podría ser modificado en la negociación que se vaya a encarar, tanto por los pedidos de la oposición como por la última devaluación que llevó el precio del dólar oficial a $820 pesos.
Fuentes de la administración bonaerense habían detallado que el pedido de endeudamiento se solicitaba porque el Presupuesto 2023 de la Provincia contempló una autorización de endeudamiento de $168.062 millones de pesos y que en términos relativos frente a los recursos totales representaba el 2,5%, pero sin embargo, la evolución de las principales variables macroeconómicas durante este año estuvo por encima de todas las previsiones, de tal manera que en relación a los recursos actuales de 2023, dicho endeudamiento autorizado representa tan solo el 1,9% de los recursos totales.
Kicillof aclaró que el texto que busca empujar en la Legislatura “no es aumentar el endeudamiento sino sustituirlo en su vencimiento, lo que se llama rollover de la deuda. Sustituir el endeudamiento que va venciendo con endeudamiento nuevo”.
El mandatario también cruzó a la administración bonaerense de María Eugenia Vidal al decir que “nos dejaron una deuda en dólares que vencía en los cuatro años de gobierno y la tuvimos que reestructurar”.
“Hoy tenemos vencimientos en dólares. Todo esto hay que hablarlo con el gobierno nacional”, dijo. Hasta el momento el contacto Nación-provincia de Buenos Aires fue una reunión entre el ministro del Interior Guillermo Francos y el propio Kicillof.
Ahora, el Ejecutivo bonaerense deberá también buscar el número legislativo en conversaciones con los bloques libertarios que están fragmentados en la Legislatura. Juntos tiene un interbloque entre un sector de la UCR, el PRO y la Coalición Cívica. En lo explícito son tres bloques distintos, en lo implícito sostienen que votarán y discutirán en conjunto.