Javier Milei postergó su intención de hacer una gira a Israel, Italia y Ucrania en verano para permanecer en Buenos Aires hasta que ceda la inflación mensual, y sólo hará las valijas para realizar un viaje relámpago a Davos en enero con el objetivo de explicar su perspectiva económica.
El presidente participará del Foro Económico Mundial con una exposición personal que lleva de título “Libertad: la llave de la prosperidad”, y cuando concluya retornará de inmediato a Buenos Aires, en lo que será su primer viaje tras su asunción como jefe de estado.
Milei viajará en un vuelo privado con una acotada comitiva, llegará a Davos el próximo 14 de enero y, en caso de no cambiar la agenda, estará apenas diez horas en la aldea de Suiza, flanqueada por los Alpes.
La organización del evento internacional había planteado un formato de exposición que no le cerraba al jefe de Estado, y tras una sigilosa negociación con Klaus Schwab -fundador del Foro-, se acordó que Milei expusiera en soledad ante un auditorio integrado por ministros de Finanzas y de Economía, banqueros, inversores, periodistas, consultores y académicos.
En Balcarce 50 le preguntaron al Presidente por qué había elegido ese título para su presentación en Davos, a lo que Milei contestó: “Porque la libertad trae prosperidad”.
El mandatario tenía intenciones de viajar en enero a Israel, Italia y Ucrania para coronar una gira internacional con fuerte impacto geopolítico, en medio de los conflictos que suceden en la Franja de Gaza y el país europeo. Además, de acuerdo con sus dichos en la campaña donde afirmaba que sus aliados en su gobierno iban a ser Estados Unidos y la propia nación israelí.
Milei preparaba una agenda en Tel Aviv y Jerusalén que incluía reuniones con Benjamin Netanyahu e Isaac Herzog, encuentros con familiares de los secuestrados por Hamas y visitas a los kibutz atacados por esa organización terrorista.
Después pensaba viajar desde Medio Oriente a Roma para visitar a Francisco en el Vaticano y a Georgia Meloni en el Palacio del Quirinal.
Y por último, el jefe de Estado diseñaba una escala en Kiev (Ucrania) para protagonizar un cónclave con Volodimir Zelensky, tras lo que fue la visita del mandatario ucraniano en la asunción del pasado 10 de diciembre.
Pero Milei cree que no puede viajar mientras la inflación y el ajuste hace estragos en la sociedad. En este contexto, suspendió el viaje a Israel, Italia y Ucrania hasta que ceda la inflación.
“Me parece un disparate viajar cuando la inflación vuela y la gente está preocupada. Es como que me fui del país cuando en la Argentina la economía es un desastre. El viaje puede causar mucha desilusión”, comentó Milei a su círculo más cerrado.
-Y entonces, ¿por qué irías a Davos?— le preguntaron en Balcarce 50.
-Porque Davos es una tribuna internacional y la voy a aprovechar para explicar mi mirada sobre la economía en general.
La decisión política de condicionar sus giras internacionales al índice de inflación mensual no tiene un manual de procedimientos. Es decir: Milei todavía no definió el porcentaje de inflación para habilitar sus viajes al extranjero, y tampoco considera que su decisión política funciona como un dogma de fe.
El presidente revisará la opinión pública y el nivel inflacionario antes de viajar, y después definirá sus destinos internacionales.
Mientras tanto, Milei tiene la cumbre del Mercosur en el Paraguay, el G20 en Brasil, y la Asamblea General de las Naciones de la ONU, tres eventos globales con presencia obligatoria.
Y además, Emmanuel Macron y David Cameron invitaron a Milei para que visite Francia y el Reino Unido en 2024.
El presidente también quiere ir a París y Londres, pero no tiene intenciones de hundirse en la arena doméstica como consecuencia de un viaje al exterior. Entonces, Milei canceló -por ahora- su ambiciosa gira a Medio Oriente y el centro Europa, y optó por volar a Davos para exponer, conocer al banquero Schwab -dueño del Foro- y regresar de inmediato a Buenos Aires.