El interbloque de Unión por la Patria en el Senado, que comanda el experimentado formoseño José Mayans, sufrió ayer un duro golpe en la elección de autoridades de la Cámara alta y ya tuvo su primera interna previa a la sesión, en una reunión donde un puñado de legisladores sugirió no acatar a rajatabla la decisión de abstenerse de la ex vicepresidenta Cristina Kirchner, con el objetivo de minimizar daños y, de esa manera, no regalar una victoria plena a la titular del Cuerpo, Victoria Villarruel, y al conglomerado opositor de radicales, macristas, peronistas no K y provinciales.
“Algunos pensaron en acompañar la Presidencia provisional y las dos secretarías -la administrativa o “caja”, y la parlamentaria-, con el fin de negociar. Siempre tuvimos mayoría acá e incluso, en 2015 con Cambiemos, no hicimos lío. Ahora no sólo no contamos con eso, sino que nos quedamos sin nada. ¿Con qué cara vamos a pedir una resolución sobre víveres o alguna designación que nos interese?”, lamentó un integrante del interbloque, que sólo se quedó con la Vicepresidencia de la Cámara alta, cuyo nombre seguirá en reserva.
Según confiaron a Infobae desde el principal interbloque opositor en el Senado -tiene 33 legisladores, a cuatro del quorum-, Mayans fue intransigente con la postulación a la presidencia provisional del libertario formoseño Francisco Paoltroni, quien al final quedó relegado por el puntano y compañero de fuerza Bartolomé Abdala. “Por no aceptar ahí a una persona que criticara todos los días a -el gobernador provincial, Gildo- Insfrán, perdimos todo. Hasta en las comisiones”, se sinceró otro legislador.
De hecho, parte de la bancada pretende saber si existieron diálogos reservados con el oficialismo para desactivar a Paoltroni, dinamitado por una feroz interna de La Libertad Avanza. Además, la orden que el formoseño dio en la reunión previa a la sesión choca de frente con las propias expresiones vía redes sociales de Cristina Kirchner. “La directiva desde el Instituto Patria fue que no había que apoyar nada”, expresaron ayer a este medio.
Por caso, el 29 de noviembre pasado, la ex vicepresidenta y dos veces jefa de Estado manifestó: “Viene al caso recordar que, en el año 2015, después de que el Frente para la Victoria perdiera el balotaje por una mínima diferencia, sostuve que había que respetar la línea sucesoria del Poder Ejecutivo pese a que Cambiemos -ganador de ese balotaje- no contaba con las mayorías necesarias, como sucede ahora con La Libertad Avanza”.
Seguido a ello, Cristina Kirchner remató: “Siempre he hecho del respeto a la voluntad popular, a las instituciones y a mi propia coherencia, una práctica política que no pienso abandonar por nada ni por nadie”. De estas declaraciones se acordaron ayer en el interbloque mientras oían a Mayans la orden que se trasladó de no votar nada y abstenerse.
Para enturbiar más lo acontecido en el convite, otros senadores oyeron al propio Oscar Parrilli enunciar la necesidad de acompañar el combo prioritario de autoridades que iba a proponer La Libertad Avanza. De allí el desconcierto de los legisladores y la preocupación de cara al futuro en el corto plazo.
A pesar de todo esto, el interbloque se abstuvo de manera unificada, aunque con curiosas ausencias: faltaron los tres representantes de Santiago del Estero y el tucumano Juan Manzur, de viaje en Israel. Dos distritos que representan a los gobernadores Gerardo Zamora y Osvaldo Jaldo, respectivamente.
“Quedaron mejor parados para negociar algo con el Ejecutivo que los que vinimos hoy a comernos los cachetazos”, resumieron sobre esta cuestión desde Unión por la Patria. Por caso, la legisladora santiagueña Claudia Ledesma Abdala -esposa del gobernador- fue presidenta provisional en la era Alberto Fernández y comandó el recinto de la Cámara alta ante el poco interés de Cristina Kirchner, quien en muchas ocasiones abría las sesiones y se acercaba, en el mejor de los casos, a la hora de votar algún tema.
Más allá de lo acontecido en las últimas horas, Villarruel y el jefe de La Libertad Avanza, Ezequiel Atauche (Jujuy), tendrán que refrendar el triunfo de las últimas horas si el Gobierno decide convocar a sesiones extraordinarias. De la mayoría de 39 senadores obtenida ayer, sólo siete son oficialistas. Y uno -Paoltroni- ya está ofuscado. De allí la necesidad de “pajarito llamador” que deberán entender, a fuerza de poder -y otras yerbas-, Javier Milei y el ministro del Interior, Guillermo Francos, si quieren avanzar con el paquete de leyes que aún demora el Ejecutivo.