El ex presidente Alberto Fernández rechazó las acusaciones en medio de los vaivenes sobre el decreto que establecía cambios en la custodia de los ex mandatarios, ex vicepresidentes y sus familiares directos en sus desplazamientos en el país como en el exterior. En medio de esa polémica, finalmente Fernández decidió que no viajará a España para evitar que se ponga en duda su “honestidad” y resaltó que “no reclamó ningún trato especial con la custodia”.
Por primera vez, Fernández se refirió explícitamente al decreto 735/23, publicado en el último día de su mandato, y aclaró que solo “modificaba la dependencia funcional del servicio de custodia de ex presidentes y vicepresidentes, trasladándola a la Órbita de la Casa Militar y la Secretaría General, organismos que siempre tuvieron la custodia del Presidente en ejercicio”.
Sin embargo, la medida causó revuelo y críticas de la oposición porque el texto otorgaba resguardo policial dentro y fuera de las fronteras nacionales, sin límites o condiciones específicas, a todos aquellos ex presidentes y ex vicepresidentes junto sus familiares.
Desde su cuenta personal de la red social X, el ex jefe de Estado comenzó un extenso hilo en el que se mostró sorprendido por una publicación de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, donde anunció la derogación de un decreto que él mismo había firmado. “El tweet ha sido borrado de la cuenta de la Ministra de Seguridad y la copia del decreto estaba firmado por Bullrich, quien solo puede firmar resoluciones ministeriales. Los decretos deben ser rubricados por el Presidente de la Nación”, expresó, al referirse de la marcha atrás que decidió el gobierno de Javier Milei sobre esa medida.
Alberto Fernández justificó la modificación de traspasar la custodia de los ex presidentes al organigrama de Casa Militar al destacar que “es público y notorio” que Patricia Bullrich y “algunos de sus colaboradores cercanos están sospechados de haber llevado a cabo persecuciones políticas en el pasado”. En sus propias palabras, dijo: “Su mano derecha, el Diputado (Gerardo) Milman está denunciado en el atentado contra la ex Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y yo personalmente tengo una demanda civil pendiente contra la ministra Bullrich.”
“Es claro que no hay garantía alguna de imparcialidad en el manejo de la custodia de los ex mandatarios opositores. Si faltaba alguna duda, basta con la publicación borrada de un decreto firmado por ella, sin facultades para hacerlo”, continuó el ex presidente.
“Dicho esto, el decreto que yo firmé no alteró en absoluto el régimen de custodias otorgados para presidentes y ex presidentes y sus familiares directos que cuenta con décadas de vigencia. A mi juicio, la custodia de los ex presidentes y sus familias tiene sentido. Una sociedad que es convocada permanentemente al odio hacia el contrario, pone en riesgo la integridad de todas esas personas”, agregó.
Fernández recordó que el entorno íntimo de los ex presidentes suelen sufrir agresiones. “Debo recordar que mi hijo mayor ha recibido amenazas de muerte y en algún caso los autores de los mismos han sido juzgados. También debo recordar que hace muy poco tiempo el ex presidente Mauricio Macri hizo público que una de sus hijas había sido amenazada. Todo eso muestra la crispación social que nace por el clima que se promueve y los efectos negativos que todo eso genera”, sostuvo en el hilo.
Con respecto al viaje a España, el ex presidente aclaró que “no está en mi ánimo radicarme fuera de Argentina ni tener residencia en otro país”. Lo que buscaba era “lograr tranquilidad junto a mi familia después de cuatro años muy difíciles, recuperar afectos y llevar adelante algunas actividades académicas”. “En esta ocasión, mi viaje también estaba motivado por la invitación a participar en un seminario en Turín organizado por los Presidentes de Francia e Italia”, precisó.
Con esa introducción, Alberto Fernández anunció que desistió de realizar el viaje para evitar sospechas en su integridad moral: “No he reclamado ningún trato especial con la custodia. La misma me fue dada directamente por lo que emana de las normas vigentes que, repito, llevan muchos años. Tan solo la duda que puede haber sembrado la operación periodística fundada en un tuit que fue borrado de las redes, me determina a suspender las actividades que tenía previstas”.
“Un viaje y una conferencia no cambian mi vida. Hago un culto de mi decencia y no dejaré que difamen mi honestidad mostrándome como un privilegiado. No quiero ser acusado de abusar de privilegios que nunca pedí y nunca tuve”, completó en la misma seguidilla de mensajes.
Además, Fernández remarcó que con el decreto cuestionado solo se “atenía a recibir el trato que las normas determinan” y que ya se aplicaban. “Precisamente por esas normas es que el ex presidente Mauricio Macri contó en muchas ocasiones con el servicio de custodia (a mi juicio con razón) viajando a los más variados lugares del mundo algo que podría entenderse si se tienen en cuenta las funciones que asumió en la FIFA.
Fernández instó al “periodismo serio de investigación” a solicitar información sobre los gastos, señalando que no cuestiona que lo hayan hecho, sino que “busca una misma vara para medir el proceder de todos”. “Argentina está sometida a una práctica política muy nociva que permanentemente promueve el odio hacia el opositor propiciando tácitamente la reacción social en su contra”, resaltó el ex mandatario.
“Esa práctica genera enfrentamientos en un momento en que la sociedad se conmueve ante anuncios económicos basados en falacias que aseguran efectos negativos para la clase media y los sectores más vulnerables y daños irreparables para el desarrollo de la producción y el trabajo. Hechas estas aclaraciones, espero que las malas prácticas de la política se destierren de una vez y para siempre. Seguir fomentando el odio, tal vez para tapar las decisiones dogmáticas de un gobierno, no tiene justificación alguna”, concluyó Fernández.