En el Gobierno no es un secreto para nadie que el recorte del gasto político representará un porcentaje mínimo en el PBI, que no tendrá un impacto masivo en el saneamiento de las cuentas públicas. Pero desde la Casa Rosada, atentos a construir un nuevo relato en la estrategia de comunicación para contener la profundización crisis que se viene, intentarán poner el foco en ese aspecto de la nueva administración. En el plan de comunicación de Javier Milei, el concepto de la “motosierra” que usó durante la campaña, tendrá un lugar preponderante, aunque por ahora no informaron exactamente cuáles serán los recortes de cada ministerio y cómo incidirán en las cuentas públicas.
La Jefatura de Gabinete que comanda Nicolás Posse le pidió a cada uno de los ministerios y secretarías que entreguen un esquema sobre cómo creen que debería quedar el organigrama, qué áreas se podrían fusionar y cuáles eliminar. Y cada ministro o secretario, a su vez, le ordenó a los responsables, inclusive a aquellos que provenían del gobierno anterior, que presenten una evaluación de los empleados técnicos. Según pudo saber Infobae, no solicitaron listar un número específico de empleados, sino que lo dejaron al arbitrio de cada uno. Admiten que la puesta en marcha se prolongará durante algunas semanas.
Las cabezas libertarias de las distintas dependencias nacionales hicieron el trabajo de “depuración”, como lo llaman, en dos etapas. La primera, desde afuera del Estado, tuvo lugar entre las elecciones generales y el balotaje; la segunda, durante las dos semanas previas a la asunción, cuando ya tenían la certeza de que desembarcarían en Nación desde el 10 de diciembre y habían accedido a la información de distribución de cargos en el Estado.
La organización a priori de los “ravioles” de la administración pública se hizo primero desde las oficinas del co-work en Avenida Del Libertador al 7200, a la altura de Núñez; y más recientemente en las de Avenida Del Libertador 602, en Retiro, en el piso 20. Y ese trabajo continúa esta semana -y probablemente se extienda al menos durante el resto diciembre-, en las sedes de los ministerios, empresas estatales, organismos descentralizados y en la Casa Rosada.
Además de Posse, tienen un rol importante en el proceso de “limpieza de ñoquis”, como la llaman, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que tendrá a cargo Educación, Trabajo, Desarrollo Social; su par de Interior, Guillermo Francos, que en tanto ministro político ejerce de nexo entre distintas áreas.
No fue casualidad que el vocero presidencial Manuel Adorni hiciera especial énfasis ayer en las medidas de “ajuste de la política” horas antes de la conferencia más importante, prevista para las cinco de la tarde, cuando el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo anunciaría las medidas de shock que tendrán verdadero impacto en el robustecimiento de las cuentas públicas, aunque en el mediano y largo plazo.
Titulada en YouTube, sugestivamente, “Anuncio de recorte de privilegios”, la conferencia de prensa del vocero en la mañana del martes cumplió el rol de adelantarse a las antipáticas medidas que se vienen. “Es una especie de ‘te va a doler, pero a nosotros también y por eso lo entendemos’”, explicó el concepto un dirigente importante de la órbita libertaria.
Ayer, mientras Milei ponía el grueso de su atención a las últimas puntadas del plan económico, Francos se reunía con funcionarios, justamente, para poner a punto la estrategia de ajuste en la estructura del Estado. Y por la tarde en Gobierno dejaron saber que el tema se había tratado en la reunión de Gabinete, y que tenían planeado recortar un 10 por ciento la planta de trabajadores estatales. Milei envió un mensaje en ese sentido a sus principales colaboradores. Además de los ministros mencionados, la vicepresidenta Victoria Villarruel; y los titulares de Economía, Luis Caputo; Cancillería, Diana Mondino; Justicia, Mariano Cúneo Libarona; Seguridad, Patricia Bullrich; Defensa, Luis Petri; Salud, Mario Russo; e Infraestructura, Guillermo Ferraro. Además de los secretarios General de la Presidencia, Karina Milei; de Legal y Técnica, Javier Herrera Bravo; de Medios, Belen Stettler; y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
“La propuesta de estructura nueva siempre va a ser aplicando la tijera en en Subsecretarías y Direcciones que no son de carrera. El ejemplo más patente es Capital Humano, donde se recortaron de manera furiosa los cargos políticos. Eso lo validó Jefatura, y se fue avanzando”, revelaron, siempre a grandes rasgos.
El proceso no será de un día para el otro, pero los libertarios intentarán mostrar resultados lo antes posible para “acompañar”, desde la cúpula estatal y política, el “sufrimiento” de la gente que anticipó Milei desde su discurso de asunción. “Una cosa es lo que planeábamos. Otra muy distinta es el momento y la forma en que van saliendo los decretos y las resoluciones. No va a pasar de forma inmediata”, advirtieron con los pies sobre la tierra desde una de las principales carteras nacionales.
Y distinguieron este proceso que se inicia del que ejecutó el macrismo en los albores de la única gestión nacional de Juntos por el Cambio. “Esto no va a ser como el decreto 50. Va a pasar en tandas, porque queremos que sea efectivo, además de provocar un golpe de efecto”, sostuvo un funcionario libertario.
La otra cara de la moneda de la estrategia para crear una sensación de esfuerzo compartido incluirá la exhibición de una reorganización en la distribución de los planes sociales, que no estará tan enfocada en la reducción de las erogaciones sino, de nuevo, en el plano representativo. “Vamos a hacer todo para enviar un mensaje de austeridad bien cabal. Lo simbólico en estos momentos es lo más importante. Todos sienten dolor. Y en el plano social el concepto va a ser claro: vamos a ser impiadosos con los que se quedan con los que se aprovechan”.
Esa tarea estaría en manos de Pablo De la Torre, hombre de confianza de Pettovello, que proviene de las filas del municipio bonaerense de San Miguel -donde era ministro de Bienestar de su hermano, Joaquín de la Torre- y tendrá a cargo la Secretaría de Desarrollo Social. Sin embargo, aún hay dudas sobre qué harán con el decreto del anterior gobierno que traspasa todos los planes sociales a la órbita de Trabajo a partir de enero de 2024. “No sabemos si es momento para introducir modificaciones de ese tipo. Lo estamos evaluando”, dijeron en la incipiente conducción de la secretaría. Si se cumpliera, el rol principal sería compartido con Omar Yasín, cercano al ex secretario de la cartera laboral de Mauricio Macri, Jorge Triaca.