Mauricio Macri convocó a una reunión del PRO que se realizó este miércoles a la mañana en sus oficinas de la Avenida Libertador, en Vicente López, en medio de las tensiones que protagoniza con Patricia Bullrich. Ambos dirigentes se aliaron con Javier Milei luego de la derrota de Juntos por el Cambio en las elecciones generales de octubre, pero se distanciaron ante la falta de acuerdos para la integración del partido amarillo en el gobierno libertario. Según pudo saber Infobae, el vínculo entre el exmandatario y la flamante ministra de Seguridad se mantiene en extrema tensión: es más, la ministra de Seguridad no participó del encuentro.
El expresidente fue el primero en llegar, minutos antes de que lo hicieran dirigentes como Diego Santilli y Cristian Ritondo. El temario para el encuentro se mantuvo en extremo hermetismo, lo mismo que la lista de participantes. La estrategia que tomaron Macri y Bullrich con Milei en las últimas elecciones -camino al balotaje- provocó una fractura dentro del PRO, que se profundizó con el nombramiento de la jefa del partido -en uso de licencia- y de Luis Petri al frente de Defensa.
Pese a la fractura a nivel nacional, el bloque del PRO en Diputados permanecerá unido sin ningún desprendimiento y bajo la conducción de Cristian Ritondo, que se desempeñó como jefe de bloque durante los últimos años. De hecho, el dirigente bonaerense fue uno de los convocados a la reunión con el expresidente y, por la tarde, encabezará una reunión con sus pares de la Cámara baja, según confirmaron a este medio. María Eugenia Vidal fue otra de las convocadas.
“Continuaremos firmes en nuestro compromiso de defender el cambio y las instituciones republicanas de nuestro país”, publicó Ritondo en las redes sociales junto a una foto de la reunión de trabajo, tras confirmarse su liderazgo. Durante las negociaciones, la principal diferencia entre los legisladores giraba en torno a la actitud que el bloque debía asumir frente al gobierno de Javier Milei. Mientras la mayor parte de los diputados amarillos se sienten más inclinados por facilitar la gobernabilidad a los libertarios también hay sectores que impulsan tener mayor autonomía y evitar a toda costa el co-gobierno.
La ex gobernadora María Eugenia Vidal o la diputada Silvia Lospennato lideraban la facción de la “oposición responsable” y contaban con el apoyo de varios diputados como Álvaro González, Gabriela Besana, Héctor Baldassi y Martín Maquieyra.
Esta postura, estaba en sintonía con lo expresado por otro de los polos de poder que juegan en la interna del PRO: los gobernadores. Ignacio Torres (Chubut), Jorge Macri (CABA), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Marcelo Orrego (San Juan) dejaron en claro en la cumbre de fines de noviembre que todas las incorporaciones al gobierno libertario deberían ser de manera individual, sin que se confunda como un apoyo o un co-gobierno.
Justamente es lo que hizo Bullrich: se incorporó al gobierno de Milei sin acordar con el partido amarillo. De esta manera, la asunción del líder de La Libertad Avanza terminó por abrir imprevistamente otra grieta en el PRO entre macristas y bullrichistas, hasta ahora unidos contra los larretistas. Enojada con Macri por querer acaparar la relación con Milei, Bullrich asumió como ministra sin el aval del exmandatario. “Yo no me someto a MM”, le escribió a la periodista Viviana Canosa durante su programa de LN+.
Para mostrar su independencia, Bullrich anunció que en febrero dejará la presidencia del PRO y llamará a elecciones internas para elegir las nuevas autoridades. Ella no fue elegida por los votos de los afiliados sino por el dedo de Macri. Ahora, en otro desafío al liderazgo del exmandatario, lo expone a nombrar a su antojo al nuevo titular partidario o arriesgarse a que se decida en las urnas.
En enero comenzarán las negociaciones para reemplazar a Bullrich, con Macri recluido en Cumelén, como sucede todos los veranos en que la dirigencia del PRO va en peregrinación al exclusivo country de Villa La Angostura para hablar y fotografiarse con el fundador del partido. Lo más probable es que no haya elecciones internas: dicen que Macri quiere presidir el PRO, al menos durante un año.