Lo anunció Javier Milei el domingo en su asunción: “El ajuste caerá principalmente en el Estado”. El primer Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que dictó el nuevo Presidente achicó la estructura de 18 ministerios a 9 y reconvirtió a las carteras eliminadas en secretarías, bajo la órbita de tres súperministerios. Uno es el de Capital Humano, cuya titular es Sandra Pettovello, que absorbió los ministerios de Educación, Cultura, Trabajo, Desarrollo Social y Mujeres y Género. También incorporó bajo su control los institutos nacionales de Agricultura Familiar y de Asociativismo y Cooperativas. Otro, el Ministerio de Infraestructura - a cargo de Guillermo Ferraro-, que sumó las funciones, presupuestos y recursos humanos de las carteras de Transporte, Obras Públicas, y de Desarrollo Territorial y Hábitat. Y el tercero, el Ministerio de Interior a cargo de Guillermo Francos, que absorbe las anteriores funciones de la que era la cartera de Ambiente y Desarrollo Sustentable, y la de Turismo y Deportes.
Economía, en tanto, bajo la conducción de Luis Caputo, tendrá bajo su área las Secretarías de Energía y Minería, la de Agricultura, Ganadería y Pesca, y la de Industria y Comercio. Los restantes ministerios de la nueva gestión que permanecen son los de Relaciones Exteriores (Diana Mondino), Justicia (Mariano Cúneo Libarona), Seguridad (Patricia Bullrich), Defensa (Luis Petri) y Salud (Mario Russo). Este último iba a ser una secretaría de la cartera de Capital Humano pero, finalmente, mantuvo su rango ministerial.
¿Cuántos empleados conformaban la dotación de personal de esas 18 carteras existentes al 9 de diciembre? Según los últimos datos disponibles en el sitio del INDEC, sumaban 50.516 empleados a octubre último. La cifra contempla tanto a los que estaban dentro y fuera de convenio, como los contratados bajo otras modalidades, como locaciones de servicios u obras. Si se suman los 3.355 empleados de la Jefatura de Ministros - que incluye el personal de la Secretaría de Medios y de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas -, el número asciende a 53.871.
El ranking en cantidad de personal lo encabezan el Ministerio de Economía con 8.701 empleados, Desarrollo Social con 8.192, Salud con 8.001, Cultura con 4.368 y Relaciones Exteriores con 3.048 personas en su planta.
Le siguen el Ministerio de Educación con 1.702 empleados - pese a que cada provincia tiene a cargo las escuelas en sus distritos -; el Ministerio de Justicia con 1.547; el que era Obras Públicas con 1.453; la ex cartera de las Mujeres con 1.291; el ex Ministerio de Transporte con 1.261; el de Seguridad con 1.254 -sin contar los efectivos de la Policía Federal-; el de Defensa con 1.181 empleados- sin incluir a los integrantes militares de las Fuerzas Armadas; el Ministerio de Interior con 1.115; la ex cartera de Turismo y Deportes con 1.047; Ambiente con 1.039; Desarrollo Territorial y Hábitat con 769; y finalmente el Ministerio de Ciencia y Tecnología con 598 empleados.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, al hablar el lunes en conferencia de prensa sobre los futuros recortes en la planta estatal, advirtió que “el empleo militante no va a existir más”, pero aclaró que “la gran mayoría de la gente que trabaja en el Estado es válida y necesaria”. Sin embargo, aseguró que apuntarán a desplazar a los que “ocupan una silla sin aportar nada y cobran un sueldo que pagamos todos”.
Por su parte, el ministro Caputo, en su anuncio grabado de ayer a la tarde, precisó que además de la reducción de los ministerios a 9, las secretarías pasan de 106 a 54: “Esto va a redundar en una reducción de más del 50% de los cargos jerárquicos de la política y del 34% de los cargos políticos totales del Estado Nacional”, afirmó.
La cantidad de ministerios desde 1983
Históricamente existía un límite de 8 en la cantidad de ministerios, aunque no había tope para la creación de secretarías. Así fue durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Carlos Menem los llevó a 9 en su primer mandato, pero volvió a establecer 8 carteras en su segunda presidencia. Fernando De la Rúa aumentó las carteras ministeriales a 12 y Eduardo Duhalde las redujo a 10. Esa fue la cifra que mantuvo Néstor Kirchner durante su gobierno, pero su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, elevó los ministerios a 16.
El récord se dio al inicio del gobierno de Mauricio Macri, cuando el mandatario de Cambiemos los llevó a 21. Pero en la segunda mitad de su mandato, por la crisis económica redujo la cantidad a 10 hasta agosto de 2019, cuando se le volvió a dar jerarquía de ministerio a Agricultura, Ganadería y Pesca, y terminó así con 11 carteras. Alberto Fernández arrancó su gobierno elevando el número de ministerios otra vez a 20 - al crear, por ejemplo, la cartera de las Mujeres, Géneros y Diversidad y la de Desarrollo Territorial y Hábitat- y finalizó con 18, luego de que Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca fueran absorbidos por Economía en 2022 al asumir Sergio Massa en esa área.
Mauro Solano, director de Estado y Gobierno de CIPPEC, recordó ante Infobae que “en el caso argentino, hasta la reforma constitucional de 1994, la cantidad de Ministerios (8) estaba definida en la propia Constitución Nacional. A partir allí se dejó librado a una decisión política del Presidente, aprobada por Ley del Congreso, la manera en que organiza su equipo de colaboradores, tanto en cantidad como atribuciones, salvo por la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, creado en la Carta Magna. El número fue creciendo paulatinamente, con momentos de retroceso, para llegar al actual de 9 propuesto por la gestión entrante”.
Según advirtió, “no hay evidencia empírica que corrobore la existencia de correlación entre la cantidad de Ministerios y el resultado e impacto de las políticas públicas que implementa un gobierno”. Sin embargo, precisó ventajas y desventajas: “Los gabinetes más pequeños pueden tener virtudes en evitar la posibilidad de superposiciones y en propiciar una coordinación más efectiva, principalmente desde la Jefatura de Gabinete de Ministros. Por otro lado, los gabinetes más amplios pueden aportar ventajas en cuanto a su especialización”.
Solano agregó que “el diseño del gabinete es un recurso institucional importante, vinculado no sólo a estilos de liderazgo, sino también para identificar y visibilizar áreas prioritarias, y/o establecer o solidificar estrategias políticas, tanto en gobiernos de un solo partido como aquellos de coalición”.
¿Contribuye a bajar el gasto político la reducción de la cantidad de ministerios? Según este especialista, para evaluar el impacto de la reducción en la cantidad de Ministerios en la eficiencia del gasto de la administración es necesario contemplar otros factores. “Es importante contextualizarlo y completarlo no sólo con las aperturas de la estructura que implican la designación de autoridades superiores por debajo del rango ministerial (Secretarías y Subsecretarías), y luego los cargos de Dirección Pública (Direcciones Nacionales, Direcciones Simples y Coordinaciones), sino también evaluar las competencias y las capacidades con que cuenta el Estado para cumplir sus funciones principales”. Si bien advirtió que puede dar “un mensaje desde el punto de vista simbólico y comunicacional de cara a la ciudadanía, pero hay que considerar también la necesidad de trabajar especialmente sobre el nivel burocrático-administrativo ya que debe asegurarse el impulso y la continuidad de la administración desde el primer día”.
Organismos descentralizados y empresas públicas
Además de la reducción de la cantidad de ministerios, la letra chica del primer DNU de Milei estableció una serie de amplias facultades para aplicar un ajuste de gastos y también permitir la privatización y hasta el eventual cierre de empresas públicas.
Esas facultades quedaron ahora en manos del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y de Caputo. Así, según el decreto, el titular de Economía podrá “intervenir en el desenvolvimiento de las empresas y sociedades del Estado, entidades autárquicas, organismos descentralizados o desconcentrados y cuentas y fondos especiales, cualquiera sea su denominación o naturaleza jurídica, actuantes bajo su órbita, tanto en lo referido a los planes de acción y presupuesto como en cuanto a su intervención, cierre, liquidación, privatización, fusión, disolución o centralización, y en aquellas que no pertenezcan a su jurisdicción, conforme las pautas que decida el Jefe de Gabinete de Ministros”.
De hecho, según el relevamiento realizado por Infobae, no son los ministerios los organismos con mayor cantidad de empleados, sino los entes descentralizados y empresas estatales. En los 23 con más trabajadores, la planta total suma 208.309.
Al pararse sobre cada organismo o empresa, se puede visualizar la cantidad de empleados
El ranking lo lidera el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con 27.793 personas en su planta. Se trata de un organismo al que Milei criticó fuertemente en su campaña por la calidad de su producción. De hecho, manifestó varias veces en campaña su intención de dejar al desarrollo científico en manos del sector privado. Sin embargo designó al médico veterinario Daniel Salamone como su titular, quien negó que estuviese en los planes cerrar el organismo.
Le siguen en cantidad de personal la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado con 23.833 empleados. La empresa tiene a cargo las 5 líneas de trenes de pasajeros suburbanos, las 9 de larga distancia, 7 regionales y un ferrocarril entre la ciudad argentina de Posadas y la paraguaya de Encarnación. Este número no incluye al personal de Belgrano Cargas y Logística SA, que cuenta con otros 4.634 trabajadores.
A continuación se ubica la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) con 22.220 empleados; el Banco de la Nación Argentina con 17.820; el Correo Argentino con 16.967; y el PAMI que cuenta con 14.275 personas, una dotación que no se traduce siempre en una mejor atención de la salud de los jubilados.
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), que maneja uno de los mayores presupuestos del país, ya que tiene a cargo el pago de jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares y prestaciones por desempleo, cuenta con 13.958 empleados.
Aerolíneas Argentinas, la empresa estatal de bandera que informó la semana pasada un superávit por primera vez de USD 32 millones - logrado luego de emitir deuda por USD100 a través del estatal Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE)-, tiene 11.915 trabajadores.
Por su parte Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA), a cargo de la provisión de agua y obras de red y cloacas en el Área Metropolitana de Buenos Aires, cuenta con 7.788 empleados; el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) con 6.755; y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) con 5.919 trabajadores.
En el ranking aparecen luego la Dirección Nacional de Vialidad, que estaba bajo la órbita de la cartera de Obras Públicas, con 5.683 empleados; y la Dirección Nacional de Migraciones con 4.195. En tanto, Corredores Viales SA, la empresa concesionaria de las rutas y autopistas nacionales que depende de Obras Públicas y Vialidad, emplea a otras 3.967 personas.
Nucleoeléctrica Argentina (NASA), la firma estatal generadora de energía eléctrica que opera las centrales nucleares del país, tiene en su planta 3.188 trabajadores; el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) cuenta con 3.099 personas; y el Registro Nacional de las Personas (RENAPER), que funciona bajo la órbita del Ministerio del Interior, con 2.993. En tanto, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) tiene registrados 2.567 empleados.
La Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), cuya función es controlar el tránsito aéreo y coordinar los servicios de información y comunicación aeronáutica para los vuelos, cuenta con 2.472 empleados; y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que hasta el 9 de diciembre estaba en manos de La Cámpora, 1.767.
Radio y Televisión Argentina - bajo cuyo paraguas operan Canal 7, Radio Nacional y la agencia Télam, suman 2.446 empleados. Ayer renunció la presidenta de RTA, Rosario Lufrano, así como su vice, Osvaldo Santoro, y la titular de la agencia de noticias estatal, Bernarda Llorente. En la campaña, Milei había anunciado que los privatizaría por considerar que eran ”un mecanismo de propaganda” del gobierno de turno, sin embargo no dio precisiones si avanzará en ese sentido desde que llegó a la Presidencia. Por su parte, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), encargado de regular las comunicaciones vía telefónica, internet y los servicios de radio, postales y televisión, tiene en su planta otros 2.055 trabajadores.
“No veo ningún tipo de conflicto, ni veo que ningún empleado público deba estar preocupado por su puesto de trabajo”, apuntó Adorni en su conferencia de prensa este lunes. Sin embargo, luego advirtió que la inquietud la debe tener “la persona que no trabaja, que está ocupando una silla y cobra un sueldo que pagamos todos, incluso el empleado público y la persona que apenas llega a poner un plato de comida sobre la mesa. En eso hay una decisión firme del presidente Milei, que es terminar con ese empleo político, ese empleo militante. Ese empleo va a dejar de existir”.
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