En su primer día como Presidente, Javier Milei aseguró que recibió una durísima herencia económica y que no tiene otra salida que abordarla con medidas de shock y un fuerte ajuste del gasto público.
Alejandro Catterberg planteó que el jefe de Estado tiene que aprovechar la “luna de miel” de su asunción y analizó que hay muchos sectores de la sociedad que apoyan su discurso económico porque todavía no advirtieron que las medidas económicas terminarán afectando su bolsillo.
“La sociedad dice que apoya el ajuste, pero cuando le tocan el bolsillo plantea que el que tiene que ser ajustado es el otro. No hay que confundir que la sociedad esté a favor de tomar medidas económicas de ajuste con la idea de que el ajuste lo tiene que pagar el otro. Cuando muchos argentinos se empiecen a dar cuenta que van a pagar el ajuste, va a cambiar la ecuación”, graficó.
Ayer, el Presidente anticipó que la situación empeorará en el corto plazo y que el gobierno de Alberto Fernández dejó plantada una “inflación anual de 15 mil por ciento”. “La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock, naturalmente eso repercutirá de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”, sintetizó.
“Creo que Milei tiene un relato fundacional de ‘la herencia que recibí es la peor de todas’. El desafío es enorme porque el ajuste económico va a ser real, la gente lo va a sentir, piensan que está bien, pero creen que no son merecedores del ajuste, sin embargo les va a llegar a todos”, desarrolló Catterberg en declaraciones radiales.
En ese sentido, hizo hincapié en que el apoyo popular que hoy tiene el líder de La Libertad Avanza podría alterarse. “Cuando el ajuste llegue a la gente, ahí va a cambiar la dinámica, y el desafío para Milei va a ser evitar ir desdibujándose. Ahí estará la habilidad comunicacional de Milei, que sabemos que la tiene. Además, dependerá un poco de la suerte, por el contexto que le toque afrontar”, sostuvo.
“Siempre pasan cosas, y tenemos que estar preparados para que pasen cosas. No se debe confundir el apoyo social: no es el 55 % que lo apoyó en el balotaje, sino que me parece que está más cerca del 30 % de octubre. Y hay que ver quiénes surgen de la oposición”, agregó Catterberg.
Explicó: “Discursivamente, Milei fue cambiando hacia dónde va el ajuste, que no lo va a pagar la casta y ni siquiera la política. Milei cambió esas palabras por el Estado; el ajuste va hacia lo estatal. Y añadió además un ‘casi en su totalidad’, empezando a incluir al sector privado como una parte que tendrá que pagar el ajuste”.
Milei habló en las afueras del Congreso, frente a la Plaza, rodeado de presidentes y líderes de todo el mundo que llegaron a la Argentina para participar de los actos protocolares de asunción. Fueron 34 minutos y en un clima casi de verano, con sol radiante y 26 grados de temperatura.
En el escenario estuvieron en primera fila y a la derecha del presidente electo Zelensky, el armenio Vahagn Jachaturián, el chileno Gabriel Boric y el rey Felipe VI de España. Y a su izquierda el paraguayo Santiago Peña, el uruguayo Luis Lacalle, el ecuatoriano Daniel Noboa, Viktor Orban (Hungría) y el ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro.
“Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años”, dijo el mandatario.
“Una cosa es que el presidente lo anuncie y otra cuando los efectos empiezan a ser palpables en la sociedad. Como muchas veces ha pasado, que la sociedad dice que apoya las medidas de ajuste, pero cuando el ajuste les toca el bolsillo dicen ‘no, si yo no soy el que tiene que ser ajustado, es el otro’”, dijo Catterberg este lunes.
“No hay que confundir estar a favor de tomar medidas económicas o de ordenamiento económico, con la idea de que el ajuste lo tiene que pagar el otro. Cuando los argentinos se den cuenta de que todos tenemos que pagar el ajuste, ahí cambia un poco la ecuación”, concluyó sobre el tema.
Catterberg también compartió su visión sobre la cantidad de senadores de su signo político que tendrá el presidente en la Cámara Alta, que lo obligaría a contar con apoyo externo para el acompañamiento de sus propuestas.
“Siempre es una debilidad no tener un bloque propio para ir a negociar que te garantice un número mínimo. Y es una debilidad no tener ningún gobernador bajo tu línea política”, reveló. Pero aclaró: “Tenemos muchos gobernadores nuevos, con situaciones de fragilidad económica en sus provincias, que abren oportunidades al Poder Ejecutivo para generar vínculos, negociaciones y acuerdos. Hay oportunidades de negociación, pero se requiere mucha habilidad política. Y el costo de esas negociaciones es fiscal; ahí hay una tensión en acordar estas con las provincias y el costo fiscal”.
“Sin el voto de las provincias, a Milei le va a ser muy difícil conseguir algún tipo de acuerdo en el Congreso. Y las provincias no van a votar esos acuerdos si no reciben algo a cambio”, remarcó.
Añadió: “Hay que ver cómo se sostienen en el tiempo los acuerdos que se consiguen, esto es punto por punto, por eso la necesidad de este Gobierno de conseguir lo más rápido posible la mayor cantidad de cosas en el Congreso, porque las dificultades se van a ir incrementando, sobre todo en la primera parte del Gobierno, que va a ser de mucha inflación y mucha recesión, como adelantó el presidente”.