Victoria Villarruel siguió la jura de los 24 nuevos senadores desde el palco principal del primer piso del recinto del Senado de la Nación. Lo hizo en silencio y sólo intercambió algunos comentarios con algunos familiares de los senadores que asumirán sus bancas el próximo 10 de diciembre. En ese silencio seguramente sacaba cuentas y observaba la disposición de cada uno de los bloques, algo que deberá repensar varias veces en busca de una estrategia que le permita hacerse fuerte dentro de un recinto que, en los números, le es totalmente adverso.
La Libertad Avanza irrumpe en la Cámara Alta con tan sólo 7 legisladores. Un número tan exiguo que ni siquiera le permite alcanzar la mayoría en alguna de las comisiones sin negociar con el resto de los bloques.
La contracara es el peronismo. Con 33 senadores el bloque está a sólo cuatro de alcanzar el quórum propio y, como la representación en las comisiones es en proporción al número en el recinto, tiene poder de fuego en todos los ámbitos. “Con ellos no se puede, sin ellos tampoco, hay que buscar alternativas”, reflexiona un miembro de LLA.
Villarruel va a contar con el apoyo de algunos legisladores del bloque de la UCR y otros del PRO. Eso ya quedó establecido en una reunión que se realizó en la previa a la jura en donde Villarruel se reunió con el próximo gobernador de Mendoza y senador saliente, el radical Alfredo Cornejo, el presidente del bloque de la UCR, Eduardo Vischi, su par de LLA, Ezequiel Atauche, y el titular del PRO, Luis Juez.
En los días previos, la Vicepresidenta entrante había mantenido reuniones con todos los bloques en un tono de cordialidad y con un pedido de trabajo conjunto. Este encuentro sirvió para ajustar un poco más ese pedido.
Sin embargo, el lado negativo de ese pedido de ayuda ya se pudo ver en la sesión de jura. La posibilidad de que Juntos por el Cambio conforme un interbloque que pueda actuar en espejo de Unión por la Patria parece nula. “Nosotros somos oposición y no podemos tener un bloque con un partido que está en el gobierno” se quejó un radical respecto a profundizar la relación con el PRO. “Pensamos diferentes y se nota que estamos en esos lugares, sería muy forzado un interbloque”, señaló un a voz del PRO.
La designación de Juez como presidente de un bloque de un partido al que no pertenece es toda una señal para Villarruel. Ese lugar para el cordobés era un pedido de Mauricio Macri, quien sólo encontró la resistencia de dos aliados de Horacio Rodríguez Larreta: la porteña Guadalupe Tagliaferri y la pampeana Victoria Huala.
Con Juntos por el Cambio fragmentado, Villarruel tiene dos caminos a seguir en la Cámara Alta. O logra convencer al resto de la Cámara “no peronista” o empieza a mirar a los gobernadores para que desde ahí llegue el lobby a sus senadores. En especial a los senadores peronistas.
“No son todos senadores de Cristina Kirchner. Hay muchos ex gobernadores o que responden directamente a sus gobernadores. La negociación va a ser en las provincias primero y después en las comisiones”, explicaron desde LLA.
Por ahora Villarruel sólo adelantó que tiene previsto llamar a una sesión para la próxima semana, una vez que tengan el DNU de sesiones extraordinarias y el temario de la misma. Ahí buscará sortear el primer escollo y ganar la primera “batalla” parlamentaria con el nombramiento de Francisco Paoltroni como presidente provisional.
Aunque CFK dijo públicamente que le corresponde al oficialismo, hay senadores como Mayans que entienden que ellos ganaron las elecciones legislativas y por lo tanto la voluntad de las urnas dicen que le corresponde a la primera minoría que es UxP.