El Congreso con el que contará la gestión de Javier Milei tendrá una mucho mayor fragmentación política y le requerirá al nuevo mandatario un trabajo mucho más fino de acuerdos con los distintos bloques y subbloques de potenciales aliados y opositores. A partir del recambio, los libertarios serán 38 en la Cámara de Diputados y sólo 7 en el Senado, por lo que se encontrará en marcada minoría en ambas Cámaras y deberá negociar cada ley con la UCR, el PRO, sectores del peronismo no kirchnerista y legisladores de partidos provinciales.
Aún es una incógnita cuánto podrá avanzar el Presidente electo con sus medidas en el Parlamento y los acuerdos que deberá tejer para conseguir las mayorías necesarias que le permitan pasar las normas que impulse con esta nueva composición del Congreso. El primer test será su anunciada ley ómnibus que incluiría una fuerte reforma del Estado.
Durante los cuatro años que Alberto Fernández estuvo en la Casa Rosada, se sancionaron 199 leyes del total de 11.396 proyectos presentados entre el 10 de diciembre de 2019 y el 1 de diciembre de 2023.
La cifra es bastante inferior a las 295 leyes que se aprobaron en la gestión de Mauricio Macri, cuando el mandatario de Cambiemos no tuvo nunca mayoría en ninguna de las dos Cámaras. “La gestión de Alberto Fernández a nivel legislativo cierra con la profundización de una tendencia que se había iniciado con Mauricio Macri, esto es, la dificultad para construir consensos legislativos entre las distintas bancadas representadas en el Congreso”, advirtió Pablo García Baccino, director de Análisis Político de Directorio Legislativo.
El número de leyes sancionadas los cuatro años que Fernández estuvo en la Casa Rosada está muy lejos de las 510 sancionadas en el segundo mandato de Cristina Kirchner, cuando tuvo el Parlamento con números holgados a su favor. En ese segundo período de la ex mandataria, el promedio de leyes por año fue de 127. “Con Macri ese número tuvo una merma del 73%, bajando a 73. El gobierno de Alberto Fernández se va con un promedio de 32 leyes anuales, un 53% menos que Mauricio Macri”, agregó Baccino.
Entre los factores que explican este fenómeno, el director de Análisis Político de esa ONG mencionó “un oficialismo que nunca tuvo una posición mayoritaria en ambas cámaras”, y el impacto de la pandemia a lo largo del 2020, “año donde el oficialismo aún conservaba capital político y podría haber impulsado una mayor cantidad de reformas de no haber sido por el riesgo de contagio y la necesidad de adaptar los quehaceres legislativos a la virtualidad, lo que conllevó una ralentización de los trabajos al comienzo del proceso de adaptación”. También incluyó “la derrota electoral de 2021 que alejó de las mayorías incluso más al Frente de Todos; la dificultad de construir consensos entre las vertientes internas de la coalición oficialista a partir de las elecciones de dicho año; y la incapacidad de tender puentes con la oposición, particularmente de Juntos por el Cambio”.
La incidencia del Ejecutivo
El líder de La Libertad Avanza tendrá como antecedente un Congreso en el que la influencia del mandatario saliente fue declinando a medida que avanzó su gestión.
En su gobierno, Fernández sólo pudo lograr que el Congreso le apruebe 63 de los 102 proyectos de ley que envió al Parlamento: el 62%. En el camino quedaron varias iniciativas resonantes como la Reforma Judicial y la modificación de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que bajaba la mayoría necesaria para elegir al Procurador General de la Nación, entre otras.
En total, hubo 38 proyectos promovidos por Fernández que no lograron la aprobación del Congreso. El mandatario saliente tuvo uno rechazado. No fue un proyecto menor: se trató nada más y nada menos que del Presupuesto 2022, que el 17 de diciembre del 2021 recogió 132 votos en contra y 121 del oficialismo y aliados a favor, más una abstención.
Los datos surgen de la consulta hecha por Infobae de los proyectos legislativos y su trámite parlamentario, al que se accede mediante la página Web del Congreso, y del informe histórico confeccionado por la ONG Directorio Legislativo.
En 2020, el año del inicio de la pandemia y cuando tuvo mayor aprobación popular, del total de 70 leyes sancionadas, 30 habían sido impulsadas por el Ejecutivo (43%). Ese primer año de Fernández en la Casa Rosada fue el que más logró imponer su impronta en la actividad legislativa. Si bien muchos proyectos estuvieron vinculados con la lucha contra el coronavirus, hubo varios que marcaron la agenda política durante los primeros meses de su gestión. Se aprobó la moratoria de la AFIP, la nueva fórmula para calcular las jubilaciones y las modificaciones al Impuesto a las Ganancias. Pero quizás el principal hito de la Casa Rosada fue el proyecto para la interrupción voluntaria del embarazo, a finales de ese año, que no había quedado trunco con solo media sanción durante la gestión de Mauricio Macri.
Pero ese apoyo a las iniciativas enviadas por el Presidente se redujo al 25% en 2021, cuando solo se convirtieron en ley sólo 13 proyectos enviados por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN), de los 52 totales que se aprobaron ese año. La mayoría —11 de estos 13— fueron aprobados antes de la caída del oficialismo en las PASO de las elecciones de medio término. Esa derrota hizo estallar la interna dentro de la coalición gobernante e implicó que el oficialismo del Frente de Todos perdiera la mayoría en el Senado y siguiera siendo la primera minoría en Diputados, seguida a unos pocos legisladores por el principal espacio de la oposición, Juntos por el Cambio.
Las diferencias dentro del oficialismo impactaron en la actividad legislativa y el naufragio de los proyectos enviados desde la Casa Rosada. En un hecho inédito, Fernández habilitó a fines del 2021 las sesiones extraordinarias en el Congreso para tratar un paquete de medidas que consideraba prioritarias, pero el oficialismo no convocó a sesiones para debatirlos. Máximo Kirchner renunció en febrero de 2022 a la jefatura del bloque del Frente de Todos, en desacuerdo con el texto del acuerdo con el FMI, una noticia que sacudió a la alianza gobernante, y conspiró contra la mayoría que necesitaba el Gobierno para aprobar leyes.
La decisión de Máximo Kirchner de votar contra el acuerdo fue el preludio de lo que ocurriría después en el Senado. El oficialismo logró aprobarlo en la Cámara alta con el apoyo de la oposición, a pesar de los votos en contra de una decena de legisladores que respondían a la vicepresidenta, que ni siquiera estuvo presente en el momento de la votación. Desde entonces, Fernández y la presidenta del Senado no volvieron a hablarse. El entonces titular de Diputados, Sergio Massa, hizo equilibrio entre ambos sectores, mientras veía dinamitar sus anuncios de buscar acuerdos con la oposición, frente a la embestida del kirchnerismo.
El resultado fue que el 2022, pese a no ser año electoral y aumentar históricamente la productividad legislativa, el Congreso sancionó solo 37 leyes, de las cuales apenas 13 fueron promovidas por el Ejecutivo. Y en 2023, un año por las elecciones que, con un calendario desdoblado, arrancaron a nivel provincial en febrero, fueron aún menos: apenas 34 iniciativas de ley sancionadas. La cifra de este año y el 2022, están aún por debajo de la cantidad de normas aprobadas en el último año de gestión de Mauricio Macri, 2019, cuando se sancionaron 45 normas.
De estas 34 leyes sancionadas, solo dos fueron impulsadas por el PEN. La principal, la reforma del impuesto a las Ganancias que elimina la cuarta categoría, y la autorización de la entrada de tropas extranjeras al territorio nacional y la salida de fuerzas nacionales, para participar en los ejercicios contemplados en el programa de ejercitaciones combinadas. El otro proyecto relevante de los últimos meses, la devolución del IVA en compra de alimentos de la canasta básica, solo obtuvo media sanción en Diputados, con dictamen en el Senado, pero sin aprobación definitiva.
Como contracara de su incidencia en el Congreso, en total, en sus cuatro años, Fernández dictó 178 decretos de necesidad y urgencia durante su gobierno. El año que más normas de este tipo dictó fue el 2020, el primero de la pandemia, 77. Al año siguiente, los DNU que llevaron su firma y la de otros miembros de su Gabinete fueron 41; en 2022, hubo 28 decretos de este tipo; y este año, otros 27 DNU.
Visualización de datos: Andrés Snitcofsky