El sindicalismo se puso en alerta: Enrique Rodríguez Chiantore, un especialista en Salud que trabajó en los equipos de Patricia Bullrich y de Juntos por el Cambio, será el titular de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el organismo autárquico que administra los fondos de las obras sociales. Se trata de una señal de que el gobierno de Javier Milei manejará con mano dura esa ”caja” millonaria y de que intentará disciplinar a la dirigencia gremial mediante la regulación y distribución del dinero que recauda el Estado y que proviene de los aportes de empleadores y trabajadores.
Además, la designación de Rodríguez Chiantore representa un símbolo del avance de Bullrich en el gabinete: luego de su nombramiento como ministra de Seguridad, sugirió y logró que Luis Petri, su compañero de fórmula, fuera confirmado como ministro de Defensa y ahora consiguió que su experto en temas de Salud ocupe un cargo que resulta clave para la relación con los sindicalistas.
Más allá de su alineamiento en el bullrichismo, hay un alivio para la CGT: hasta ahora, parecía que los libertarios proyectaban eliminar la Superintendencia y bajarle la categoría al rango de una dirección nacional, lo que hacía suponer a los dirigentes gremiales que iban a tener problemas para la supervivencia financiera de las obras sociales. Ahora, se confirma que el organismo mantendrá su estatus jurídico. Aún no está claro, de todas formas, si seguirá en la órbita del Ministerio de Salud o si la estructura del área queda reducida a una secretaría de Estado. Tampoco se sabe quién será el responsable de pilotear Salud en la administración de La Libertad Avanza. En la CGT deslizan que la SSS podría depender directamente de la Jefatura de Gabinete, que encabezará Nicolás Posse.
Rodríguez Chiantore, según su currículum, es un abogado con más de 30 años de experiencia en el sector Salud, que se desempeñó como consultor y asesor de diversas entidades del sector. Fue jefe de Gabinete del Ministerio de Salud de la Nación en el gobierno de Mauricio Macri, entre 2015 y 2018; subsecretario de Planeamiento Educativo de la UBA (2013-2015); director general de Legal y Técnica del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires en la gestión macrista (2007-2013), subinterventor y gerente de Legales del PAMI (2002-2003), subsecretario de Coordinación del Ministerio de Salud de la Nación (2001) y asesor del Ministerio de Salud de la Nación (1994-2000).
Además, fue fundador y coordinador académico del Posgrado de Derecho y Salud de la Facultad de Derecho de la UBA (2004-2009) e integrante de los equipos de gobierno de Bullrich y de JxC.
Entre los sindicalistas, sin embargo, la designación de Rodríguez Chiantore despertó elogios. “Es un sanitarista idóneo”, fue la caracterización de un dirigente de la CGT al ser consultado por Infobae sobre el futuro titular de la SSS. Hay buenas relaciones del gremialismo con el experto bullrichista desde que se desempeñó como jefe de Gabinete del Ministerio de Salud en el gobierno macrista. Desde allí quedó en buenos términos con el secretario de Acción Social de la CGT, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), el mayor experto en el sistema de obras sociales, y su experto sanitarista Luis Scervino, quien dirigió la Superintendencia de Servicios de Salud en la gestión de Cambiemos. Macri le pidió la renuncia cuando la CGT hizo su primera protesta contra el Gobierno, en 2017.
Presentado como “referente sanitario de Juntos por el Cambio”, Rodríguez Chiantore fijó su posición sobre el sistema de obras sociales en una entrevista publicada en la revista IIDOS, en octubre pasado: “Actualmente, el 71% de las obras sociales no puede cubrir el Programa Médico Obligatorio (PMO) con sus ingresos. La asignatura pendiente es incorporar a los 8 millones de trabajadores en negro para mejorar el pool de riesgo y la estabilidad financiera. También se mencionan inconsistencias en el sistema, como el bajo componente de obra social del monotributo y desafíos financieros en prestaciones de discapacidad”, afirmó el designado responsable de la SSS.
Antes de los anuncios oficiales sobre el tema, había trascendido que La Libertad Avanza quería dividir la Superintendencia de Servicios de Salud en dos estructuras nuevas: la Dirección Nacional de Seguros de Salud y la Dirección Nacional de Medicamentos Excepcionales. Esta última iba a absorber el control del Fondo Solidario de Redistribución (FSD), el corazón del sistema de obras sociales, que se nutre del aporte de trabajadores y contribuciones patronales para financiar los reintegros de las prestaciones de alta complejidad y medicamentos.
La difusión de esos planes durante una jornada sobre salud organizada la semana pasada por AmCham en Mendoza, con participantes del ámbito público y privado, detonó una crisis en el equipo del futuro Ministerio de Capital Humano, que iba a absorber el área de Salud: Sandra Pettovello, designada ministra de esa nueva cartera, le reprochó la filtración informativa a Eduardo Filgueira Lima, el referente de La Libertad Avanza en temas de Salud, que parecía candidato a pilotear el área y, a partir de la discusión que tuvo por esta cuestión, se alejó de las filas libertarias.
El supuesto organigrama nuevo de Salud de los libertarios constaba en una filmina proyectada en esa jornada, en donde también figuraban los nombres de los candidatos que sonaban para dirigir la Superintendencia de Servicios de Salud: José Pedro Bustos, considerado cercano al polémico Héctor Capaccioli, implicado en la causa por la “mafia de los medicamentos” y amigo de Alberto Fernández, y David Aruachán, actual gerente de la SSS y candidato de la CGT desde 2019 a pilotear ese organismo tan codiciado por el gremialismo. Ahora, más allá de las primeras reacciones sindicales por la llegada de Rodríguez Chiantore, los fondos de las obras sociales serán controlados por un bullrichista.