El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, vendrá a la Argentina para participar de la asunción de Javier Milei del próximo domingo con una comitiva integrada por más de 60 dirigentes brasileños, entre gobernadores, diputados, senadores y miembros de su familia y su círculo más íntimo.
Quedará así planteada una escena donde la relación entre los presidentes de Argentina y Brasil volverá a quedar atenazada por las lógicas políticas e ideológicas, como ocurrió con Alberto Fernández y el propio Bolsonaro, quienes compartieron magistratura pero nunca tuvieron un diálogo directo ni una reunión a solas entre los socios mayoritarios del Mercosur, el principal bloque regional de América del Sur.
La información trascendió después de que el Palacio del Planalto confirmara que el actual presidente, Luiz Inacio Lula Da Silva, con quien Milei tuvo fuertes cruces en la campaña, no estará presente en las ceremonias y actos de traspaso de mando. Para suavizar ese choque, la futura canciller Diana Mondino hizo un viaje secreto y relámpago a Brasilia y entregó en mano una carta firmada por el futuro mandatario con la invitación personal para que viajara a Buenos Aires. También, la próxima ministra ministro anticipó que estaba dispuesta a retener a Daniel Scioli en la embajada argentina. No alcanzó.
Lo cierto es que Bolsonaro -como se lo había prometido al argentino en una videollamada después del triunfo ante Sergio Massa- vendrá con una numerosa comitiva, la mayoría del Partido Liberal que lidera el ex mandatario del gigante sudamericano. Entre los gobernadores que vendrán con Bolsonaro se destacan Tarcísio de Freitas, de San Pablo, Cláudio Castro, Río de Janeiro, Jorginho Mello, Santa Catarina, y Ronaldo Caiado, Goiás.
Pero también llegará con personas que son decisivas en su círculo íntimo y a las que les confía todo. Su esposa Michelle y sus hijos Eduardo y Flavio, diputado y senador, respectivamente. Además, vendrá con los diputados Bia Kicis, el capitán Alberto Neto, Cabo Gilberto Silva, coronel Fernanda (Rubia Fernanda Diniz Robson Santos de Siqueira), Daniela Reinehr, Bibo Nunes y Junio Amaral, entre otros. Bolsonaro será acompañado por los senadores Jorge Seif, Magno Malta, Ciro Nogueira y Marcos Rogerio.
Se trata de una comitiva que en total tendrá unas 63 personas que conforman el círculo personal y político de Bolsonaro, quien mantiene un enfrentamiento político abierto y sin cuartel contra Lula Da Silva y el PT en general. El vínculo entre ambos dirigentes es extenso -donde juega un papel clave el estratega digital Fernando Cerimedo- y se afianzó en los últimos años, en medio del ascenso del líder libertario en Argentina.
La presencia de la numerosa comitiva bolsonarista va a contrastar con los enviados de Lula Da Silva, que estarán encabezados por el canciller Mauro Vieira.
Durante la campaña, Milei primero planteó que no estaría dispuesto a “hablar con comunistas”, entre los que mencionó al presidente de Brasil y al chino Xi Jinping, pero luego aclaró que no impediría bajo ningún aspecto el comercio ni alteraría las relaciones diplomáticas entre la Argentina y ninguno de esos dos países, que son clave para la economía y el desarrollo.
De todos modos, la propia Mondino esta semana confirmó que el futuro gobierno no avanzará con el camino que había iniciado la gestión de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa y se mantendrá afuera de los BRICS, que integran además de los gigantes de Sudamérica y Asia, India, Rusia y Sudáfrica.
Lo concreto es que, más allá de la diplomacia, la geopolítica y las simpatías ideológicas, más de 2000 PYMES exportan a Brasil por más de 2.200 millones de dólares al año, en tanto que hay más de 1,2 millones de puestos de trabajo están vinculados a la relación comercial que se asienta en el Mercosur.
En cuanto a las inversiones, Brasil es el tercer inversor extranjero en la argentina en sectores diversos como industria manufacturera, comercio y servicios. Existe, a su vez, una histórica cooperación nuclear a partir de la creación en 1991 de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) y trabajos conjuntos entre agencias estatales y privadas para avances en materia de agrobiotecnología.