Javier Milei y su novia, Fátima Florez, compartieron el domingo pasado una comida con Mauricio Macri y Juliana Awada, su esposa, en la quinta Los Abrojos, ubicada en la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas. El encuentro había sido pactado 48 horas antes y marca un sugestivo momento de distensión entre el presidente electo y el fundador del PRO luego de la frialdad que se instaló entre ambos debido a la negociación directa que entabló el líder libertario con Patricia Bullrich y a las tratativas de referentes de La Libertad Avanza para incorporar peronistas al gobierno.
El encuentro fue “muy ameno”, según trascendió, aunque Milei y Macri “hablaron de generalidades” y no profundizaron en los temas sobre los que mantienen fuertes diferencias. El ex mandatario era partidario de que Milei accediera a designar a Cristian Ritondo como presidente de la Cámara de Diputados para darle garantías de gobernabilidad desde el 10 de diciembre, pero finalmente ese puesto será para el diputado libertario Martín Menem. El bloque del PRO ya advirtió que desde la semana próxima se negociará “ley por ley” con el oficialismo de La Libertad Avanza, aunque aseguraron que habrá espíritu de colaboración para dar quórum y apoyar “la agenda del cambio”.
Macri confesó la semana pasada a sus allegados que estaba “desilusionado” con Milei. La última reunión que había tenido a solas fue el lunes siguiente al balotaje, pero después el ex presidente viajó a Arabia Saudita y en esos días el líder libertario vio a Bullrich para ofrecerle el Ministerio de Seguridad. El fundador del PRO se enfureció por esa oferta y, sobre todo, con Bullrich por haber aceptado esa propuesta a título individual cuando él quería llegar a un acuerdo integral con Milei.
Tras haberle dado el sí al presidente electo, Bullrich tuvo una dura discusión con Macri en la que quedó dañada la relación porque el ex jefe del Estado le reprochó haberse “cortado sola”. Por eso, mientras trascendía ese malestar mutuo, Bullrich le envió un mensaje a la periodista Viviana Canosa en el momento en que conducía su programa en LN+: “Yo no me someto a MM”.
Una vez que fue confirmada como futura ministra de Seguridad, incluso, anunció que a principios de 2024 dejará la presidencia del PRO y convocará a elecciones internas para renovar las autoridades partidarias. Ese mismo día, en el acto de despedida de Horacio Rodríguez Larreta de sus 8 años como jefe de Gobierno porteño, en el Teatro Colón, Macri y Bullrich coincidieron en la recepción realizada en el Salón Dorado, pero se esquivaron para no saludarse. Fue la comprobación de su ruptura.
Macri respondió con un mensaje en las redes sociales en el que celebró la designación de Bullrich en Seguridad y de Luis Caputo en Economía, pero al desearles éxito en la gestión resaltó que asumirán un “compromiso personal”, es decir, no en nombre del espacio que comparten en el PRO.
Ante la actitud de Milei, Macri decidió correrse de las negociaciones con él para apuntalar el pacto de Acassuso, aunque aclaró de todas las formas posibles que no le pidió cargos en el gobierno. “Eso será para una etapa siguiente”, enfatizó. Sí imaginaba que iba a poder sugerir nombres para las segundas y terceras líneas de funcionarios. Para el ex presidente, el primer gabinete de Milei estará sujeto a fuertes presiones y problemas socioeconómicos y por eso se desgastará rápidamente.
Cuando no hay muchos testigos, Macri responsabiliza a Guillermo Francos y Guillermo Ferraro, los designados ministro del Interior y de Infraestructura, por haber sido quienes le aconsejaron a Milei tomar distancia de él y buscar la incorporación de peronistas. Fue Francos, por ejemplo, quien insistió ante Milei para que Florencio Randazzo, ex candidato a vicepresidente de Juan Schiaretti, fuera designado presidente de la Cámara de Diputados en lugar de Ritondo, como quería Macri.
Finalmente, el libertario Martín Menem será el propuesto para ese decisivo cargo: el sobrino de Carlos Menem quedará en el tercer lugar en la línea de sucesión presidencial. El bloque de diputados de La Libertad Avanza tendrá 38 integrantes, lo que lo obligará a tejer alianzas parlamentarias que le permitan a Milei la aprobación de las leyes que necesita para instrumentar sus medidas.
En principio, el futuro titular de Diputados deberá convencer a gran parte de Juntos por el Cambio para llegar al quórum de 129 presentes. El PRO, que sostendrá su bancada de 50 miembros sin conformar un interbloque con los libertarios, anticipó que no hará “ni oposición ni oficialismo”, en un repentino endurecimiento de su postura ante el gobierno de Milei.
Por eso el almuerzo de Milei y Macri con sus esposas, por más que no haya permitido superar sus diferencias políticas, se convirtió en un gesto que puede contribuir a distender la relación.
El ex presidente no tendrá ningún dirigente identificado con él dentro del gabinete nacional, mientras que, sin el aval macrista, Bullrich irá a Seguridad y Luis Petri, su compañero de fórmula, será ministro de Defensa. En las próximas horas, de todas maneras, deberán definirse puestos clave como el responsable de Salud (no se sabe si será ministerio o secretaría), la AFIP y el PAMI, entre otros.